EL PSOE TIRA LOS PRECIOS DE LA JUSTICIA Y LA IGUALDAD.
Artículo de Rosa Díez en su blog de “¡Basta Ya!” del 18 de octubre de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Ya está: la igualdad de todos los españoles ha sido vendida por seis votos. Ese es el precio que ha puesto el PNV al PSOE para apoyar unos Presupuestos del Estado Residual que el propio portavoz nacionalista calificó como negativos para encarar la crisis. Y esta es la mercancía -la igualdad de todos los españoles, el interés general, la cohesión, la unidad de mercado, la seguridad jurídica-- que los socialistas han estado dispuestos a canjear a cambio de esos seis votos nacionalistas. Seis votos en el Congreso de los Diputados que tienen tras de sí a menos ciudadanos que los que hicieron posible que UPyD tenga una Diputada Nacional. Fíjense si es importante mantener esta Ley Electoral injusta; una ley electoral que le permite al PSOE sacar dos ventajas a la vez: verse primado a la hora de obtener un escaño (poco más de cincuenta mil votos necesitó para ello) y poder chalanear con los nacionalistas, que también fueron primados por la misma Ley (menos votos que nosotros, seis diputados frente a uno).
Resulta
tan obsceno el proceso negociador y la conclusión y consecuencias del
mismo que si este país tuviera suficiente cuajo y fibra democrática
hubiera sido imposible que llegaran a hacerlo. Porque no es sólo que el
Congreso de los Diputados se haya convertido en un mercado persa en el que todo
se compra y se vende; en el que da igual qué se vota con tal de no perder una
votación; en el que lo que se dice y lo que se hace es completamente
contradictorio. La cosa es más grave: en el mercado persa, además de venderse
la igualdad a precio de saldo, se ha consolidado una alianza perversa entre los
que no creen en la necesidad del Estado Nacional y los que tendrían la
obligación de defenderlo. Porque esas y no otras son las consecuencias del
pacto entre PSOE y PNV: blindar leyes injustas (para que escapen del control de
los jueces ordinarios y para que no puedan ser recurridas ni por CCAA, ni por
los sindicatos, ni por las asociaciones empresariales); o sea, el PSOE
renuncia a defender el interés general y modifica las leyes para que
otros tampoco puedan defenderlo.
Sólo
en España puede salirle gratis al partido que gobierna ceder a un chantaje
similar que pone en riesgo el ordenamiento constitucional y democrático. El
PSOE --que hace mucho tiempo que ha perdido el sentido de estado y el sentido
de los límites-- está tranquilo y piensa que electoralmente no pagarán precio
alguno. Se fija en lo que pasa en el PP, en sus escándalos, en su incapacidad
para la actuación regeneradora, en el complejo con el que actúa (no hay más que
recordar que el PP vasco vino a las Cortes a defender el blindaje) y concluye
que con esta oposición mayoritaria no tiene por que
preocuparse. Además, y por si fuera poco, el PSOE recuerda lo que pasó en la
legislatura anterior: dividió a España entre dos con su proceso negociador con
los asesinos de ETA, rompió todos los pactos de estado, humilló alas víctimas del terrorismo y a todos los que defendían la
derrota de ETA frente a las cesiones políticas, y volvió a ganar las
elecciones.
En el
PSOE piensan que no deben cambiar de estrategia porque les vaya mal a
otros. Piensan que tienen impunidad, que la gente siempre les disculpará frente
a esta derecha
a la que cada día descalifican por ultra y por incapaz. En el PSOE tienen muy mala opinión de
los ciudadanos; consideran que nadie se va a movilizar por defender los valores
positivos; consideran que la porquería, el insulto, la
descalificación, resultan rentables desde el punto de vista
electoral para la izquierda. En el PSOE piensan que nadie se dará cuenta que
han pactado la ley más importante del año con un partido político al que España
le importa un bledo; en el PSOE piensan que nadie se percatará de que han
pactado la ley de la que dependerán las políticas sanitarias, educativas,
fiscales, de vivienda..., con un partido que hoy está en la calle defendiendo a
Batasuna/ETA y descalificando la actuación del Estado en la persecución de los
cómplices de ETA. En el PSOE piensan que a ellos sí que les permiten los
ciudadanos estar en misa y repicando.
