EL INSUMISO MONTILLA
No puede
liderar el respeto a las leyes un Gobierno que respalda la rebelión del PSC
contra la soberanía nacional
Artículo
de Edurne Uriarte en “ABC”
del 07 de julio de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Con un muy breve comentario a pie de título:
PUES SÍ, SE HA ROTO
Luis Bouza-Brey (7-7-10)
Cuando los tarados que nos gobiernan afirman
que los que hablaban de que España se rompía como consecuencia de la política
autonómica del Gobierno estaban exagerando, demuestran a las claras su escaso
rigor y autoridad, pues estamos viendo como se abren las brechas de las vigas
maestras del Estado: comienza a incumplirse la ley, después de haber sido
asesinada la Constitución, y llegará el momento en que cada uno haga de su capa
un sayo en cada ámbito taifal. ¿No es momento ya de
empezar a hablar de responsabilidades penales de los autores de este
desaguisado?
Constituye
un espectáculo el repentino entusiasmo del Gobierno y de la izquierda por el
respeto a las leyes y al Estado de Derecho. La indignación de Aído, las lecciones de legalidad de Alonso, la protesta
contra la «insumisión», contra la «rebelión», contra el «boicot de las leyes»,
que son las maneras como se ha calificado la intención del Gobierno murciano de
no aplicar la ley del aborto hasta que se pronuncie el TC.
Justamente
unos días después de que el propio Zapatero afirmara su voluntad de desarrollar
un poder judicial propio en Cataluña para eludir la sentencia del Constitucional.
Y en vísperas de un masivo acto de insumisión contra la sentencia que Montilla
y todo el PSC van a protagonizar. Todo lo que no ha provocado una sola crítica
en la izquierda y menos referencia alguna a la insumisión, a la rebelión o al
boicot, sino más bien todo lo contrario, con la izquierda apuntada en bloque a
la insumisión y con un ministro del propio Gobierno, Corbacho, dispuesto a día
de ayer a ir a la manifestación. Lo que sitúa en mínimos la credibilidad del
Gobierno en lo que a respeto al Estado de Derecho se refiere. Y el problema en
su auténtico lugar.
Y no
porque deje de asistirle la razón en su crítica al PP en esta materia. También
la credibilidad del PP está en juego si no impone con total claridad la
obligación de cumplir la ley de todas las comunidades autónomas. Sin
excepciones, porque esas excepciones, incluso las relativas a una ley como la
del aborto, destruyen todo el discurso sobre la soberanía nacional y la lealtad
al Estado.
Pero
no puede liderar el respeto a las leyes un Gobierno que respalda abiertamente
uno de los mayores actos de ilegalidad posibles en una democracia como es la
rebelión del PSC y de los nacionalistas catalanes contra la soberanía nacional.
He ahí el auténtico agujero de nuestro estado de derecho, no lo de Murcia.