GOODBYE PSOE
Artículo
de Francisco Rubiales en “Voto en Blanco” del 24
de septiembre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
Reproducimos hoy el COMUNICADO
EMITIDO POR EL SOCIALISTA ÁNGEL GIMENO, autoproclamado
"candidato" por la FSM para competir con Tomás Gómez y Trinidad
Jiménez por la candidatura a las autonómicas madrileñas, pero que no logró los
avales necesarios, el cual ha decidido abandonar el PSOE después de más de 30
años de militancia. Gimeno era miembro del Comité Regional del PSOE por la
Agrupación Fuencarral (Madrid), profesor, ingeniero, economista, empresario,
miembro de Greenpeace y ex consejero de Economía y Hacienda de la Diputación
General de Aragón.
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Fue un
deseo utópico intentar cambiar el Partido Socialista de Madrid de los Zerolo,
Segovia, Tomás Gómez, Barranco, Trinidad Rollán, Lissavetsky, etc., al igual
que el PSOE de Zapatero, Alonso, Pajín, Valenciano, Aído y tantos otros, pero
mereció la pena.
Hoy lo
tengo muy claro. Hay que ayudar a cualquiera que pueda sacar a Zapatero de la
Moncloa, llámense PP, UPyD o IU.
Hoy me voy con la conciencia tranquila, tras haber intentado aportar catarsis a
un Partido en el que la mediocridad se ha instalado tanto en su cúpula como en
toda la organización y en el que nadie denuncia que Zapatero se ha cargado el
trabajo de los españoles a lo largo de cuarenta años.
El Sistema Político Español no puede sostenerse al haber entrado en quiebra
todas y cada una de sus instituciones.
Nos hemos cargado el modelo productivo y el Estado de las Autonomías, la
educación tiene perfiles tercermundistas, el Estado del Bienestar corre serio
peligro y la partitocracia se ha convertido en el peor enemigo de los
españoles.
El pésimo nivel de nuestros políticos con corrupción por todas partes, sumado
al absentismo de la sociedad civil y la pérdida de lo todo tipo de valores
pintan un horizonte negro como en ningún país europeo.
Hay
que empezar un nuevo ciclo de nuestra vida política y económica antes de que
sea demasiado tarde.
Habría que someter a Zapatero a un proceso de impeachment, con mayores motivos
que los aducidos en EEUU contra Nixon.
Si Zapatero está enfermo, o presenta graves síntomas de estar enfermo, no puede
continuar al frente del Gobierno, porque ha debilitado la unidad nacional, hace
el ridículo con su política exterior y cada vez que habla es mayor el
desprestigio de España.
No
podemos permitir que un sentimiento de impotencia ante una pésima forma de
gobernar hipoteque nuestro futuro y el de nuestros hijos.
Hay
que cambiar todo de nuevo, especialmente nuestra forma de participar en la vida
política.
Hace falta crear la masa crítica política suficiente para reformar y regenerar
nuestras instituciones cambiando nuestra forma de vivir, de trabajar y defender
nuestros legítimos intereses.
Hace
falta salir a todas las calles en manifestaciones pacíficas a lo Gandhi, con un
fin claro: acabar con métodos democráticos con el Sistema Político que nos
dimos en la Transición y empezar de nuevo a Regenerar España.
El PSOE debe entrar en el cementerio de los Partidos Políticos cuanto antes.
Todas
las ideas que un día pudo tener el PSOE han muerto tras el terremoto de la
mundialización. Como lo único que entienden sus cargos, es vivir de la política
sin querer ver la destrucción de España como nación y el inicio de otro largo
periodo de decadencia, hay que reducir su presencia en la vida política
aprovechando todos los procesos electorales
El proceso de elección de los peores a los más altos cargos del Partido y el
Gobierno, dirigen inevitablemente al PSOE con Zapatero al frente, al cementerio
de los Partidos Políticos saturado de tumbas dónde duermen el sueño eterno
organizaciones políticas que en los dos últimos siglos ilusionaron a pueblos
enteros y hoy no los recuerda nadie.
¿Qué queda del comunismo, del anarquismo, de los partidos radicales? ¿Qué
quedará del PSOE tras la dirección de Zapatero? Nada de nada. Ni tan siquiera
el recuerdo.
Falsedades,
engaños y políticas obsoletas
Por
sus engaños y falsedades, por la renuncia a defender los intereses de sus votantes,
por su travestismo, por desconocer y no intentar comprender la realidad, el
socialismo español camina a su desaparición en el momento en el que el
capitalismo ofrece su peor cara.
