DE CÓMO UN DÍA EL PSOE DECIDIÓ NI GOBERNAR NI HACER OPOSICIÓN.

Artículo de Rosa Díez en su blog de “¡Basta Ya!” del 19 de octubre de 2008

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

En las vísperas de la primera tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado para 2009, el Presidente Rodríguez Zapatero nos sorprende con un increíble anuncio: "El PSOE no enmendará los Presupuestos de ninguna institución--ayuntamientos o comunidades autónomas-- por muy en desacuerdo que esté con la política que desde ellos se pretenda realizar".  Es una declaración que supera toda especulación sobre lo lejos que puede llegar este hombre a la hora de utilizar el marketing para sustituir la acción política. Alguno de sus asesores  ha debido de convencerle de que si hace ese anuncio, adobado de las palabras fetiche como "responsabilidad", "arrimar el hombro", salir de la crisis", "diálogo", y con enfáticos gestos de solemnidad, los ciudadanos le aplaudirán y le considerarán un gran hombre de estado.

Sabido es que en el PSOE de hoy, --y particularmente en la cabeza del Secretario General y Presidente del Gobierno--, existe una gran confusión respecto de lo que significa la separación de poderes  y sobre el papel que los ciudadanos asignan a los políticos cuando depositan su voto en las urnas. Es de primero de EGB de democracia que quien gobierna tiene la obligación de proponer una determinada política y de procurar sacarla adelante. Y quien está en la oposición tiene la obligación democrática de impulsar y controlar la acción del ejecutivo. Si quien gobierna quiere sacar adelante unos Presupuestos que ni siquiera tienen en cuenta la situación de crisis económica, que calculan unos ingresos muy por encima de la realidad, que proponen unas políticas que fomentarán el crecimiento del paro, que son insolidarios con los ciudadanos de las regiones más necesitadas, que no invierten en políticas activas para reactivar nuestra economía, que profundizan en la desigualdad, habrá que decir que esa política es mala para los ciudadanos. Renunciar a oponerse a una propuesta política que se considera negativa para los intereses del país es tanto  como renunciar a hacer el trabajo por el que nos pagan los ciudadanos a través de sus impuestos.

Si quien está en la oposición califica de muy negativos los Presupuestos pero después cuantifica su cambio de posición en unos cientos o decenas de millones que puede vender en su territorio como "sacar tajada" (PNV y BNG dixit), podríamos decir que ha renunciado a su papel de oposición para hacer un papel clientelar. Para nada piensan en el interés general sino que su apuesta es pura y lisamente partidaria. El "que hay de lo mío" nacionalista vasco y gallego nos cuesta 85 o 125 millones de euros respectivamente. Quien gobierna renuncia a la defensa del interés general-- o sea, renuncia a gobernar-- y quien está en la oposición, también renuncia a hacer su papel.

Pero lo que es de nota es la última ocurrencia mediática del Secretario General del PSOE y Presidente del Gobierno. Que el PSOE fuera a renunciar  a hacer su papel de oposición en toda España, --una vez que todos hemos podido comprobar que ha renunciado a gobernar la nación-- era algo para mí inimaginable, que supera mis peores pronósticos sobre la deriva del PSOE. Si  quien está en la oposición decide  apoyar cualquier presupuesto, por muy negativas que le parezcan para el interés de los ciudadanos las políticas que en él se diseñan, lo que hace es traicionar, directamente, la confianza que en él depositaron los ciudadanos. Renunciar a defender lo que se considera mejor para los ciudadanos es una perversión de la propia democracia, por muchos adjetivos edulcorados de que se acompañe el anuncio de tamaña barbaridad. Dicho de otra manera: apoyar lo que se considera malo para los ciudadanos es una irresponsabilidad que desautoriza para siempre a quien defiende esa manera de hacer política.

Pongamos algunos ejemplos: Si el PNV decide incorporar en los Presupuestos del País Vasco una partida de quinientos millones de euros para publicitar el Plan Ibarretxe, el PSE apoyará esos presupuestos porque Zapatero ha dicho que eso es lo responsable. Si el PNV decide incorporar una partida presupuestaria de mil millones de euros --quitándoselos a la escuela pública-- para subvencionar a los familiares de los presos de ETA, el PSE apoyará esos presupuestos porque el Presidente del Gobierno ya ha dicho que eso es lo responsable. Si Gallardón decide cubrir el Manzanares, quitar los carriles bus y sustituirlos por carriles para los coches oficiales, subir el sueldo de los cargos públicos multiplicando los actuales por cinco, rebajar el sueldo de los funcionarios en un diez por ciento...., el partido socialista en el Ayuntamiento de Madrid apoyará esos presupuestos porque Rodríguez Zapatero ya ha dicho que eso es lo responsable. Si Esperanza Aguirre decide restringir el presupuesto del  Sistema Público de Salud en un veinte por ciento, el Partido Socialista en la Asamblea de Madrid apoyará los Presupuestos porque eso es lo responsable, según ha dejado establecido José Luís Rodríguez Zapatero. Si todas las Comunidades Autónomas y todos los Ayuntamientos gobernados por el PP decidieran suprimir las ayudas sociales, el PSOE apoyaría esos presupuestos, porque ya ha quedado dicho por el máximo responsable de ese partido, José Luís Rodríguez Zapatero, que eso es lo responsable. Y así, hasta el infinito.

Como decía antes, la última salida del Presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE supera mis peores pronósticos sobre la ausencia de sentido de la responsabilidad que impera en las acciones   del partido del Gobierno. Sabido es que hace demasiado tiempo que en el PSOE se mueven a golpe de encuesta, y que en ese partido la demoscopia ha sustituido a la política. Pero nunca creí que iban a llegar tan lejos en tan poco tiempo. Una vez que han renunciado a ser un partido de estado; una vez que han demostrado que son capaces de pactar las políticas de Estado con los partidos que no creen en el Estado español y que han demostrado hasta la saciedad que para ellos el Presupuesto General del Estado no es sino un trámite para compensar a sus fieles y  negociar  un vergonzoso proceso de regateo público sobre el precio del apoyo -- como si las instituciones fueran un mercado persa--, el PSOE da u otra vuelta de tuerca y nos desvela lo que en el fondo piensan del sistema: la democracia, según el PSOE, es  no haya oposición. En el fondo a lo que aspiran es al partido único. Y como no pueden conseguirlo por Real Decreto acarician lograrlo por desestimiento de los ciudadanos. Porque no hay nada que pueda provocar mayor hartazgo, mayor desazón en un ciudadano medianamente cuerdo en términos democráticos , que un anuncio como el que acabamos de escuchar. Me pregunto: si han renunciado a gobernar y a hacer oposición, ¿por qué no dejan de cobrar el sueldo y se van a su casa?