Lo
triste es que a lo peor tienen razón en el PSOE. A lo peor los
ciudadanos lo único que quieren es que --como suele decir Fernando Savater-- les dejen en paz. A lo peor tiene razón el
PSOE y, escándalo tras escándalo, convenientemente adobado y divulgado,
consiguen que sólo vayan a votar los más hooligans de los de cada bando. A
lo peor es cierto que el desistimiento crece y que cada vez es más raro
encontrar a alguien dispuesto a opinar por sí mismo, dispuesto a tomar
libremente sus decisiones. A lo peor tienen razón en el PSOE y no hay
apenas nadie que sea consciente de que "el fascismo es lo que ocurre
cuando dejamos de prestar atención", en feliz expresión de Viggo Mortensen. Porque, sin
llegar tan lejos, lo que sí es claro es que cuando los ciudadanos dejamos de
prestar atención por la política llegan a las instituciones políticos que dejan
de prestar atención a los legítimos derechos de los ciudadanos.
A lo
peor tiene razón los del PSOE. A lo peor es cierto que la gente perdona
actitudes tan claramente contrarias al sentido del decoro como ese pacto que
han hecho con los nacionalistas vascos; con estos que no han tardado ni un
minuto en poner en práctica el viejo dicho de "Toma el dinero y
corre". Y han corrido, ya lo creo; han corrido al monte a defender, junto
a la llamada izquierda abertzale, (esa que los tribunales determinaron que formaba
parte de la banda terrorista era ETA) la libertad de los últimos detenidos
acusados de estar montando una nueva organización al servicio de ETA. Una vez
más, los nacionalistas que pactan con el PSOE han demostrado la fidelidad a sus
costumbres: primero, los nuestros; después, el estado de derecho. A lo peor el PSOE tiene
razón al creer los españoles se olvidarán de lo que los socialistas
han hecho en el Congreso de los Diputados en cuanto escuchen a Rubalcaba
criticar al PNV por "salir a la calle" a "defender la estrategia
de los que apoyan a ETA". A lo peor tiene razón el PSOE y los ciudadanos,
en vez de castigarles por su impostura, les dan un premio por ser los más frikis del año.
Seguro
que los que han pactado con el PSOE se van a encontrar en el monte con los que
desde cuarenta y tres ayuntamientos vascos y navarros siguen las
instrucciones de esa banda de la que los tribunales determinaron que
forman parte. Quizá les den noticias de que lo suyo va bien, de que el gobierno
de Rodríguez Zapatero no va a utilizar las leyes en vigor para devolver la
dignidad a los consistorios desde los que gobiernan. Quizá les cuenten lo que
otros no sabemos pero intuimos. Aunque quizá eso que intuimos no forme parte
del pacto. A lo mejor en eso (en lo de mantener a los titulares de partidos
políticos que integran el entramado de ETA al frente de los municipios) es
el PSOE el que ha tomado la iniciativa.
Pero
bueno, a lo mejor el PSOE se equivoca. A lo mejor hay suficientes
ciudadanos que no están dispuestos a perdonar esta nueva felonía.
felonía.
(De felón).
1. f. Deslealtad, traición, acción fea.
Pues
eso. Ahí están los socios del PSOE en alegre biribilketa
manifestándose por san Sebastián con los dirigentes de Batasuna; ahí están
los que salvan los presupuestos de Zapatero, blindando con Batasuna la
libertad de los terroristas a cambio de la igualdad de todos los
españoles. Ahí están, disfrutando de toda la impunidad y de todo el amparo que
les da la izquierda oficial, la socialdemocracia ambidiestra que nos gobierna. De veras,
qué vergüenza.