LA DIVISIÓN DE UPYD SE EXTIENDE A EUSKADI ANTE SU PRIMER CONGRESO


Una lista alternativa con tres vascos se opone a la continuista de Rosa Díez


Informe de Unai Morán  -  Bilbao  en “El País” del 18 de noviembre de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web

 

UPyD afronta este fin de semana en Madrid su primer congreso. Una cita histórica a la que, sin embargo, el partido llega sumido en una profunda división a la que no se sustrae el País Vasco. Dos listas compiten por el consejo de dirección que define las líneas estratégicas de la formación y ambas presentan una nutrida representación vasca. La continuista está liderada nuevamente por Rosa Díez y plantea la inclusión como vocal del parlamentario Gorka Maneiro. La alternativa la encabeza el joven madrileño Valia Merino.

Apenas dos años de existencia han bastado para asistir a la primera fractura de UPyD, precisamente cuando el partido ha comenzado a traducir en réditos políticos su trabajo en España y en Euskadi. Los últimos meses han sido especialmente convulsos, con numerosas dimisiones de personalidades relevantes, la apertura de varios expedientes y la conformación de una candidatura opositora que justifica su existencia como "alternativa al férreo control que se pretende ejercer desde la dirección".

El sistema de listas cerradas favorece, en principio, a la candidatura continuista que abandera Rosa Díez, en la que figuran seis políticos vascos. Además de ella misma como portavoz, repiten Carlos Martínez Gorriarán al frente de Acción Política y Juan Luis Fabo como responsable de Organización. También se mantiene como vocal Fernando Maura, y entran como novedades la ex dirigente de Izquierda Unida Katy Gutiérrez y Gorka Maneiro, que podría ver premiada en el consejo directivo de UPyD su representación en el Parlamento vasco. Por el contrario, se cae de la lista el antiguo número dos de la formación, Mikel Buesa, que en julio decidió abandonar el partido por su "autoritarismo".

La alternativa que comanda Valia Merino cuenta también con una importante representación vasca. No en vano, acoge como secretario de Acción Política a Rodolfo Laiz, otro de los fundadores de UPyD. Además, el listado incluye como vocales a Iñaki Sánchez y María Magdalena San Vicente, que llegó a ser cabeza por Guipúzcoa en las pasadas elecciones autonómicas, antes de su paso a la oposición interna. Un caso parecido al de su homóloga en Vizcaya, Lydia Brancas, quien simpatiza también con el sector crítico, pese a que no forma parte de la candidatura. A ellos se suma el coordinador del partido en Navarra, Ramón Ibarrola.

Entre ambas listas, diez representantes vascos, casi una cuarta parte del total, que sólo certifican la división de una modesta formación que apenas llega en Euskadi a los 180 militantes. La fractura recorre irregularmente los territorios. Los partidarios de Díez son mayoría en el conjunto de la comunidad autónoma, pero asientan su peso fundamentalmente en la provincia de Guipúzcoa. En Álava son minoría y en Vizcaya los apoyos están más repartidos. Navarra opta también por la alternativa.

Bajo la premisa de que "el liderazgo de Rosa no lo discute nadie", la candidatura oficialista aspira a "seguir con el trabajo iniciado hace dos años". El sector crítico, en cambio, renuncia a su interés por ocupar determinados puestos y argumenta su presencia en el congreso como la "necesaria alternativa" a lo que consideran el "final de un ilusionante proyecto".

El congreso de Unión, Progreso y Democracia se celebrará de viernes a domingo en el Palacio de Congresos de Madrid, donde los cerca de 6.000 afiliados del joven partido tendrán la oportunidad de elegir a su próxima dirección, por primera vez, mediante un sistema de voto electrónico.

Durante el cónclave se someterá también al debate de los afiliados la ponencia política, que insiste en la "regeneración democrática" y defiende la "unidad institucional" de España como un país "laico". Como modelo de Estado plantea un sistema similar al alemán, basado en un sistema "federal" en el que todos los territorios disfruten de "las mismas competencias".