TIEMPOS DE CENSURA.

Artículo de Rosa Díez en su blog de ”¡Basta ya!” del 21-5-07

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

Hace nada Jesús de Polanco explicaba ante una Junta de accionistas  del Grupo Prisa que los "problemas "con un periodista  de El País se iban a resolver de forma satisfactoria y en breve plazo. Se refería como todos ustedes saben a Hermann Tertsch, que tenía la osadía de hablar en Tele Madrid según le dictaba su conciencia. Escribí entonces que lo ha había ocurrido con Hermann era persecución ideológica pura y dura,  porque Prisa  le obligó  a romper su larga relación profesional  por las opiniones personales expresadas fuera de "la casa". Un precedente que a muchos nos pareció preocupante.

Bueno, pues el siguiente episodio de censura ha tenido como protagonista a Fernando Savater. Arcadi Espada lo contaba en su blog  así:

19 de mayo

El primer artículo (si la hemeroteca no anda errada) que Savater escribió en El País se titulaba Los nacionalistas o el destierro como estilo. Lo publicó el 5 de mayo de 1976. Hace treinta años casi exactos. En treinta años jamás habían rechazado un artículo suyo. Y en una larga época, incluso, se mostraban muy felices cuando podían publicarlos. Esto se ha acabado hoy. El Correo publica Casa Tomada, un lúcido y hermoso artículo que Savater había enviado a El País el pasado 7 de mayo. La lectura del texto y la actitud del diario inducen a una perplejidad desmoralizada. ¿Qué le ha ocurrido a ese periódico para que su director aplique el derecho de veto a este artículo? ¿Qué tiene este artículo? Sí: la afirmación de que Zapatero ha fracasado. Sí: la crítica a un editorial y a un artículo del propio periódico. Y una elegante metáfora cortazariana, nosotros que le quisimos tanto. Lo más suave que puede decirse de esa censura es que se trata de una muestra insospechada de aldeanismo intelectual y de sectarismo político. Porque, desgraciadamente, no creo que pueda aplicársele el subtítulo que llevaba aquel primer artículo nabokoviano: "Las razones de Estado en las historias de amor".

La posibilidad de que algo le haya ocurrido a ese periódico se combina con otra: lo que le haya ocurrido a Savater. Pero el resultado, este sábado, es el mismo: el primer intelectual de España (que eso sí no ha cambiado) ya no cabe en El País.

¿Qué se puede añadir? Tiempos sombríos estos que vivimos. Tiempos sombríos en los que los únicos que han recuperado la esperanza son los terroristas. En estos tiempos sombríos las encuentas dicen que el día 27 nada va a pasar. Quizá merezcamos lo que tenemos. Quizá haya que aplicarse aquella sentencia de Ungaretti: "Si de esta no aprendemos, será que merecemos la derrota. Pero sé que merecemos la victoria". O quizá el 27 nos depare a todos una sorpresa. Veremos.

Mientras tanto, los etarras siguen enredados en sus dos frentes: dinamitar los actos políticos de los demócratas y seguir contando el contenido y la frencuencia de sus relaciones con el PSOE y el Gobierno. Si se probara eso que dicen de que el PSOE les pidió en Bruselas que no mataran hasta después del 27 de mayo sería el final; no se podría caer más bajo. Ya no sería eso de que "todo vale por la paz". Se habría llegado a "todo vale por el poder". Sería, insisto, el final. ¿Seguirían callando mis compañeros del PSOE? ¿Es más importante garantizarse una alcaldía que defender la dignidad y los valores tradicionales del socialismo democrático? No quiero ni pensarlo; porque hay algo que es seguro: si esa reunión y esa conversación se produjo, se probará. ETA siempre lo hace. Y si se prueba, la vergüenza y el deshonor serían  infinitos.