En la
peor crisis económica de los últimos cien años, en vez de afrontarla y
combatirla con planteamientos críticos, se ha dedicado a desarrollar un
programa económico impuesto por los mercados financieros, que ha complementado
con un programa social y de cambio de nuestras costumbres calcado del Libro
Blanco del Gran Oriente Francés.
Esta desconexión con la realidad, unida a una navegación sin brújula, sin nadie
preparado al frente del Partido y el Gobierno, conduce al PSOE sin remisión al
cementerio de los partidos políticos que terminaron sin ideario, sin doctrina,
sin orientación política alguna, pero sobre todo sin ninguna identidad.
Lo
peor es que se está incubando un volcán de ira y violencia en la sociedad
española al igual que sucedió hace noventa años.
No podemos permitirlo
La
socialdemocracia europea y el PSOE están condenados a desaparecer
En 2002 había en Europa quince gobiernos socialdemócratas. Tras las próximas
elecciones generales en Portugal, Grecia y España, no quedará ninguno.
Han
sido incapaces de responder a la crisis económica y lo que es peor, se han
hundido en el descrédito popular al aplicar los programas de austeridad
decididos por los mercados financieros y la Unión Europea.
La
conversión de Zapatero al socialiberalismo, impulsando las privatizaciones,
reduciendo los presupuestos a costa del bienestar de los ciudadanos, destinando
recursos a la salvación de Bancos quebrados, reduciendo salarios a los
funcionarios, congelando las pensiones, preparando el aumento de la edad de
jubilación y sobre todo aumentando las desigualdades y la precariedad de los
ciudadanos, conducen al PSOE y a España a un callejón sin salida.
No es de recibo que el PSOE no sepa dirigirse a millones de ciudadanos en paro
víctimas de la mundialización.
Es incomprensible que no busque soluciones a las multitudes de obreros
desechados por las brutalidades del mundo postindustrial, que no se preocupe
por los excluidos, milieuristas y jubilados en plena edad activa.
Es inadmisible que no hable tan siquiera de ese 43% de jóvenes menores de 25
años que no encuentran trabajo, ni de las ayer clases medias, hoy amenazadas
por la miseria.
La
socialdemocracia es culpable de que sus electores le den la espalda
Hasta
mediados de los 80 cada vez que el capitalismo avanzaba, los socialistas
apoyados por partidos de izquierda y sindicatos, daban respuestas originales
mejorando la enseñanza, la sanidad, derecho a un empleo, Seguridad social,
Estado social, Estado de bienestar...
Hoy
día ya no queda lo más mínimo de aquella imaginación. La utopía social ha
desaparecido de sus pensamientos.
En la mente de los dirigentes socialistas, al igual que en la de sus electores,
el consumismo impera, así como el deseo de enriquecerse lo antes posible. No
sólo no van a contracorriente sino que incluso lo defienden mediante la
publicidad y los medios de comunicación manipulándolos a su antojo .
Si hay
algo que preocupa a los dirigentes socialistas, es como conservar su puesto y
vivir a costa del Partido o los Presupuestos.
Ha sido tal su dejadez que han permitido que hoy esté en peligro el Estado del
Bienestar y que la sociedad empiece a sentir pánico cuando piensa en su futuro.
Para
los europeos en general y para los españoles en particular la socialdemocracia
está al final de su ciclo político.
No han entendido nada de lo que estaba pasando, mal podían aportar soluciones a
los graves problemas de los ciudadanos.
España tiene problemas superiores a muchos países europeos, que no puede
esperar le resuelvan desde fuera.
España necesita un proceso de regeneración total, una nueva Constitución, un
nuevo modelo productivo y un nuevo Estado del Bienestar.
El
proceso a poner en marcha es más importante si cabe que el que acometió en
1978, tras dotarnos de una nueva democracia.
La mediocridad de los dirigentes actuales del PSOE, con honrosas excepciones,
les inhabilita para dirigir este proceso de transformaciones globales que hoy
necesita España.
Continuar
en el PSOE actual, es lastrar cualquier posibilidad de colaborar en la
transformación de España.
Por eso me marcho sin acritud, pero con la conciencia tranquila, dejando a
muchos amigos que desgraciadamente me comprenden, pero no están por librar esta
dura y próxima batalla. Lo siento por ellos.
Saludos
a todos.
Ángel
Gimeno