LA NOCION DE CATALUÑA Y EL NO
NACIONALISMO
Artículo de Enrique Suárez Retuerta, Presidente "en funciones" de la Asociación Nacional de Ciudadanos en la Red, publicado en “Ciudadanos en la Red” del 29 de julio de 2008
Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que
sigue para incluirlo en este sitio web.
Con
un comentario al final:
CONTRA
AMPUTACIONES, CASTRACIONES Y DEMAS INGENIERIAS SOCIALES ANTIDEMOCRATICAS (LUIS
BOUZA-BREY, 29-8-07, 13:00)
“…lo que iba aconteciendo en mi propio entorno me recordaba lo que
algunos escritores alemanes cuentan de la lenta y sinuosa implantación del
nazismo en su país”.
“Adiós Cataluña”. Albert Boadella.
Recapitulemos. El mayor dilema político de Cataluña es la noción, no la nación.
Los nacionalistas se han juramentado en la implantación de una noción común de
lo que es ser catalán, sin darse cuenta de que ser administrativamente catalán
o no serlo sigue dependiendo de las dos formas tradicionales de adquisición de
una identidad política: la natural, por haber nacido en Cataluña, y la adscripción,
por vivir en Cataluña y sentirse “voluntariamente” catalán.
Pero esto no es suficiente para el nacionalismo catalán, porque hay ciudadanos
nacidos en Cataluña que se sienten españoles, y hay otros que a pesar de vivir
durante largos años en esta comunidad siguen sin sentirse catalanes. Por eso el
nacionalismo requiere un criterio selectivo más refinado que los naturales o
adquiridos, un criterio artificial y artificioso que convenga a sus intereses.
La “codificación del catalanismo” es el criterio de selección para ser
reconocido como catalán, porque es catalán aquel que se codifica a sí mismo
como catalán, piensa, se siente y ejerce exclusivamente como catalán; ser
catalán o no serlo es el criterio administrativo más importante por el que pueda
ser definido un ser humano en Cataluña, de lo que depende vida y obra, por eso
la noción de Cataluña en su interpretación nacionalista debe estar bien
incrustada en cada uno de los catalanes, porque es el paso imprescindible para
lograr la independencia de Cataluña del resto de España, que los catalanes “no
se sientan españoles”.
Para lograr este objetivo se ha iniciado hace treinta años un genocidio
cultural de lo español en Cataluña, partiendo del victimismo de la persecución
del catalán por parte del franquismo –como ETA exactamente hace con lo vasco-,
hasta llegar a la erradicación de la enseñanza en español a los niños que viven
en Cataluña. El nacionalismo, utiliza las instituciones públicas y privadas
para implantar su doctrina nacionalista, mientras el socialismo catalán apoya y
abunda esta política por pura rentabilidad electoral y económica. El PSC
abandona el PSOE para abrazar el nacionalismo que le puede dar mejor de comer,
al igual que el PSE hace en Euskadi o el PSGA hace en Galicia.
El motivo principal del anhelo de independencia que ejerce el nacionalismo en
Cataluña es exclusivamente económico, porque esta comunidad que se ha
enriquecido fundamentalmente desde la segunda guerra mundial por haber
aprovechado la coyuntura de neutralidad de España, y sus excelentes condiciones
tecnológicas y de proximidad a Europa, ahora pretende ejercer el “derecho a la
diferencia” con el resto de los españoles que han contribuido a esa riqueza
tanto con su trabajo en Cataluña como con su producción y consumo en el
Cataluña y en el resto del territorio nacional, pero también por no haber
establecido ningún tipo de competencia de otras comunidades españolas con los
sectores más productivos y competitivos de Cataluña.
Mal que les pese a algunos, el franquismo no estableció ninguna traba económica
singular en Cataluña que no hubiera establecido en el resto de España, al
contrario, precisamente esta comunidad fue la que más creció con el
“desarrollismo”. Si hoy Cataluña es más rica que otras comunidades españolas es
por qué fue más beneficiada económicamente por la dictadura franquista, por el
capital de industrias españolas y por la fuerza de trabajo que inmigró a su
territorio para tirar de su economía industrial. En definitiva, si Cataluña hoy
es más rica que otras comunidades, no es a pesar de España, sino gracias a
ella.
