BARÓMETRO DE CLIMA SOCIAL. FEBRERO: EL
PSOE ACELERA SU CAÍDA
Informe de Fernando Garea - Madrid en “El País”
del 07 de febrero de 2010
Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para
incluirlo en este sitio web
El PP amplía a
casi seis puntos su ventaja, casi dos y medio más que en enero - Sube en un mes
el porcentaje de españoles que desaprueba la gestión de Zapatero
El panorama electoral del PSOE tiende al negro. La
estimación de voto respecto a los socialistas se desploma, arrastrada por la
caída de la confianza de los ciudadanos en el Gobierno y en su presidente y por
el rechazo a las medidas que ha planteado. Según la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS, la ventaja del PP roza los seis puntos
y ensancha en dos y medio la que tenía en enero.
El primer sondeo realizado después de conocerse la
intención del Ejecutivo de reformar las pensiones de jubilación muestra una
caída a plomo de la estimación de voto del PSOE (el 37,5%). Son seis puntos
menos que su resultado en las generales de 2008. Todo ello en un clima de
creciente pesimismo sobre el futuro económico y político.
Sin haber llegado al ecuador de la legislatura, José
Luis Rodríguez Zapatero parece atrapado entre las exigencias exteriores que se
trajo de Davos para adoptar medidas drásticas e
impopulares, la sangría de votos que provoca el solo anuncio de esas
propuestas, su compromiso de no recortar derechos sociales y las urgencias
electorales.
Las alarmas encendidas en el PSOE y el Gobierno están
justificadas porque la ventaja del PP sextuplica el exiguo punto de diferencia
que logró en 1996, cuando José María Aznar consiguió ser investido presidente
por primera vez. Y el resultado estimado para el PSOE es casi idéntico al de
Felipe González en su última comparecencia electoral. Sin haber llegado a la
mitad de la legislatura, el partido de Mariano Rajoy ha pasado del 39,9% de las
últimas generales a una estimación de voto del 43,4%, muy cerca del último
resultado de los socialistas en las urnas, pero con la ventaja de tener a su
oponente mucho más abajo. En menos de dos años, el PSOE ha pasado de tener una
ventaja de 3,6 puntos a una desventaja de 5,9, es decir, un vuelco de nueve
puntos y medio.
En el último mes se ha acelerado la tendencia indicada
en los sondeos anteriores, que mostraban cómo la crisis pasa factura al PSOE y
cómo Rajoy está en condiciones de llegar a La Moncloa al galope de las cifras
económicas adversas, aunque su valoración siga estancada. Ese clima se concreta
también en la imagen de final de ciclo, porque ya asciende al 62% el porcentaje
que cree que el PP ganará las próximas generales. En sólo un mes este
porcentaje ha subido en 10 puntos y el pesimismo ha llegado a las filas del
PSOE, porque un 55% de sus votantes ve segura su derrota.
Rajoy no provoca entusiasmo, pero le vale esperar a
los efectos devastadores de los cuatro millones de parados, sin tener que
arriesgar con una moción de censura de la que él no quiere ni oír hablar. Le
basta seguir de perfil, sin que le afecten las divisiones internas o las
corrupciones.
Con esos datos quedan descartadas salidas de
emergencia como la convocatoria de elecciones anticipadas, que se decantarían
ahora a favor del PP. La presidencia europea no ha sido el bálsamo deseado y
Zapatero debe buscar gestos políticos para la remontada, pensando en las citas
electorales en Cataluña en otoño y de las autonómicas y locales de 2011.
Necesita que la crisis remonte, pero las cifras no paran de pintar de negro su
horizonte.
Debe calmar la inquietud de los barones regionales
socialistas que tienen que competir en esas elecciones y cuyos nervios parecen
justificados por el pesimismo que muestra la encuesta y por la progresiva
pérdida de confianza ciudadana en el PSOE. Ahora, un 64% de encuestados
desaprueba la gestión del Ejecutivo, con un aumento de esa opinión negativa de
12 puntos en sólo un mes. Incluso, un 39% de votantes del PSOE es crítico con
el Ejecutivo.
Zapatero se ha dejado ya jirones de credibilidad, y un
76% dice confiar poco o nada en él, ocho puntos más que el mes pasado. Incluso
un 54% de votantes socialistas desconfía del presidente.
Ha aumentado también la imagen de improvisación,
porque el 76% de los encuestados considera que Zapatero toma decisiones sobre
la marcha.
Para afrontar esta situación, el líder socialista
cuenta con un Gobierno que, menos de un año después de la última remodelación,
se resiente de sus fallos estructurales y de sucesivos traspiés sobre asuntos
delicados, como los impuestos o las pensiones. Ha empeorado la imagen de todos
los ministros y por primera vez un barón socialista, el castellano-manchego
José María Barreda, ha expresado en público la petición de cambios. La dirección
socialista ha acallado ese debate, a la espera de que en julio se produzca la
más que probable remodelación.
De la debacle global sólo se salvan los ministros del
Interior y de Defensa, Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, respectivamente.
La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, responsable de la
dirección política y la coordinación interna, tiene un saldo negativo por
primera vez. Y tampoco es esperanzador que Elena Salgado, vicepresidenta y
responsable de la política económica, siga cayendo sin freno en su valoración
menos de un año después de asumir el cargo. Le quedan meses de sufrimiento
porque su principal herramienta contra la crisis, la Ley de Economía
Sostenible, ya ha suscitado críticas de todos los grupos sin haber iniciado aún
su recorrido parlamentario.