IMPORTANCIA DE LAS ENMIENDAS VIDAL-QUADRAS
Artículo de Juan Carlos Girauta en “Libertad Digital” del 28 de mayo de 2008
Por su interés y relevancia he seleccionado el
artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
No me comparen las
dos derrotas de Aznar con las de Rajoy: el uno sacó a un partido de la nada
para llevarlo por vez primera al poder; el otro sacó a un partido del poder
para llevarlo contra todo pronóstico a la nada.
Se discute si
la refriega pepera se ha de ventilar en
términos estratégico- ideológicos o personales. Como si el inclinarse por los
primeros no arrastrara necesariamente los segundos. Las ideas y estrategias
tienen padres y madres, no se aplican solas, alguien se llevará el aplauso por
su triunfo o asumirá la responsabilidad por su fracaso.
Lo último es
habitual cuando un candidato pierde dos elecciones teniendo el triunfo a huevo.
Da las gracias, saluda al respetable y se va a su casa. He dicho teniendo el
triunfo a huevo, así que no me comparen las dos derrotas de Aznar con las de
Rajoy: el uno sacó a un partido de la nada para llevarlo por vez primera al
poder; el otro sacó a un partido del poder para llevarlo contra todo pronóstico
a la nada.
Aceptado pues
que los proyectos llevan siempre un rostro asociado –aunque no falten hoy en el
PP precongresual algunos rostros sin proyecto –quien
ha puesto negro sobre blanco la primera estrategia alternativa merecedora de
tal nombre es el grupo de Vidal-Quadras, Abascal,
Delgado, Fraga (Luis), Nasarre y De la Quintana con sus enmiendas a la ponencia
política. (Debió constar también el nombre de Luis Herrero, pero el partido lo
ha impedido. Que lo cuente él si quiere.)
Su filosofía
es una vivificadora defensa de los fundamentos constitucionales, mejorados y
reforzados por una muy constitucional propuesta de reforma de la Carta Magna.
Pero ojo, la reforma está pensada precisamente para aquellos aspectos de la
Constitución "que han sido desarrollados hasta ahora –y muy especialmente
durante la pasada legislatura– de manera contraria a la interpretación lógica y
sistemática de [sus] principios y orientaciones fundamentales".
Tiene todo el
sentido. La Constitución del 78 resulta de un consenso que una gran parte de la
clase política española ha decido violentar por las bravas. Frente al imperio
de la ley se ha ido imponiendo el imperio de los intereses locales, de partido
o de casta; fragmentarios en cualquier caso, y no siempre amparados por la
legalidad. Sólo en un escenario de disolución de los significados
político-jurídicos fundacionales pueden arraigar y florecer proyectos
soberanistas, de autodeterminación, de estados libres asociados o de nuda
secesión como los que hoy impulsan PNV y CiU, CC y BNG, ERC y las extensiones
de ETA que los socialistas, antes de su última mutación, dejaron colarse en las
instituciones.
Ninguno de
estos planes tiene cabida en el marco constitucional español; ninguna cuenta
con el apoyo de una parte significativa del pueblo español tomado como un todo,
que es la única forma en que puede tomarse al sujeto soberano. ¿Qué grado de
distorsión de la realidad habrá llegado a sufrir España para que la mayoría de
sus medios y casi toda su clase política (incluyendo al "equipo de
Rajoy") repute radical, extremosa o "ultra" la defensa de una
vuelta al vero sentido de la Norma Suprema?