UNA PELÍCULA REPETIDA

 

 Artículo de Florencio Domínguez en “El Correo” del 17/01/2005

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

La organización terrorista ETA explicaba en su comunicado de ayer que apoya la propuesta presentada por Batasuna en Anoeta el 14 de noviembre. Era algo evidente porque la iniciativa en cuestión había sido ’cocinada’ a medias entre la banda y su brazo político. Es lo mismo que ha ocurrido con la decisión de aprobar el plan Ibarretxe en el Parlamento vasco, fruto de otra decisión conjunta. La misma Batasuna lo hacía saber a sus bases en una circular interna difundida el mismo 30 de diciembre. En ella indicaba que el numerito de votar tres a favor y tres en contra había sido adoptado con el acuerdo «de todas las organizaciones de la izquierda abertzale», eufemismo utilizado para no tener que mentar la bicha, pero dejando claro que la bicha había dado su bendición.

ETA apoya la propuesta de Anoeta, pero eso no ha sido óbice para que, desde entonces, la organización terrorista haya seguido cometiendo atentados, porque en la lógica de esa iniciativa no sólo no hay incompatibilidad entre hacer supuestas ofertas de paz y colocar bombas, sino que se trata de mecanismos complementarios que se refuerzan mutuamente.

Si alguien pensaba -y no ha faltado quien lo expresara así públicamente- que ETA quería sabotear a Batasuna, se equivoca. Hoy por hoy siguen caminando de la mano, con funciones repartidas entre uno y otro.

El comunicado etarra aparece unas horas después de que se difundiera la carta abierta de Batasuna a Rodríguez Zapatero que tantas expectativas ha levantado y que ha traído el recuerdo de tiempos ya pasados: que si algo se mueve, que si hay manos tendidas, contactos, treguas... Todo ello, menos de una semana después de que estallaran las últimas cuatro bombas de ETA. Se trata de una película que se ha repetido demasiadas veces en los cines vascos, pero todavía hay quien cree que estamos de estreno.

La agobiante presión del terrorismo en la sociedad vasca ha sido tal, que no poca gente está dispuesta a considerar un gesto de magnanimidad el hecho de que le perdonen la vida a uno, pero el sentimiento de euforia no debería hacer olvidar que el mundo del terrorismo etarra sólo se ha movido cuando el Estado de Derecho le ha puesto contra las cuerdas con la ley en la mano y no cuando le ha ofrecido incentivos políticos o de otro tipo.

El desestimiento de ETA y de los etarras no se conseguirá generando algún tipo de expectativas, sino por la vía contraria: haciéndole saber con claridad que nunca logrará nada. Y si alguien tiene dudas al respecto, convendría que volviera a leer la carta escrita el pasado mes de agosto por Francisco Múgica Garmendia, ’Pakito’, y otros cinco miembros de ETA.