EL "TONTO ÚTIL" DEL SEPARATISMO CATALAN

Artículo de Antonio Pérez Henares en su blog del 12-7-10

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Una causa necesita de quienes crean en verdad y con sinceridad en ella. En el caso de Cataluña ese germen existe desde hace mucho tiempo. Es innegable. Pero para su desarrollo necesita de otros que, sin participar de esa creencia, acaban por ser los impagables compañeros de viaje y terminan abducidos por la pretensión y la energía de los primeros, y cuyos postulados acaban por ser asumidos y convertidos en el pensamiento hegemónico.


En Cataluña el independentismo, todo nacionalismo lo es la postre, (varían los tiempos) ha tenido unos referentes claros y precisos que cada vez de manera más nítida han convertido su mensaje en un axioma que expulsa a las tinieblas exteriores del descrédito a todo aquel que ose oponerse a él. En Cataluña el tonto útil, cuyos servicios resultan a la luz de los hechos impagables y han sido imprescindibles para acercarse al objetivo, ha sido el PSC y lo fue, cuando tuvo mayores relevancia y poder, el PSUC. La izquierda, vamos. Un partido al que en origen se suponía principios netamente contradictorios con el nacionalismo-independentismo y que atesoraba las bases y las gentes que constituían el más serio valladar ante esas propuestas y fines.

La cúpula del PSC cruzó ya hace mucho a la otra orilla y luego fue llevando del ronzal a sus militantes y votantes. La travesía contó para ello con inestimables colaboradores. Sin duda el “mejor” fue Zapatero que no sólo dio carta blanca sino que insensatamente hizo promesa de algo que en si mismo era una aberración contra el propio sentido de la Nación que gobernaba. Vino a conceder y a aceptar la soberanía con su electoralista proclama de que aceptaría lo que de allá viniera. Retroceder forzadamente de aquello sólo podía tener los efectos que ahora padecemos.

A su entonces mejor aliado Pascual Maragall no puede encuadrársele, sin embargo, en esta categoría de tontos útiles. El es otra cosa. Estuvo siempre en el otro lado, suscribió a pies juntillas los postulados de una Cataluña separada y donde, como él mismo proclamó, España no tenga ( y de hecho aseguró, con bastante motivo y razón, que ya apenas tenía) nada que decir. Pero sin duda el personaje que hoy, tras el impacto de esa masiva manifestación, que más allá de las cifras hinchadas resulta un trascendental referente, merece más que nadie el título de “tonto útil” es José Montilla, genuino representante de la especie y en quien se dan todos los aditamentos, de origen, sumisión y ceguera, para ocupar lo más alto de ese podio.

El PSC y Montilla han cumplido su misión. Las huestes del PSC ya están al otro lado. Ya no hay dique de contención toda vez que su agua circula ya por la otra orilla. Y ahora, después del día 10, comprenderán muy pronto que ya no son necesarios. De hecho ya lo sufrieron en la propia manifestación y el tener que salir increpado y escarnecido de la misma tras haberla convocado, alentado y presuntamente presidido es la demostración palpable de que el “tonto últil” se queda en tonto a secas. Tan sólo habrá que esperar a que hablen las urnas. Pero habrá que reconocerle que ha trabajado con enorme denuedo para el enemigo.

Como tantos lo han hecho. El independentismo en Cataluña no era apenas más que una levadura. Pujol se guardaba muy mucho de lucirlo. Nunca pensó siquiera en llegar tan pronto y tan lejos. Hoy es diferente. El horizonte de su independencia no es nada descabellado. Personalmente no puedo ser más pesimista al respecto y los hechos, a sus leyes y a la realidad que ya se vive me remito.

Puede, claro, es el final de cualquier argumentario, echarse de todo ello la culpa al PP. Lo hizo la vicepresidenta de la Vega y lo enfatizó, alzando la nariz, Pepe Blanco. “El PP es el enemigo de Cataluña”. Una barbaridad normalizada ya en el lenguaje político pero que si en esta ocasión hubiera añadido un adjetivo “independiente” hubiera sido una verdad como un puño. Porque sí, hoy la única fuerza allí enemiga del independentismo catalán es un PP débil, aislado y sin capacidad apenas de modificar nada.

La respuesta a Blanco, equiparable a su exabrupto, y como él, un brochazo de sal gorda, propaganda de engrudo, pura consigna sin matices no sería otra que “Y “su” PSOE, el de Zapatero y el de usted, son los de España. Esa que dicen que no se rompe pero que hacen por descoser todo lo que en su mano cabe. Han sido el tonto útil necesario. Y ahora, que se vayan enterando, ya no les hacen falta.

P.D. Relámpagos y truenos sobre la cabaña de madera en El Enebral. Parece que la tormenta viene a celebrar conmigo el triunfo en el mundial. Sólo es futbol sí, pero me voy a ir a dormir esta noche con un pálpito de felicidad. Como todos. Y el que no, siendo español, es que tiene un problema de hacérselo mirar.