NADIE COMO TU MADRE, JOXEBA, PARA
HABLAR DE TÍ...
Artículo de Rosa Díez en su blog de “¡Basta Ya!” del 08 de febrero de 2009
Por su interés y relevancia
he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Carta a los nuevos ciegos
En el segundo aniversario del asesinato de mi hijo Joxeba
te hablé en público y en privado, Patxi, porque estaba cada vez más preocupada
por algunas palabras y gestos de quienes te acompañan en el partido.
Soy mayor, Patxi, tengo setenta y tres años y tú eres muy
joven, como lo es el presidente del Gobierno. Por eso me atreví a decirte que
pensaras en las cosas que son realmente importantes: la vida y la dignidad. La
defensa de la vida y de la libertad y de la dignidad es más importante que el
poder o que el interés del Partido Socialista. Sabes muy bien que mi hijo
pensaba exactamente así...
Te hablé de la traición de los nacionalistas en Santoña
en 1937, Patxi...
Con José Luis Rodríguez Zapatero hablé el 13 de diciembre de 2003. Ahora
estamos en el año 2005 y yo todavía tengo voz, y no callaré, pero ahora hay
muchos ciegos en España y creo que serán ciegos y mudos ante nosotros. Hay
muchos ciegos que serán leales a lo que hagáis, aunque nos traicionéis, porque
sólo ven las siglas y éste es el país de Caín y Abel, de unos contra otros, de
la política que parece tantas veces un partido de unos forofos contra otros
forofos. Y sí, los hinchas que escriben de vuestro lado dirán lo que vosotros
no diréis en voz alta, que es lo que ya nos han dicho los nacionalistas: que
estamos manipulados por el Partido Popular y por nuestro dolor, y que
deberíamos estar callados cuando nos den un abrazo y un homenaje.
ETA no ha dado tregua, pero a veces creo que os ha podido
o que está a punto de poderos... ETA no se ha arrepentido de matar, y puesto
que no va a reconocer el mal causado, si obtiene algo de vosotros significará
por fin que matar ha valido la pena. Me apena –a veces me indigna, si tengo que
ser totalmente sincera– veros enredaros en las palabras con que os intenta
descolocar el mundo de ETA... Y salvo que deseemos engañarnos, nos consta que
Ibarretxe no se ha arrepentido de haber pactado con ETA, ni de romper por la
mitad la sociedad vasca. Ibarretxe y la gran mayoría de los nacionalistas
—«tengan pistola o no» son de los de a Dios rogando y con el mazo dando, y en
la negociación irán de la mano con las mismas palabras...
Ay, Patxi, ya sé que no me enseñarás los lugares donde
estuve refugiada. Tú me dijiste que mi vida había sido triste. Fui una
refugiada de guerra miserablemente pobre, crecí como la hija de un rojo
represaliado, no pude votar hasta los cuarenta y cuatro años. Y después vino el
calvario de nueve años de ver sufrir a mi hijo, que veía llegar su propio
asesinato. Se jugó la vida por defender la libertad, no por lo que parece que
viene de vuestra mano, eso que pomposamente se anuncia como un proceso de Paz.
Porque, Patxi, ahora veo que, efectivamente, has puesto en un lado de la
balanza la vida y la dignidad, y en el otro el poder y el interés del partido,
y que te has reunido con EHAK. Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces
los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a
las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué
solos se han quedado nuestros muertos!, Patxi. ¡Qué solos estamos los que no
hemos cerrado los ojos!
Pilar Ruiz Albisu, madre de Joseba Pagazaurtundúa, asesinado por ETA.
Nadie mejor que tu madre, querido Joxeba, para hablar de libertad. De lo de siempre. De lo que sigue siendo la asignatura pendiente de este pequeño país nuestro en el que los que mandan siguen empeñados en "normalizarnos". Cómo si no fuera eso, precisamente eso, lo que han perseguido siempre los nacionalistas; los que matan y los otros: una sociedad normalizada, todos iguales, todos sometidos al nacionalismo obligatorio. Por defender una sociedad normal, plural y democrática te asesinaron, Joxeba. Qué triste es que seis años más tarde sigamos en la misma batalla... Pero, a la vez, qué esperanzador resulta que no hayamos dado la batalla por perdida...
Nadie mejor que Pilar para exigirnos que no olvidemos; para recordarnos que hubo muchos ciudadanos, antes que nosotros, que no se rindieron, que levantaron la bandera de la dignidad y de la justicia. Y que dieron la cara hasta el final para que algún día nuestros hijos puedan vivir en una sociedad normal. Pilar, honrarte a tí es honrar a Joxeba. Y con él a tantos amigos, a tantos desconocidos que han sido nuestros escudos durante todos estos años negros.
Todos los que tuvimos la suerte de conocer a Joxeba le recordaremos hoy un poquito más que los demás días de nuestra vida. Recordaremos aquel fatídico día de su asesinato; cómo nos llegó la noticia; todo lo que hicimos; lo que sentimos; lo que hablamos... cómo nos movimos entre perplejos y desconsolados... Pilar se acercará hoy a ese monumento sencillo instalado al lado del Ayuntamiento del Andoain que llamamos "La casa de Joxeba". Y acompañada de Estíbaliz y de la gente que la quiere y que añora a Joxeba le dejará unas flores bajo el tejado abierto de hierro rojizo. Y habrá unas velas encendidas. Y las lágrimas resbalarán por sus mejillas, lo sé. Y dirá, como siempre que habla de él:"¡Pobre hijo mío!". Y nadie sabrá qué decirla. Y la abrazarán por ver si pueden quitarle algo de su dolor. Y todos recordarán que conocer a Joxeba nos hizo mejores.
Muxux, querida Pilar. Muxux, Estíbaliz. Muxux, Maite.
Joxeba, ¡Viva la libertad!