DEMOCRACIA
RESTRINGIDA NO ES DEMOCRACIA
Artículo de Elisa Jovellanos en su blog del 01 de julio de 2009
Por su interés
y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio
web
UPyD no es un partido democrático, ni desgraciadamente lo será
tras el congreso de noviembre. Para que un partido sea democrático, la
dirección saliente se debe inhibir de su gestión, crearse una comisión
electoral que dirigirá el proceso electoral hasta el congreso, haciendo que
todas las candidaturas que se quieran presentar cuenten con los mismos recursos
proporcionados por el partido y plena libertad para hacer llegar sus mensajes a
los militantes. Pero esto no ocurrirá.
Al contrario, Rosa Díez elegirá el próximo Consejo de Dirección que la acompañe, los
que quieran que la Divina Progresista siga dirigiendo el proyecto -cada día más
abyecto-, tendrán que aceptar a quienes Rosa Díez elija. Es cierto, también se
puede elegir un Consejo de Dirección sin Rosa Díez como presidenta del mismo,
algo prácticamente imposible, que posiblemente acabara con el partido. Así que
Rosa Díez ha secuestrado la democracia en UPyD, hay
algunos que piensan que está en su derecho, y otros que pensamos que no lo
está.
La democracia restringida es lo que se propone, acompañada de la más absoluta
falta de libertad. Se ha expedientado a todos los que no han asentido, se han
producido más de un 60 % de bajas en el Consejo Político, se ha cambiado
numerosas veces de coordinadores en la mayor parte de las autonomías, salvo en
las que son controladas desde la dirección, se ha perseguido, acosado y
maltratado políticamente a numerosos militantes, que hoy están denunciando todo
lo ocurrido en internet.
En estas condiciones, más que un Congreso, lo que se debería hacer es proponer
la disolución del partido, porque incumple la Constitución, la Ley de Partidos,
y cualquier norma de sentido común y de respeto a los ciudadanos. No habrá unas
elecciones democráticas en UPyD, hay países del
tercer mundo, recientes dictaduras, que cumplen más requisitos democráticos que
el partido de Rosa Díez. UPyD no soporta una
auditoría democrática, y ninguna agencia institucional daría de paso a este
partido y todas sus arbitrariedades en Europa.
Los dirigentes de UPyD no respetan la democracia, ni
la pluralidad, ni la legislación vigente, ni la igualdad de oportunidades, ni
la libertad de expresión, comunicación y reunión, en pleno siglo XXI, en un
país que se considera democrático. Al contrario, cumple todos los criterios de
una organización autoritaria, sectaria, segregacionista, en la que los
designados para mandar humillan sin interrupción a los designados para
obedecer, especialmente si les contradicen o discrepan de su interpretación
interesada de la democracia y la libertad.
Aceptar estas condiciones para la organización de un congreso, es la mejor
demostración de que UPyD ni es una organización
democrática, ni tampoco quiere serlo. En Cuba también se vota, y también se
votaba con Franco. Antes de que las barbaridades sigan adelante, los militantes deberían
promover un referéndum sobre si aceptan las condiciones en las que se va a
celebrar el próximo Congreso, se puede hacer fácilmente, otra cosa es que se
quiera hacerlo, evidentemente controlado en su desarrollo por oficiales,
críticos y un notario elegido al azar, y en el que podrían votar todos los
militantes en igualdad de condiciones.
Es la hora de que UPyD sea una formación democrática
o no lo pueda ser nunca, porque celebrar un Congreso en condiciones impuestas
por un sector del partido, que se arroga la representación de todo el partido
para perpetuarse, es un golpe de poder, que no se aceptaría en ningún país
democrático. Bueno en Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, seguro que sí, pero
cuando una ideología como el socialismo revolucionario se considera hegemónica
y todas las demás agentes del capitalismo despótico, es la mejor prueba de que
la democracia se ha extinguido.