NI LOS SUYOS LE QUIEREN

Editorial de  “La Gaceta” del 01 de diciembre de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web

 

En la campaña catalana, Zapatero echaba mano del espantajo laicista (“¿Por qué quieren que hagamos las leyes que quiere el Papa”) y añadía, “haremos las leyes que quiere el ciudadano”. Pues bien, dos semanas después y en ese mismo escenario se ha dejado oír la voz del ciudadano que ha expresado en las urnas lo que quiere del partido de Zapatero en Cataluña: que deje el poder y se vaya.

Nada más lógico, por tanto, que los barones del Partido quieran desembarazarse de un líder que conduce a la formación directamente al precipicio. Como revela hoy LA GACETA algunos reclamaban en la Ejecutiva de ayer, sotto voce, que Zapatero aclare el futuro y “si es sin él, mejor”. Son conscientes de que Cataluña va a ser el aperitivo de lo que le espera al PSOE en las municipales y autonómicas, en las que pueden perder de golpe y porrazo Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón y Baleares y en las que hasta Extremadura estaría en el aire, en tanto que el PP reforzaría su posición en las comunidades donde gobierna. Los socialistas pueden quedarse sin el Ayuntamiento de Barcelona, que ha sido feudo suyo desde el comienzo de la democracia, ya que Jordi Hereu es otra víctima colateral del batacazo de Montilla. Éste, entre tanto, ya ha anunciado que deja el escaño y renuncia a ser líder de la oposición del PSC, mientras la ministra Chacón se resiste a coger las riendas antes de las generales de 2012.

Ayer, abrieron la caja de los truenos barones como el andaluz Griñán o el extremeño Fernández Vara, criticando a Zapatero por persona interpuesta (Montilla), mientras el impávido secretario de Organización Marcelino Iglesias pedía un “periodo de reflexión profunda”. Significativamente en su reproche al experimento soberanista de Montilla, la portavoz de los socialistas extremeños dijo que el PSC había perdido “su señas de identidad” desempolvando la terminología de Felipe González. Precisamente la vieja guardia es la que está más molesta con el impresentable que lleva al partido al desastre. Por eso, todas las miradas están puestas en Rubalcaba: piensan que el problema no son las siglas (PSOE) sino el capitán y que, si le relevan del mando, el barco podría enderezar el rumbo. Nada mejor que el superministro que, según algunas hipótesis, parece contar con el plácet de casi todos para sustituir a Zapatero, tras las elecciones de 2011 y enfrentarse a Rajoy en las generales.

Son conscientes de que el desaguisado ya no tiene arreglo y de que el líder ha perdido irremediablemente todo su crédito. La penúltima muestra fue la escena que le montaron los empresarios el sábado en La Moncloa, llegando a echarle en cara su incompetencia: “Si no actúa, lo haremos nosotros”. Y la última muestra, ayer mismo, cuando la Comisión Europea contradijo al Gobierno, augurando más paro, más déficit y menos crecimiento y dejó en evidencia la insuficiencia de las medidas de ajuste previstas por el Ejecutivo. También son conscientes de que la oposición ha tomado nota del desastre catalán y de que Rajoy se reivindica como alternativa a Zapatero.

Por una humorada del destino, ha coincidido el Waterloo de Zapatero en Cataluña con la muerte de Leslie Nielsen, el cómico protagonista de Aterriza como puedas. El presidente cada vez recuerda más al capitán de la nave que, con los motores ardiendo, pide calma, pero lo único que consigue es provocar el pánico en el pasaje. No hay más que ver cómo cayó la Bolsa ayer, después del fin de semana de la debacle catalana y de las palabras de Zapatero prometiendo a los empresarios que iba a actuar.