LO QUE EL PNV EXIGE A ZAPATERO A CAMBIO DE SU APOYO HASTA 2012

Los nacionalistas vascos sólo pueden recuperar el Gobierno de Vitoria si Batasuna es legalizada. ¿Ese es el precio para no adelantar las generales?

Informe de  José Antonio Gundín en “El Semanal Digital” del 07 de abril de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

A Zapatero nunca le hizo pizca gracia que Patxi López se aupara en los hombros del PP para ser lendakari y desalojara al PNV del Gobierno de Vitoria. Aquella operación le complicaba su "geometría variable" en el Congreso y le desagradaba profundamente contraer deudas con los populares de Rajoy. Así que si al final lo aceptó fue porque no pudo evitarlo: ni su partido ni el resto de España habrían aceptado desperdiciar una oportunidad histórica para cambiar el País Vasco.

Lo cierto, sin embargo, es que nunca asimiló aquello, como lo demuestra que posteriormente pactara transferencias con el PNV a espaldas de Patxi López. Y como se vuelve a demostrar ahora, en su despedida, al depositar en Urkullu y Ercoreca la garantía de llevar a término su mandato presidencial. Zapatero siempre ha tenido en mucha ley a los nacionalistas vascos, a diferencia de los nacionalistas catalanes; con éstos se ha limitado al trapichear según la mercancía, pero con aquellos ha trabado pactos de más largo alcance. Entre ellos, este último que le permitirá agotar la Legislatura.

¿Cuál es el pacto o la cantrapartida al apoyo nacionalista? No faltan asuntos políticos y económicos de mucha enjundia sobre la mesa. Además de la recurrente transferencia (siempre quedará algo pendiente incluso en el fin de los tiempos), sobresalen la lucha contra de ETA y la legalización de Batasuna, sea cual sea la marca blanca que ésta adopte. El PNV quiere a toda costa que el brazo político etarra vuelva a las instituciones porque es la única forma de recuperar la mayoría en el Parlamento de Vitoria y, por tanto, volver a Ajuria Enea. Para eso, el Gobierno de Madrid debe "facilitar" las cosas.

Hasta ahora, Rubalcaba ha impedido que los batasunos se colaran con la etiqueta de Sortu, pero no está claro que despliegue el mismo celo ante la próxima intentona. Y lo que parece de todo punto seguro es que, de una u otra forma, acabarán entrando en los ayuntamientos este mes de mayo y en el Parlamento vasco en las próximas autonómicas. Eso es lo que, según diversos indicios, estaría detrás del apoyo del PNV a Zapatero hasta 2012. Eso y una recuperación más o menos directa del diálogo con la banda terrorista ETA, así como más acercamientos de presos y suavización del régimen carcelario.

Los dirigentes nacionalistas, que se han propuesto reconquistar el Gobierno del País Vasco a toda costa, están trabajando a fondo y de modo discreto una gran alianza con todos los grupúsculos independentistas, pero necesita el plácet de Batasuna, es decir, de ETA. Saben que el tiempo corre en su contra, pues lo más probable es que el PP gane las próximas generales y controle desde Madrid todos los resortes del Estado. Ante esa perspectiva, desde Urkullu hasta Otegi, todos desean agotar las posibilidades y recursos que estén en manos del PSOE, PSE y Zapatero. Si a cambio hay que mantener al presidente en La Moncloa hasta marzo de 2012, se hace y aquí paz y después gloria. Quedan muy pocas bazas que jugar en esta partida de mus y el PNV quiere llevarse los últimos amarracos.