Señas de identidad
Artículo de Antonio PÉREZ HENARES en “La Razón” del 28/03/2005
Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)
Perdida la raíz de la izquierda que fue y que
cuestionaba los fondos y los repartos, la que nos ha tocado vivir ha encontrado
en la «monstruizacion» del rival su argumento básico y en el frenesí estético
sus señas de identidad y su barniz de progresismo. Su empeño máximo parece ser
el romper con aquella voluntad de «reconciliación nacional» que propició el
retorno de la democracia. Se etiqueta al contrario de «fascista» y se impide
pasar a la historia la guerra civil de hace 76 años, convirtiéndola en eje
reivindicativo mítico, visceral y sentimental,
ya que se carece de base real y actual de confrontación ideológica, económica y
social. Pero ¿existe en verdad una voluntad de cambio real? Pues no, a no ser
que los cimientos del nuevo pensamiento revolucionario sean el matrimonio
homosexual, la excomunión de los trasvases, la beatificación de las desaladoras,
la conversión a los nacionalismos más retrógrados e insolidarios o la prédica de
una fantasmagórica alianza de civilizaciones ante sátrapas medievales y
dictadores sangrientos que mantienen esclavos de la miseria y la opresión
teocrática a sus pueblos en nombre del islam, mientras que en el propio país se
radicaliza un mensaje anticlerical. Es pura tramoya, márketing y diseño de
poder. Pero puede romper España y está volviendo a hacer aflorar el odio entre
los españoles.