MACCARTYSMO PROGRE

 

 Artículo de Antonio Pérez Henares en su blog “La Marea” del 11-5-07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

La cultura española transita desde hace décadas bajo un nuevo yugo. No es en absoluto comparable al del yugo y las flechas, el de la censura dictatorial y general sobre el pensamiento que padecimos casi medio siglo, pero este no deja de ser opresivo y castrador. Cierto que cabe la rebeldía. Pero también, aunque no cueste cárcel , cuesta cara.

El maccartysmo progre no esta sustentado en un pensamiento potente, hegemónico , arrollador. Ni mucho menos. Su base ideológica es débil,  diluida, casi inexistente y sin nada que pueda parecerse a un cuerpo de doctrina o a una filosofía . Es un compendio de poses, modas, minucias y puestas en escena donde importa la tramoya y nunca el argumento, los decorados pero jamás los principios, los continentes y para nada los contenidos .Nada trascendental se cuestiona. Ni en vida, ni en economía, ni en igualdad ni en justicia. Por nada en realidad se combate excepto por la ocupación del poder y tan endeble resulta su formulación que ha de acogerse a recuerdos mitificados de repúblicas antiguas, a cuentas pendientes de guerras civiles hace 70 años libradas y cuando se pone a construir se sale por la más reaccionaria de las tangentes acogiéndose a parvas ajenas de reivindicaciones tribales y territoriales, a nacionalismos étnicos, lingüísticos o simplemente ávidos de mostrencos privilegios insolidarios.

Pero es el pensamiento “progre”. Es la cosmogonía que domina de todo el firmamento y que en espacios culturales ejerce un poder omnímodo, una tiranía absoluta, una capacidad de exterminio verdaderamente temible. Nada de lo que no pertenezca a ello y a ese entorno tiene derecho a otra existencia que la del apestado. Será siempre un ser inferior, falto de legitimidad moral, que habrá de estar en perpetuo estado de genuflexa súplica de perdón ante los autoelegidos como poseedores esa superioridad intrínseca que el hecho de ser progres les confiere. Y ya no digo que nivel de infamia que le alcanza si además ha cometido el nefando pecado de la apostasía.

El maccarthysmo progre se ha cebado también en los mundos del arte y la cultura donde sus comisionados o comisarios , estos como aquel, se consideran los ungidos, únicos garantes y exclusivos adelantados de la libertad.

Pero insensato quien pretenda ejercerla sin orejeras, sin la marca de la secta-de una u otra- en la frente, pobre de aquel que en verdad quiera ser libre y salirse del redil. Será carne de lista negra, un caído en la tiniebla y como un elfo seducido por el mal de Mordor se habrá convertido para siempre en un repugnante y envilecido orco.

El buen síntoma es que se corre el peligro de no caber en orcolandia . Los últimos que ha recibido Boadella han sido Muñoz Molina (¿cómo ha osado escribir en defensa del español y en contra del “Estado de Delirio?), Savater, el verdadero pensamiento fuerte y comprometido hasta para arriesgar su propia vida y Rosa Montero, que cometió el terrible delito de poner su palabra en defensa de las gentes del Foro de Ermua en vez de silenciar muy complacientemente su pluma para no molestar a los verdugos.

El macartysmo progre ya les ha puesto en la lista. El pensamiento, en verdad progresista, habrá de reconocerles algún día su valentía y su honradez intelectual.