QUE VIVA ESPAÑA

Artículo de Edurne Uriarte en “ABC” del 29 de mayo de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

La descomposición del poder es lo que tiene. Los rostros se desencajan y los argumentos se quiebran. Hasta límites patéticos, con tal de agarrarse al último resorte del mando y sus privilegios. Algo de esto pasa con el argumento utilizado por la izquierda tras el agónico voto que mantiene a los suyos en La Moncloa. Se ha salvado a España de los mercados, dicen. Y aún más, los artífices de la salvación de España son los nacionalistas catalanes, con su sentido de responsabilidad y de Estado.

Descubrir en la izquierda este repentino acceso de nacionalismo español es lo más divertido de cuanto acontece en las últimas semanas. El lado grotesco de la caída, el último y más ridículo disfraz que intenta la élite socialista para justificar el apego al poder. Cuando los argumentos con los que se construyó ideológicamente ese poder han caído uno tras otro. Tanto el de los derechos sociales opuesto al malvado neoliberalismo de Bush y de Aznar como el de la España plural, diversa e integradora de los nacionalismos vasco y catalán y superadora del españolismo y centralismo de la derecha.

Zapatero vestido de nacionalista español es de una incongruencia comparable a la de Rajoy vestido de militante antiglobalización. O de CIU vestido de sentido de Estado. Una coalición que pide elecciones anticipadas, pero después de las catalanas. Que apoya lo que llama «derecho de autodeterminación de Cataluña» o los referendos independentistas, que amenaza con desobedecer al TC y que rechaza el principio de soberanía nacional del pueblo español. Al representante de todas esas ideas, Duran, se le atribuye sentido de Estado.

Y los socialistas le aplauden en el Congreso por salvar España. Con el programa neoliberal de Bush y de Aznar que hace pagar la crisis a sus víctimas. Que viva España, si es posible, hasta 2012.