TIEMPO DE MUDANZA
España no se
puede permitir provocar el enfrentamiento territorial y eternizar el conflicto
constitucional
Artículo de Fernando Fernández en “ABC”
del 02 de julio de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Los tres
proyectos que definen al gobierno Zapatero han fracasado. La estrategia de
negociación con ETA se hundió con el aparcamiento de Barajas, su política de
ampliación de derechos sociales se estrelló con la realidad de un déficit
público que no encontraba financiación y su proyecto de cambio constitucional
por la puerta trasera de los estatutos de autonomía ha sido vapuleada por diez
hombres y mujeres justos que han cumplido con su obligación. Estamos ante un
gobierno acabado, sin proyecto y que balbucea sus
rectificaciones con la mala conciencia del alumno suspendido. No sería
especialmente grave si solo tuvieran que examinarse en septiembre los
responsables de tanto desaguisado. Pero los errores los pagamos todos los
españoles.
El
gobierno ha rectificado con intensidad desigual en los tres temas.
Completamente en materia antiterrorista, donde el ministro Rubalcaba recoge los
frutos de una política de derrota sin concesiones que nunca debió abandonarse.
Hay de vez en cuando cantos de sirena en forma de pactos que permitan al
gobierno la ansiada foto. Pero afortunadamente un ministro experto no es
susceptible a la alquimia. En materia económica, la rectificación es
vergonzante y disimulada en compromisos internacionales. No surge de la
convicción propia, sino del sometimiento a esos especuladores que ayer
perseguían y hoy pretenden embelesar. El problema es que es demasiado tarde y
parece poco probable que la economía española recupere el crédito internacional
sin algún tipo de ayuda internacional. Está colaborando de tapadillo al frente
del FMI Strauss Kahn, que a la vez que exige
transparencia a la banca privada estudia extender un manto de silencio sobre
los gobiernos que acudan a sus cofres en busca de rescate. La simple mención de
una línea de crédito secreta a disposición de los gobiernos con problemas de
liquidez, entre los que sin duda figura en primera línea de salida el español,
es insultante y revela una mezcla de desprecio y desconocimiento total del
funcionamiento de los mercados financieros. Ningún funcionario del FMI puede
creer seriamente que una vez utilizada, permanezca desconocida salvo que vaya
acompañada de la ocultación de las necesidades de financiamiento de los Tesoros
y de sus calendarios de emisiones. No va a pasar, porque sería una invitación
oficial al secreto bancario y a todo tipo de prácticas irregulares.
Queda
por ver la reacción del gobierno a la sentencia del Estatuto una vez que se
apague el rugido soberanista proveniente del tripartito catalán y del propio
PSC. Puede rectificar e intentar encauzar el proceso autonómico mediante leyes
orgánicas de armonización con el concurso del otro gran partido nacional,
aunque a más de un socialista le produzca urticaria reconocer que la
arquitectura del Estado no puede construirse al margen de los populares. O
puede echarse al monte con Montilla e intentar desarrollar por decreto y
reglamento lo que el Constitucional ha fallado en contra. De hacerlo sería
extremadamente grave, porque si cuatro millones y medio de parados y cinco años
de estancamiento económico son una pesada herencia, provocar el enfrentamiento
territorial y eternizar el conflicto constitucional es algo que España no se
puede permitir. Para entenderlo solo hace falta un poco de Memoria Histórica.