LA FRIVOLIDAD EN POLITICA ANTITERRORISTA SE TERMINA PAGANDO.

Artículo de Rosa Díez en su blog de “¡Basta Ya!” del 14 de diciembre de 2008

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

Llegan noticias de Irlanda: el juez retrasa la decisión sobre la orden de extradición de Juana Chaos. Son las consecuencias de una política antiterrorista que alcanzó el culmen de la irresponsabilidad cuando el gobierno socialista llevó al Parlamento Europeo el llamado "proceso de paz". Advertí  entonces de las graves consecuencias que esa decisión nos traería-- una decisión basada unicamente en cálculos partidarios y que no tenía otro objetivo que "dejar en minoría a Mayor Oreja en el Parlamento-" en palabras de los dirigentes europeos y nacionales del PSOE-; anuncié el alto precio que inevitablemente habríamos de pagar como país ante nuestros socios europeos por haber cometido el gran error de llevar a ETA ante el Parlamento Europeo convertida en interlocutor del Gobierno de España. 

Quienes hemos vivido en directo la poíltica europea en materia de lucha contra el terrorismo de ETA sabemos hasta qué punto fue difícil conseguir que el resto de países de la Unión aceptaran como propias las decisiones de los jueces españoles; lo que costó sacar adelante la Orden de Busca y Captura y la Definición Común del Delito de Terrorismo en la Unión.  Quienes estuvimos en el Parlamento Europeo en el periodo en que se firmó y estuvo vigente el Pacto por las Libertades y contra el Terrosimo sabemos lo importante, lo decisivo que fue para España que los dirigentes del PSOE y del PP viajaran juntos y comparecieran juntos en Bruselas para explicar que la lucha contra ETA era una asignatura pendiente de la democracia europea y que de ellos, de los paises de la Unión, esperábamos algo más que solidadaridad; que de ellos, de todos ellos, reclamábamos acción común para derrotar a ETA.

En los días previos y posteriores a aquel 25 de octubre de la vergüenza en Estrasburgo anuncié que nuestros socios europeos no comprendían cómo el Gobierno socialista de España había pasado de exigir que se incorporara Batasuna en la Lista Europea de Organizaciónes Terroristas a invitarles a estar en la Tribuna de Honor del Parlamento.  Advertí que la pérdida de confianza en nuestro país y en nuestra política iba a suponer un grave quebranto; todo el mundo sabe lo que cuesta ganarse el respeto y lo difícil que resulta recuperarlo cuando se ha perdido por errores imputables exclusivamente a uno mismo. Advertí que el cambio de táctica del Gobierno de España a la hora de defender que Batasuna siguiera en la lista europea de Organizaciones Terroristas tendría consecuencias.Y aquí están las consecuencias.

Y que no se me ponga, como contraejemplo, la excelente cooperación con Francia en esta materia. La cooperaciópn con Francia está basada en la confianza entre los cuerpos de seguridad; tiene un componente sustancial que es el trabajo cotidiano entre la gendarmería francesa y la guardia civil y policía nacional, que supera en mucho la coyuntura de la confianza que les merezca uno u otro gobierno.  Ese trabajo conjunto nunca se interrumpió por común acuerdo entre las policías de ambos lados de la frontera, al margen de toda decisión política. No  actuaron durante el tiempo que duró la tregua y bien que lo lamentaban públicamente los responsables franceses de la lucha antiterrorista, que vinieron a declarar que si se hubiera seguido aplicando la política antiterrorista previa a la llegada de Zapatero ETA hubiera sido definitivamente derrotada.

Pero lo de Irlanda es la demostración de la pérdida de confianza política, ni más ni menos. Por eso un juez irlandés se permite dudar de la decisión de un juez español, borrando de un plumazo todos los avances que se lograron al establecerse  la orden de busca y captura. ¿Cómo se van a creer que escribir una carta merezca extradición si hace nada este mismo gobierno de Zapatero "negociaban la paz" con estos mismos, aún después de que volaran la T4 de Barajas?  Volvemos a los tiempos previos, a aquellos en los que las extradiciones dependían de caerle bien al Ministro de turno. Ya no se acepta que el criterio jurídico es aplicable de forma inmediata dentro de la Unión; no se acepta porque el juez irlandés ha leído no hace mucho tiempo que este mismo gobierno en nombre del cual se pide la extradición de de Juana Chaos llamaba "hombres de paz "hace nada a estos a los que ahora quiere extraditar. Por eso no hay reconociemto automático del auto del juez español; porque la política ha manchado el derecho; y porque los irlandeses han leído --hoy mismo-- que dice el Ministro del Interior español que el Gobierno de España  quiso hacer con ETA lo mismo que los británicos e irlandeses con IRA: reconocer a los del partido del que hoy llaman terrorista como interlocutores políticos. Así que no lo ven claro; no ven claro que con la misma ley, con el mismo fiscal, con el mismo gobierno, las mismas personas sean un día terroristas y otro interlocutores políticos de un gobierno democrático. No ven claro que ese de quien el Gobierno de españa  dijo que "está de acuerdo con el proceso" para justificar que se  cediera a su chantaje y le mandaras a San Sebastian con su novia se haya convertido de la noche a la mañana en terrorista. Y como no lo ven claro, pues actúan de esta manera. Los jueces irlandeses no son partidarios del coyunturalismo; no les gusta nada una justicia que actúa "según aconseje la jugada".

Por eso se lo miran mucho antes de reconocer la autoridad del juez español. Porque la política ha ciscado la justicia. Y esto lo pagamos todos. Qué vergüenza... Y qué lastima, de veras.