EL PLAN DE IBARRETXE Y ETA

 

Artículo de Iñaki Ezkerra  en  “La Razón” del 31/12/2004

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

Durante toda la mañana de ayer me estuve preguntando en el Parlamento de Vitoria por qué razón Otegi no iba a apoyar el Plan Ibarretxe. ¿Qué motivo había para que ETA no ayudara a empujar la puerta a la «independentzia», qué contiene ese Plan? Un conocido periodista constitucionalista intentó aclarar mis dudas respondiéndome que la ilegalizada Batasuna consideraba «una alta traición la omisión en el proyecto de Nafarroa y las provincias de Iparralde». Insatisfecho, seguí a mi aire con mi sondeo particular y un parlamentario del PP me explicó con un tono paciente y seguro que dicho apoyo equivaldría a la «muerte civil» de la ex Batasuna pues ésta «quedaría fagocitada por el PNV». No entendí esa explicación y seguí dándole vueltas a mi pregunta mientras me resonaban en la cabeza los ecos de las palabras «alta traición» y «fagocitada». El enigma lo despejó Otegi sobre las cinco de la tarde: Ibarretxe contaría, en efecto, con los votos etarras que necesitaba aunque esos votos fueran de lo más vergonzantes y le dieran un aprobado raspadillo. Lo que ayer ocurrió en Vitoria quiere decir que el intento de chantaje al Estado no va a representarse a la baja y a lenta velocidad como le hubiera gustado al PSOE. Ya se ha producido el antecedente dramático que Zapatero no deseaba pero que ha alentado con su política de bajar las barreras legales ante el desafío secesionista. Los nacionalistas han cumplido su parte y han demostrado que saben trabajar todos juntos para alcanzar sus objetivos. Han demostrado lo que algunos hemos estado diciendo toda la vida y muchos se negaban a ver: que todas esos enfrentamientos de Otegi con el PNV y EA son una pantomima y que a la hora de la verdad actúan sintonizados. Si hay algo envidiable en ellos y algo que debemos aprender es hasta qué punto creen en sus «valores», saben unirse y están ideologizados. Lo están hasta el punto de que Emilio Guevara y Joseba Arregi han logrado introducirse en las filas del PSE-EE para lograr una reforma de repuesto ante la inviabilidad del Plan aprobado. De este modo, el peligro ya no se halla en la escenificación –no menos grave por virtual– de la defunción del Estatuto de Guernica que tuvo lugar ayer sino en la cataplasma que tiene preparada Patxi López para presentarse como el gran salvador y el moderador realista aunque sea en realidad el paracaídas que el PNV necesita para sacar la mayor partida de esta bufonada y de nuestro miedo. Así las cosas, en manos de María San Gil está convertir lo que sudeció ayer en un fracaso de Ibarretxe; en denunciar con sensatez pero con el dramatismo preciso la connivencia de ETA con todo el nacionalismo; en resucitar virtualmente –ya que virtual fue su defunción– el Estatuto de Guernica, esto es darle el contenido moral, ideológico y emotivo que hasta hoy no se le ha sabido dar desde el constitucionalismo y en dejarse de tacticismos baratos. ¿Con que la muerte civil eh? ¿Ya te voy a dar yo a ti muerte civil!