LESPAÑE VOTE GÜI (DEL CORAZÓN DE EUROPA AL CULO DEL MUNDO)

 

 Artículo de José Javier Esparza en “El Semanal Digital” del 08.03.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Si el rapapolvo que nos ha propinado Bruselas por la OPA sobre Endesa se lo hubieran dado a un Gobierno de derechas, ya estarían las masas en la calle, los periódicos pidiendo cabezas y la oposición llamando a los Cien Mil Hijos de Mohamed para que nos liberen manu militari de un gobierno-que-nos-miente. Pero como el rapapolvo se lo han dado a un gobierno del socialpolanquismo, los periódicos se tientan la ropa, las masas observan indiferentes y la oposición clama en el desierto. La realidad, sin embargo, es la que es: estamos haciendo el ridículo por la chapucera cacicada de Zapatero y Montilla.

Tiene gracia –negra, pero gracia al cabo- que esto le haya pasado a un señor que llegó cabalgando la jaca del "corazón de Europa". Frente a la obscena sumisión al tirano yanqui, ZP nos iba a conducir a la víscera cordial del continente, o sea, Francia y Alemania. ¿Recordáis, queridas niñas? "Lespañe vote güí", decía ZP a un público aparentemente francés. Fue decir aquello y Francia, lafráns, votó no. Y al corazón de Europa se le rompió el primer ventrículo. Luego llegaron las elecciones alemanas. Y ese ZP, cucurbitáceo, que dice que Angela Merkel ha fracasado. Pero como en Alemania no manda Polanco, Merkel formó gobierno. Y al corazón de Europa se le rompió el segundo ventrículo. ¿Quién quedaba para reparar el maltrecho corazoncito europeo? ¿Zapatero? No: el corazón de Europa sigue siendo el que es. Y ZP se ha quedado fuera.

Es que el corazón de Europa no es algo que funcione con eslóganes de asamblea universitaria, sino con cosas un poco más sólidas: flujos de capital, emporios industriales, importaciones de materias primas, energía nuclear, petróleo árabe, gas ruso, misiles americanos… Al corazón de Europa no se llega repitiendo los sermones de Le Monde diplomatique, sino generando bilis en el hígado. Aznar es lo que hizo: como en el corazón no iban a dejarle entrar, porque es cosa de dos (y ése es el problema de Europa), el adusto bigotón se propuso intervenir en el hígado, el páncreas, la vesícula… Como Italia. Y como Gran Bretaña, que lleva medio siglo bloqueándonos los riñones. Trabajar en la depuradora no era vistoso ni agradable, pero funcionó; vaya que si funcionó.

Ahora estamos, en la práctica, fuera del organismo. Sarkozy viene a jalear a Rajoy, Merkel va opando Endesa y los demás, simplemente, nos ignoran. Dato sintomático: ¿no ha reparado usted en que Zapatero no tiene agenda exterior? Nuestro horizonte internacional es la demagogia de Hugo Chávez y el gaseoso boliviano. Firmamos manifiestos con Turquía, nos inclinamos ante Mohamed y bailamos al ritmo de nunca Hamás. No, no nos van a echar de la Unión, evidentemente, pero ese cuerpo ha ido expulsándonos hacia el lugar adonde se conduce la materia sobrante. Íbamos a ir al corazón de Europa y hemos terminado en el culo del mundo. Magistral.