EL NO NACIONALISMO
El triunfo político del nacionalismo catalán en Cataluña y en España no se debe
exclusivamente a los aciertos de los partidos nacionalistas catalanes, CIU y
ERC, ni siquiera al apoyo del PSC a sus presupuestos, o la connivencia del PPC
en su “oposición formal”; hay un ingrediente imprescindible para que las tesis
nacionalistas hayan salido y sigan saliendo adelante que es la existencia del
no nacionalismo y sus notorios representantes.
El no nacionalismo en Cataluña es una ideología política diversa, fragmentaria
y sinuosa que se fundamenta en un principio: la negación del nacionalismo,
tanto a los catalanistas como a los españolistas.
Las tesis no nacionalistas comparten el mito catalanista de expropiación del
franquismo, del “hecho diferencial catalán”, y de la opresión-imposición de lo
español en Cataluña en otras épocas. El no nacionalismo es una regresión al
nacionalismo catalán de los años 70 del pasado siglo, cuando Raymon cantaba “Al
vent” y LLuis Llach “La estaca”, cuando Boadella era aún un amigo de los
catalanes, y cuando Barcelona era la proa intelectual de España.
El no nacionalismo es la frustración romántica de los que se enfrentaron al
franquismo por Cataluña, de los que se sintieron estafados por el PSC cuando
abrazó el nacionalismo para sobrevivir, de los que no han participado
suficientemente del reparto de dividendos de la lucha política, y de los que se
consideran con derecho a ocupar las riendas del poder en Cataluña para
dirigirse a un escenario de convivencia normalizado con el resto de España.
Pero el no nacionalismo catalán, es catalán antes que español, porque comparte
con el nacionalismo el criterio del “hecho diferencial” y no considera que los
catalanes sean unos españoles más, en todo caso, se consideran más bien unos
europeos distinguidos.
Todos los movimientos de oposición al nacionalismo en Cataluña, tanto políticos
como sociales, han fracasado precisamente por el no nacionalismo y los no nacionalistas,
y el Partido Popular no ha levantado cabeza en Cataluña, ni la levantará, por
la misma razón, porque los no nacionalistas han ocupado y ocupan el lugar de
los españoles en la lucha por sus intereses en Cataluña.
Los no nacionalistas catalanes son el dique de contención de lo español en
Cataluña, y sirven a los intereses culturales, políticos y sociales de los
nacionalistas catalanes, porque en realidad son no nacionalistas españoles,
pero “se sienten profundamente catalanes” aunque hayan nacido en Iznajar o
Fermoselle.
Decía un refrán castellano que “es de bien nacidos ser agradecidos” y los que
no son “bien nacidos” esperan alcanzar la carta de naturaleza, como cualquier
inmigrante, siendo muy agradecidos a quien les ha dado y les da de comer, por
eso el nacionalismo catalán y la versión socialista catalana, dan
preferentemente de comer, cada día más, a la gente que defienda su “noción de
Cataluña”.
Por esto ha fracasado Ciutadans, y está fracasando UPyD en Cataluña –mostrando
que UPyD también es no nacionalista y lo de defender España es simple
propaganda para obtener más votos-, por eso han fracasado todas las
asociaciones cívicas y culturales en defensa de lo español en Cataluña, y
seguirán fracasando mientras no se erradique de sus filas a los “no
nacionalistas” que son el auténtico cáncer de lo español en Cataluña.
Aprovecho esta ocasión para anunciar la constitución de la Asociación
Ciudadanos en la Red, que luchará por la defensa de lo español en Cataluña,
especialmente con las víctimas más inocentes de esta barbaridad cultural que es
la inmersión lingüística en catalán de ciudadanos españoles convencidos, y en
la que no tendrán cabida los no nacionalistas, pero sí todos los españoles de
buena voluntad que tengan interés en que la cultura española no desaparezca de
Cataluña.
