CUENTOS DE LA ESPAÑA REAL

Artículo de Fernando Fernández en “ABC” del 07 de mayo de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

EL Centro de Estudios Europeos del St Antony´s College de Oxford ha tenido el acierto de organizar una conferencia para reevaluar el siglo XX español coincidiendo con el momento económico más difícil de la democracia española y las elecciones británicas que pueden acabar con el bipartidismo. Escribo con las urnas abiertas y no me atrevo a hacer un pronóstico. Déjenme que les cuente cómo me va. La pregunta más repetida es cuándo va a haber elecciones anticipadas en España. En su mente democrática es la salida más lógica. Eso o un gobierno de gran coalición a la alemana.

Escucho su relato de los hechos a brochazos, porque no dejan de ser extranjeros. Tienen ustedes un país que ha decidido repudiar las causas de sus treinta años más exitosos desde Carlos III. Han roto todos los equilibrios de la Transición. El debate de la Memoria Histórica ha derivado en un rechazo de la ley de amnistía y en un insulto a los protagonistas de la reconciliación nacional y la democracia que son ahora reinterpretados como cobardes pusilánimes que cedieron al chantaje de unas inexistentes pistolas. La cuestión territorial ha recuperado el discurso emocional y victimista, véase el artículo del honorable Montilla en El País, que hace imposible cualquier acuerdo racional e ignora deliberadamente los aspectos funcionales, de eficiencia en el servicio a los ciudadanos que son su fundamento democrático. Piensan que estas decisiones tan rupturistas las ha tomado un gobierno con una amplia mayoría parlamentaria y una popularidad irresistible. Cuando se enteran de que el gobierno está en minoría, sin socios estables y forjando mayorías oportunistas; cuando les cuento que la popularidad del presidente está en mínimos históricos, sólo el 20 por ciento de los españoles considera que su gestión es aceptable, sólo aciertan a balbucear. Oh, Spain is so different.

Y pasan a la economía. En plena tragedia de empleo, con más de cuatro millones y medio de parados, y con un país altamente endeudado, los mercados internacionales les dan un serio aviso de que pueden ustedes echar a perder su gran apuesta estratégica de posicionamiento económico, la pertenencia a la Unión Monetaria. África está a punto de volver a empezar en los Pirineos y en vez de arremangarse, cómo habrían hecho sus mayores, se dedican a poner a caldo a las agencias de rating, llaman especuladores a los que les prestan dinero, desprecian a los analistas que hablan todos los días con sus clientes y les preparan psicológicamente para vender España. Tendrán ustedes preparado un plan económico que va a ser la maravilla del universo y por eso están tan gallitos. Cuando les cuento que naranjas de la China, que lo único que hay es más de lo mismo, exclaman: pero qué toreros, how exciting!

Llegados a este punto es cuando me preguntan por las elecciones anticipadas. Comento que ni están ni se les espera porque la democracia española buscó deliberadamente gobiernos estables y se nos ha ido un poco la mano. Los más conocedores entienden el argumento, aunque ellos están preocupados por lo contrario. Entonces añaden con sonrisa de suficiencia: ya claro, pero para eso están los partidos políticos, los parlamentarios, para asumir su responsabilidad y responder a la opinión popular, para sustituir a un presidente que se ha convertido en el principal pasivo del país y de su propio partido. Les cuento lo de las listas cerradas y la obediencia necesaria al que las hace; les explico lo de la selección natural negativa y la profesionalización de los políticos. Es entonces cuando miran su reloj y dicen con condescendencia: déjelo, véngase al pub que le invitamos a una pinta. Y se me pone una cara de emigrante que me dan ganas de pagar la ronda para poder estrellar el vaso contra el espejo.