Ser «facha»

 Artículo de Antonio PÉREZ HENARES en  “La Razón” del 11/04/2005

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

Usted, pobre, no lo sabe, pero consulte a su «progre» de cabecera y se lo diagnosticará sin duda alguna. Usted es «facha» sin remedio. Seguro. Usted está, fijo, y no le valen camuflajes, en los parámetros establecidos del insulto calificativo e inamovible con que el pensamiento único, con que el progresismo políticamente correcto estigmatiza a todo aquel que cometa la osadía de discrepar de sus consignas, gustos o aficiones. Usted es un «facha» aunque sea mas rojo que el coral y desde luego a usted no le han invitado al aniversario de Carrillo, al que fueron todos, hasta Ibarretxe, menos los comunistas. La prueba del detector no falla. ¿Qué es ser facha en el XXI? Muy sencillo: decir España. Defender la lengua española. Criticar a un imán. Ser cazador. No comulgar con todas y cada una de las propuestas u ocurrencias del colectivo de gays y lesbianas. Leer cualquier periódico que no sea «El País» u oír cualquier emisora diferente a la SER. Por ahora, se puede ver otra tele. No gustarle a uno Almodóvar y elogiar a Pepe Sancho como actor. Ir a misa. Ser del PP, diagnóstico definitivo aunque se esté de concejal en Euskadi y los héroes de ETA le hayan pegado cuatro tiros. Son fachas Pelayo, el Cid, las Navas de Tolosa, Cortés y Pizarro, Felipe II, Lepanto, los tercios de Flandes, el caballo de Espartero y los últimos de Filipinas. Y, ¡ cuidado!, leer a Umbral. Empieza a ser sospechoso.