¡VIVA EL REY Y VIVA LA DEMOCRACIA!

 

 Artículo de Miquel Gimenez en “El Mundo” del 23.10.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

Ante los ataques sistemáticos que viene sufriendo la Corona en los últimos tiempos, por otra parte perfectamente orquestados, me veo en la necesidad, en la obligación, diría incluso que en el deber como español y demócrata de decir que Su Majestad el Rey Don Juan Carlos es víctima del más burdo de los complots que imaginarse pudiera. Hace tiempo que observo que, miren ustedes por donde, los más acérrimos enemigos de nuestra democracia son los mismos que los del Rey. Vaya.

 

Un Rey que ha sabido defender con gallardía, y aún a riesgo de su propia vida, el actual ordenamiento constitucional, permitiendo con ello a España disfrutar bajo el feliz reinado de Don Juan Carlos el periodo más dilatado de libertad de su existencia.¿Quién, sino el Rey, ha sabido atemperar los rumores en las salas de banderas? ¿Quién, sino el Rey, ha sido el mejor embajador de nuestro país en los momentos más delicados? ¿Quién, sino el Rey, goza del prestigio internacional más sólido entre todos los posibles representantes de España ante el mundo?

El Rey es atacado por aquellos que utilizan la libertad de expresión, por la que tanto ha luchado el Monarca, para calumniarlo, injuriarlo, hacer mella en su espíritu y desgastar la imagen de la monarquía en general y la suya en particular.

Pero no lo conseguirán. Yo no soy monárquico, pero prefiero mil veces a un Rey de la talla moral y política del nuestro que a un presidente de una república bananera que se apoye en curitas carlistas, profesionales del insulto, carroñeros y algún que otro megalómano que añore tiempos pasados. Lo prefiero antes que al fascismo y al enfrentamiento de unos españoles contra los otros. Los que azuzan viejos odios son unos perfectos suicidas, o quizás algo peor. Y el único bastión que tiene nuestra democracia para frenar a esos elementos anti democráticos es, sin dudarlo, el Rey. Y detrás de él, apiñados, con la firme convicción de que la democracia es el mejor sistema para progresar, todo el pueblo, junto a sus instituciones.

La Monarquía de Don Juan Carlos se ha fundamentado en que los que vivimos en éste rincón del mundo nos sintamos hermanados los unos con los otros; que en nuestros corazones sepamos dejar de lado las diferencias y trabajemos codo con codo para que el futuro de nuestros hijos sea mejor. El Rey siempre ha manifestado que anhela, de todo corazón, que nuestro país sea puntero en la ciencia, en investigación, en cultura y en valores democráticos.

Tenemos un Rey que es un humanista y se comporta como tal. Pero debemos comprender que, bajo la piel del estadista, existe el corazón del hombre. Y ése hombre, tantas veces abrumado por el peso de la historia, ve por fin cómo la obra de su vida cristaliza en el afecto y el cariño que tiene el pueblo hacia SAR el Príncipe de Asturias y Doña Letizia. Los que pretenden que el Rey abdique son infames y mentirosos. Ocultan sus propósitos. Son poderosos, cierto. Creen que España es de su propiedad. Lo que les gustaría es que abdicase la democracia. Pero no lo lograrán. Somos muchos.No hay veneno para intoxicar a tanta gente. Por esa razón, hoy más que nunca, servidor da un taconazo y grita con todo su corazón ¡Viva el Rey!