SOSTIENE RODRÍGUEZ ZAPATERO...

Artículo de Rosa Díez en su blog de “¡Basta Ya!” del 27 de diciembre de 2008.

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

El Presidente del Gobierno ha hecho su particular balance del año 2008. En un largo discurso-soliloquio en la Moncloa ha vuelto a demostrar que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Su balance es un canto a la confusión; al cuentismo (de la lechera); a la fascinación por las frases hechas; al engaño como forma de expresión política. Rodríguez Zapatero ha demostrado una vez más que, aunque quizá no sepa quien es,  coincide plenamente con la aseveración de  George Orwell: "el lenguaje político debe consistir principalmente en eufemismos".

Las referencias de Rodríguez Zapatero a la crisis son para enmarcar: "La tempestad es fuerte, pero ahora tenemos un barco sólido que conoce muy bien su rumbo". ¡¡Toma castaña!! Para que digan que no es un hombre favorable a la autogestión, vamos, a que cada cual haga lo que le da la gana: incluso el barco. Ahora resulta que las crisis se arreglan dejando al barco que vaya a donde le da la gana...  Claro, si no hay puerto de destino, pues llegues donde llegues, has llegado. Nadie te podrá decir que erraste el camino. Lo dicho: un prodigio, el presidente. Este hombre supera mis peores predicciones. Mira que le advertí en un debate sobre política general que su problema (el nuestro) es que ha convertido al Gobierno de España en el coordinador de las diecisiete comunidades autónomas.  Cuando me escuchó  se me enfadó mucho, y me replicó que si eso fuera así "nadie querría sentarse en el banco azul, y todo el mundo quiere...". Les  prometo que es textual. Pues ahora resulta que ni coordinador quiere ser : que él se sube al barco y que éste tire para donde quiera. Debe de ser para que no le digamos que el problema no es el barco sino que el capitán no sabe a donde quiere ir. Pues solucionado: no hay capitán y punto. ¿Que la cosa va mal? Pues la culpa, el barco. No tiene desperdicio, oigan.

No es de lo único que ha hablado el Presidente del Gobierno. También el terrorismo ha tenido su hueco. Y también en este tema  se ha mostrado como fiel imagen de ese político que describe Orwell: "El lenguaje político ....... está diseñado para lograr que las mentiras parezcan verdades ......., y para dar una apariencia de solidez al mero viento". Ha dicho el Presidente que: "La democracia ha dado tres oportunidades a ETA para que terminen sus crímenes y ETA las ha desperdiciado. No habrá más".  La manipulación al tratar de equiparar su proceso de negociación política con ETA con los dos procesos anteriores --el realizado por el Gobierno de Felipe González y el realizado por el Gobierno de Aznar-- es escandalosa.

Ni González ni Aznar negociaron políticamente con la banda. Ni González ni Aznar convirtieron a ETA en su interlocutor político; ni González ni Aznar estuvieron dispuestos a entrar --siquiera-- en el debate de "final dialogado" que presidió toda la negociación de Zapatero con Ternera. González ordenó concluir las conversaciones de Argel en cuanto ETA pidió una mesa de partidos; Zapatero mantuvo las negociaciones sobre la mesa de partidos, sobre su composición y su operatividad,  en Loyola;  e incluso invitó al PNV a las reuniones para ver si así era posible la constitución de la citada mesa política con la banda sentada alrededor de ella en igualdad de condiciones con los partidos democráticos. González se negó a reconocer políticamente a los terroristas con los que negociaban en Argel: de un lado el Gobierno, del otro, los terroristas. Zapatero llevó la negociación al Parlamento Europeo y sentó a los terroristas en la Tribuna de invitados. Los enviados de González se reunieron  con ETA con luz y taquígrafos; Zapatero negó hasta la saciedad los contactos; incluso mintió al afirmar que se habían cancelado tras los atentados de Barajas; y volvió a mentir cuando reconoció que siguió negociando: le echó la culpa a Tony Blair. Más aún: ni siquiera cumplió la Resolución del Congreso de los Diputados que establecía las condiciones en las que se podía iniciar el diálogo con la banda. Pervirtió el proceso que él mismo había diseñado; pervirtió el lenguaje y pervirtió la política.