Por lo que comunicamos a nuestros amigos Rivera, Robles, Domingo, Carreras,
Espada, Sémur, Barbat, March, Ovejero, Azúa, entre otros muchos, que aparten
sus “delicadas manos no nacionalistas" de nuestro proyecto.
La Asociación Ciudadanos en la Red ha nacido en Cataluña y es española.
Comentario final:
CONTRA
AMPUTACIONES, CASTRACIONES Y DEMAS INGENIERIAS SOCIALES ANTIDEMOCRATICAS (LUIS
BOUZA-BREY, 29-8-07, 13:00)
Felicitaciones a Enrique Suárez Retuerta por su artículo. Está
comenzando a cristalizar el conjunto de procesos de defensa de España como
nación liberal y cívica, que se oponga por igual al nacionalismo autoritario,
ya sea centralista, ya sea periférico e independentista, ya sea manifiesto o
camuflado.
Comienzan a aparecer actitudes populares patrióticas
de defensa de España; Ciudadanos y UPyD, con sus fracasos y contradicciones,
son otros elementos añadidos a tener en cuenta, pero nos falta darle armazón
teórico al sentimiento patriótico y a la realidad nacional española, y la
izquierda es incapaz de ello, y parece que el PP también. Quizá sea tarea de
individuos que vayamos construyendo el esquema de interpretación de España.
Nuestro país es tan complejo que tenemos que construir
la teoría que nos impida "pendulear", dar tumbos entre extremos
descontrolados en los diversos momentos de la Historia.
Tenemos que defender el equilibrio y rechazar tanto a
los unitarios que niegan la pluralidad, como a los pluralistas que rechazan la unidad.
Es preciso mantener siempre el equilibrio, frenando el monolitismo unitarista y
el soberanista. Porque ambos son monolíticos y autoritarios: los unitarios
porque niegan la pluralidad en todo el ámbito del Estado, y los soberanistas
periféricos porque para construir su nación reclaman pluralidad al Estado, pero
la niegan en su ámbito territorial específico.
Yo creo que por ahí hay que ir. Les pondré un ejemplo
a nivel micro-personal: somos muchos los españoles que nos sentimos también
catalanes, y que por tanto dejaremos ---o estamos empezando a dejar --- de
sentirnos catalanes si ser catalán significa dejar de ser español. Pero también
existen catalanes que se sienten españoles y que dejarán de sentirse tales, si
esto implica rechazar la pluralidad y el reconocimiento de las culturas
autóctonas. Franco y el fascismo nos robaron la pluralidad de la patria; Pujol,
Arzalluz, Quintana, Montilla, Zapatero, Carod, Llamazares, and company nos
están robando la unidad de la patria.
Porque sucede que en estos momentos estamos en el lado
particularista del péndulo, no en el unitarista, y debemos fijar los límites a
la implosión que pretenden crear los nacionalistas y sus criados abducidos.
En mi opinión, la nación concebida como unión política
con reconocimiento de la pluralidad se opone tanto al nacionalismo autoritario
como al nacionalismo particularista-separatista. Porque ambos son monolíticos,
y pretenden construir la Patria negando la pluralidad o la unidad, es decir,
forzando antidemocráticamente al pueblo a comulgar con una identidad parcial,
excluyente de las demás. Unos, intentan definir la catalanidad o cualquier otra
identidad particular y específica como caracterizada por la exclusión de España
y todo lo español; los otros reaccionan rechazando las diferencias
particulares, haciéndolas inasimilables para su concepción monolítica de lo
español. Unos afirman que sólo se puede ser catalán (o vasco, o gallego) o
español; los otros, que sólo se puede ser español o catalán (o vasco, o
gallego). La complejidad y el pluralismo son
borrados de un plumazo dogmático y sectario, intentando imponer la
homogeneidad forzosa, delirante, irracional y antidemocrática. Pretenden
eliminar de un plumazo la realidad y, por tanto, la libertad.
Debemos seguir dándole contenido a la teoría política
de España. Gracias, Enrique, contad conmigo.