DIRIGENTES VASCOS
CRITICAN LA FALTA DE PARTICIPACIÓN EN UPYD
Reportaje
de Lorena Gil en “El
Correo” del 20 de septiembre de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
Acusan a la
dirección política de querer cambiar la filosofía del partido y exigen al
equipo de Rosa Díez que les escuche
La «crisis»
interna que azota a Unión Progreso y Democracia en diferentes comunidades ha
llegado también a Euskadi. Cuando apenas quedan nueve días para que la
formación cumpla sus dos primeros años de actividad, militantes críticos con la
dirección del partido, entre los que figuran las dos cabezas de lista de UPyD por Vizcaya y Guipúzcoa en las pasadas elecciones
autonómicas, Lydia Brancas y Maleni San Vicente, han
puesto por escrito sus discrepancias respecto a la manera en que actúa el
equipo de Rosa Díez.
Estos
dirigentes han presentado dos enmiendas a la totalidad al proyecto que
defenderá la Ejecutiva en el próximo congreso de la formación, que se celebrará
el 20 de noviembre, y han suscrito una tercera en apoyo al sector crítico de
Madrid, en la que se exige la anulación de todos los expedientes abiertos
«injustamente» contra distintos compañeros del partido.
Las
aguas bajan revueltas desde el pasado mes de marzo, cuando, según denuncian
desde el sector crítico vasco, la dirección empezó a variar su rumbo,
trastocando «cosas demasiado sustanciales» del manifiesto fundacional de UPyD.
En
apenas cinco meses, la formación ha sufrido la marcha de Mikel Buesa, la renuncia del coordinador en Andalucía y la
apertura de expedientes disciplinarios a una quincena de militantes por
arremeter abiertamente contra la actual Ejecutiva. Quienes discrepan en Euskadi
aseguran no cuestionar el liderazgo de Rosa Díez, pero reprochan a la dirección
política de la formación que «tome decisiones sin ningún tipo de debate participativo»
y que las únicas salidas que se encuentren aquellos con una opinión contraria a
la línea oficial sean «dejar el partido o ser expedientados», denuncia Rodolfo Laiz, uno de los fundadores de la formación en el País
Vasco.
Pese
a la destacada trayectoria seguida por UPyD desde su
debut en el panorama político -cuenta con representación en el Congreso de los
Diputados y en los parlamentos vasco y europeo-, la
resaca post-electoral ha sacado a la luz las divergencias que existen en el
seno de la formación. Maleni San Vicente advierte que
muchas personas «nos sentimos engañadas y defraudadas» al ver que, tras los
buenos resultados obtenidos en las urnas, «lo que se pretende hacer es cambiar
la filosofía del partido». La que fuera cabeza de lista por Guipúzcoa en los
comicios autonómicos asegura que seguirán luchando «al menos hasta el congreso»
de noviembre. «Nuestro objetivo es ser constructivos», afirma.
Expedientes en curso
Los
críticos acudirán al Palacio de Congresos de Madrid con dos enmiendas a la
totalidad del proyecto abanderado por la dirección. La primera hace referencia
a los estatutos y la organización del partido, y la segunda a la ponencia
política. En ellas, defienden que el manifiesto fundacional, obra del filósofo
Fernando Savater, se desarrolle por vías
«democráticas» e instan a la dirección a funcionar «de una manera más
participativa». «Unión Progreso y Democracia nació con vocación de no ser un
partido como los demás, donde unos pocos mandan y muchos otros obedecen»,
recuerdan. De no ver satisfechas hasta cierto punto sus demandas, no descartan
abandonar la formación.
Además,
el sector crítico vasco se ha sumado, asimismo, a la propuesta remitida por los
'disidentes' de Madrid, en la que se exige anular los expedientes disciplinarios
en curso y a establecer un plazo de un mes desde la aprobación de los estatutos
para que los militantes que dejaron el partido puedan reintegrarse.