Los enviados de Aznar se reunieron  una sola vez con los enviados de la banda; cuando éstos empezaron a hacer peticiones políticas, se levantó la reunión y nunca más volvieron a sentarse. Por cierto: los enviados de Aznar se reunieron con la banda después de que ésta declarara una tregua que acordó con el PNV y de la que el Presidente del Gobierno se enteró por la prensa. Los enviados de Zapatero --que se reunieron varias veces antes con la banda para pactar la tregua-- se sentaron un número desconocido de veces con los terroristas; incluso supimos que el negociador terrorista, Josu Ternera, llevaba protección policial durante todo el proceso.   El sanguinario Ternera, el mismo que hoy está en la lista de terroristas más buscados en Europa, protegido por la policía mientras  se reunía con Eguiguren; servicios policiales europeos que incluso le acompañaban a hacer footing antes de las reuniones de negociación con el Presidente del PSE y enviado de Rodríguez Zapatero. A él --al malo-- le protegía la democracia española, para que nada le ocurriera mientras negociaba nuestra libertad...   Y ahora está en busca y captura... ¡¡Qué vergüenza!!

Y Rodríguez Zapatero quiere que comparemos su cesión democrática ante ETA con las dos ocasiones anteriores en las que los gobiernos democráticos españoles tomaron la temperatura a la banda. Él quiere que pensemos que hizo lo mismo que sus predecesores. Pues mientras yo tenga un lugar donde escribir, mientras yo tenga un lugar donde hablar, no permitiré el engaño: Zapatero ha sido el único Presidente democrático que ha cedido a ETA todo lo que tenía en sus manos al reconocer a la banda como interlocutor político. Lo de menos es que no llegaran a un acuerdo: el gobierno de España le dio a la banda lo que ésta lleva buscando desde que empezó a asesinar: le ha dado carácter de interlocutor, ha hablado de política con ellos, ha hablado de reformas institucionales, de mesas paralelas al Parlamento... Le ha dado todo lo que está en su mano; lo que no le ha dado (la integración de Navarra en Euskadi, la independencia, un nuevo modelo institucional...) es porque no lo tiene, porque es nuestro, porque lo tendríamos que votar entre todos. Y a eso no ha podido llegar.

Y ahora, en el fin de año, pretende que nos olvidemos; que homologuemos lo que él ha hecho con lo que han hecho los anteriores, que pensemos que se limitó a repetir lo realizado por gobiernos anteriores.  Quiere que pensemos que ya en otras ocasiones se negoció  una salida política para  ETA; quiere que pensemos que también otros antes que él estuvieron dispuestos a la paz de los cementerios. Insisto: no mientras yo tenga un lugar en el que escribir, una tribuna en la que hablar. Porque recordar es un deber; y porque es la única manera de que no se repita la historia. 

Y también nos ha hablado del proceso de negociación de la financiación autonómica. Vamos, que nos ha dicho que todo va a ir muy bien, que todos los ciudadanos vamos a tener la misma financiación vivamos donde vivamos. ¿Quiere eso decir que se va a revisar el cálculo del Cupo Vasco  y de la Aportación de Navarra? ¿Quiere eso decir que se va a extender el sistema de Concierto a toda España? ¿Quiere eso decir que lo que está escrito en el Estatuto de Cataluña, bilateralidad pura y dura, se va a generalizar? ¿Quiere decir que hemos decidido que España sea un país confederal y no nos hemos dado cuenta? Debe de creer que somos bobos, que no sabemos sumar, que no somos conscientes de que está ofreciendo a cada cual lo que cada cual quiere escuchar: desde financiación por PIB; financiación por población; financiación por dispersión; o, lo que ya es el colmo, por hecho diferencial lingüístico...

Esto va fatal. Cada cual de visita a la Moncloa, como si fueran a presentar la carta a los reyes magos. Y el mago sonriendo y prometiendo lo que no tiene. Y va y se atreve a hablar de solidaridad. ¿Qué es eso de que la solidaridad entre terrririos estará garantizada con el nuevo sistema? No hay más que un territorio, que es España. Y no es solidaridad aquello a lo que con todo derecho aspiramos: es igualdad. Es la cohesión lo que el Gobierno de España tiene que garantizar para asegurar la equidad. Pero, claro, cómo explicar esto a alguien que cree que él es más que un coordinador porque todos quieren sentarse en el banco azul...  Menudo panorama: las comunidades ricas contra las pobres. Cada cual, a lo suyo. ¿Nadie va a explicar que si se rompe la cohesión no hay futuro? ¿Quién va a hablar en España de lo nuestro, de lo común, de lo que es de todos?