ENTREVISTA A ROSA DÍEZ, EX MILITANTE SOCIALISTA Y MIEMBRO DE LA PLATAFORMA PRO
Por Ignacio Medrano en “El Correo” del 02.09.07
Por su interés y relevancia he seleccionado l entrevista que sigue para incluirla en este sitio web.
«El PSOE no tiene proyecto común para España y al PP lo hipotecan sus autonomías»
Díez reclama una «revisión de los techos competenciales» para garantizar la igualdad entre los españoles
Aspira a volver al primer plano de
la política española. Dos días después de hacer pública su baja en el PSOE y su
incorporación a la Plataforma Pro, con la que presentará un nuevo partido el
próximo día 29, Rosa Díez reclama una «revisión de los techos autonómicos» para
garantizar «la igualdad de todos los ciudadanos».
-Algunos ex compañeros de su partido dicen de usted que llevaba ya algún tiempo
en la derecha.
-No voy a responder a calificativos. Quien tiene
que juzgar la trayectoria de las personas y sus compromisos son los ciudadanos.
La gente sabe lo que pienso, porque siempre lo he dicho en alto y he procurado
dar argumentos.
-Sus principales críticas en los últimos años se han dirigido al PSOE,
fundamentalmente en la estrategia antiterrorista y en política territorial.
¿Cuáles son sus críticas al PP?
-El modelo de Estado y la política antiterrorista
se impulsan desde el Gobierno, y ahora gobierna el PSOE. Me parece perjudicial
para España, y pagaremos un precio por ello, ir hacia un modelo confederal que
se inició con el Estatuto de Cataluña, sin haberlo debatido internamente en el
PSOE. En política antiterrorista se ha roto el Acuerdo por las Libertades y
contra el Terrorismo para pactar una nueva política con partidos que nunca
quisieron la derrota de ETA. Son dos temas de fondo, no temas que, aun siendo
importantes, como la política de vivienda o de empleo, se pueden discutir.
Cuando nos constituyamos como partido, diremos cuál es nuestra oferta política y
los ciudadanos juzgarán. Me parece una perversión hablar de qué nos separa de
uno o a quién le quitamos votos. Yo no he planteado mi posición para
diferenciarme de unos u otros.
-Pero en estas dos cuestiones capitales usted coincide a grandes rasgos con el
PP.
-En política antiterrorista, sí. En modelo de
Estado, no. El PP ha hecho seguidismo del PSOE al meterse a proponer
modificaciones estatutarias en Valencia, Andalucía, Galicia o Baleares con el
discurso de que era preciso hacerlas, pero sin atreverse a decir: 'Debatamos
sobre lo que realmente es un problema para los ciudadanos'. El PSOE, ha
renunciado a tener un proyecto común para España y el PP tiene tantas hipotecas
de presiones de sus comunidades autónomas y de sus jefes territoriales que no se
atreve a comportarse en algunas materias como un partido nacional. El drama de
España es que, ahora mismo, sólo un partido defiende el modelo de Estado, y lo
hace hipotecado por sus órganos territoriales, que no se atreven a decir que
'no' a una dinámica de desestructuración porque temen perder elecciones
autonómicas. Esto es un drama para los españoles, pero no por eso que a veces se
dice en trazo grueso de que 'se rompe España'. Lo que se rompe es la igualdad de
los ciudadanos.
-Usted defiende una reforma constitucional para garantizar «más libertad y más
igualdad a todos los españoles». ¿Reformar hasta dónde?
-A la gente le preocupa que con ciertos modelos de
Estado, como la Confederación, a algunos ciudadanos se les va a garantizar un
privilegio por el hecho de vivir en una parte determinada de España. Y hay que
explicar a la gente que para que eso no ocurra hay que hacer reformas
constitucionales, o al menos plantearse si la actual distribución competencial
va a seguir garantizando esa igualdad, esa mayor libertad y la viabilidad de las
futuras generaciones. Hay que revisar los techos autonómicos y los Estatutos.
Ahora hay un debate, a mi juicio en términos grotescos, sobre Educación para la
Ciudadanía. Todos estaríamos de acuerdo en que en España ha habido poca
pedagogía democrática, que los jóvenes no saben qué es la democracia ni cómo
defenderla. Pero salen libros que dicen barbaridades, que no son educación para
la ciudadanía sino otra cosa. ¿Por qué no reflexionamos sobre el hecho de que
esos libros pueden llegar a las escuelas porque el Estado no tiene la capacidad
de hacer un control previo de los textos? Y si revisamos el resto nos
encontramos, por ejemplo, con que sólo en tres comunidades autónomas se estudian
las cuevas de Altamira y que las demás prefieren estudiar 'la cueva del
Pacorro'. Quizás el Estado tenga que recuperar competencias que hoy no tiene, en
el verdadero sentido de control democrático,
-Desde el punto de vista de Euskadi, ¿qué competencias debería recuperar el
Estado?
-No debo ir al detalle. Estamos construyendo un
partido y tenemos que hacer un programa. Pero no sólo hay que igualar los techos
competenciales, sino plasmarlos dentro de la Constitución. No podemos estar
permanentemente discutiendo porque haya tanto texto ambiguo, donde pueda caber
casi cualquier cosa, y todo esté sometido al chantaje que puede ejercer quien
puede dar unos votitos para alcanzar mayorías. Y hay que entrar en un proceso de
regeneración democrática que obligue a modificar el sistema electoral para
obtener más igualdad en el peso del voto de cada ciudadano y para garantizar un
mayor control de los políticos. Ahora, 300.000 votos en un territorio producen
más efecto que tres millones de votos en toda España. Y eso no sólo prima a los
nacionalistas sino que quita valor al voto de los ciudadanos. El objetivo es la
igualdad.
-¿Estos planteamientos no contribuyen a reforzar electoralmente a los partidos
nacionalistas?
-Si hay más gente que les quiere votar, que les
vote. Los políticos, tenemos que hacer planteamientos pensando en el interés
general. De facto, garantizar más igualdad y más libertad es incompatible con
reforzar al nacionalismo. Por lo tanto, ésa no sería la consecuencia.
-¿Qué opciones le da a su nueva iniciativa política en el País Vasco?
-Ésta es una iniciativa política nacional. En el
País Vasco, como en el resto de España, los ciudadanos nos votarán si les parece
positivo. Este debate sobre a quién le quitas votos o hay espacio o no hay
espacio demuestra hasta qué punto necesitamos un proceso de regeneración
democrática, porque parece que los votos ya los ha comprado alguien o que cada
ciudadano tuviera predeterminado que sólo puede comer carne o pescado. Ya
veremos, pero vamos a forzar un debate muy necesario, más allá de que luego
podamos tener la posibilidad, con nuestra presencia, de que las cosas vayan por
ahí.
-Ya han decidido por qué circunscripción va a concurrir usted.
-No. Ahora no toca. Es que el partido todavía no se
ha constituido.
-¿Por qué se ha ido precisamente ahora del PSOE?
-Me he ido cuando he considerado que lo del PSOE no
tenía arreglo en el sentido de capacidad de reorientar las políticas.
-¿Ha necesitado casi una legislatura para llegar a esa conclusión?
-No, he necesitado los tres años y medio últimos.
Mi legislatura termina dentro de dos años (Parlamento europeo). Me he ido cuando
he creído que ya no era eficaz defender esto dentro del PSOE. Y eso ha sido
ahora.