LA PINZA QUE AHOGA AL PP
Artículo de Edurne Uriarte en “ABC” del 04.02.08
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que
sigue para incluirlo en este sitio web.
Con un breve comentario al final:
A DIAGNOSTICO ERRONEO, ESTRATEGIA PERDEDORA
Luis Bouza-Brey, 4-2-08, 11:30 hs.
El efecto Tinell ahoga al PP en las encuestas, en una pinza entre el
PSOE, IU y nacionalistas en la que la diferencia de 3,8 puntos se multiplica
por tres en el aroma que destilan los diversos indicadores. Con un 38,6% de
intención de voto, el PP presenta imagen de minoría arrinconada por una
confluencia de votantes socialistas, nacionalistas y radicales alineados en las
mismas posiciones. A favor del benefactor de los nacionalistas y en contra de
los disidentes del nacionalismo.
La pugna electoral de
las encuestas no es entre el PSOE y el PP. Lo es entre el PP y una alianza
práctica del PSOE con nacionalistas e IU que sostiene una valoración de
Zapatero y de la acción del Gobierno muy por encima de lo que cabe esperar de
la fidelidad de los propios votantes socialistas. Y de los propios hechos. Sea
la eficacia del Gobierno o la calidad política de Zapatero.
El 5,4 de Zapatero
frente al 3,9 de Rajoy indica su magnanimidad con el poder nacionalista más que
su liderazgo. Su disposición a una continuación de la cesión del poder del
Estado allí donde los partidos nacionalistas y la izquierda radical, que ya son
lo mismo, lo demanden. Fue la apuesta de Zapatero y las encuestas refrendan su
eficacia electoral.
La extrema derecha, cuya
presencia tanto ha agitado el PSOE, es un mero fantasma en términos
electorales. Ni existe ni da votos o liderazgo. Pero la extrema izquierda y el
nacionalismo independentista constituyen una realidad que da aprobados y
liderazgo en las encuestas. Y probablemente bastantes votos a tenor de datos
como la valoración de Zapatero entre los votantes de IU, mejor que la del
propio Llamazares.
La UPyD
que nació para frenar el desproporcionado poder de los nacionalistas en la
política española quizá contribuya paradójicamente a que ese poder se agrande
en la próxima cita electoral. Su mensaje, tan agresivo con quien coincide, el
PP, como con el PSOE, divide la alternativa a Zapatero. Y sus votos, que
restarán sobre todo del PP, quizá sean decisivos para que la alianza de
Zapatero con el nacionalismo y la izquierda radical tenga otros cuatro años
para deconstruir España.
Breve comentario final:
A DIAGNOSTICO ERRONEO, ESTRATEGIA PERDEDORA
Luis Bouza-Brey, 4-2-08, 11:30 hs.
En Cataluña, hace ya casi
un siglo, Ciudadanos le quitó votos al PP porque éste, con Piqué, tenía el
síndrome de Estocolmo frente al nacionalismo. Ahora, Rajoy no se atreve a
separarse radicalmente de los pactos postelectorales con los nacionalistas, y
va a sucederle lo mismo con UPyD.
Sí que hay que poner
énfasis también en la crisis económica, pero en España lo que hay es una crisis
global (¿terminal?) del sistema democrático y del Estado, y es preciso
diagnosticar su gravedad, sus responsables y sus actores, a fin de ponerle
remedio si se puede. Y eso es lo que Rajoy no hace, por miedo a quedarse solo
frente a la alianza PSOE-nacionalismos-IU. Pero lo que va a conseguir con este
apocamiento es quedarse más solo todavía, pues ni nacionalistas, ni PSOE, ni IU
van a cambiar sus políticas si su alianza no pierde, pero además, si Rajoy no
les hace frente, bastantes de sus votantes potenciales se van a ir a UPyD.
Por eso creo que Rajoy se
está equivocando, y que va a perder por no diagnosticar bien la situación y
además tenerle miedo a esa chorrada de la "izquierda volátil", pues
el sector más importante de la izquierda volátil es el fluctuante entre PSOE y
PP, ya que la ultraizquierda se abstendrá, o votará a IU, o en último término
al PSOE, pero no son tantos.
Por eso el PP y Rajoy
están estancados, porque no se les ve como alternativa frente al desastre ZP y
la alianza demencial PSOE-ERC-CIU-PNV-IU. Y frente a este estancamiento UPyD no va a tener tiempo de crecer lo suficiente, por lo
que ZP volverá a ganar y a reproducir la alianza disgregadora, sea con ERC o
con CIU-PNV.
El error de Rajoy es tener
miedo a la movilización del país ante una situación crítica. Es curioso que
acuse al Gobierno de no diagnosticar bien la crisis económica, cuando él no se
atreve a diagnosticar bien la crisis global de España. Si diagnosticara bien, y
diera cuenta de la gravedad de la situación, movería a muchos más a su favor
que en contra, y ganaría las elecciones.