RAJOY RESPONDE A ZAPATERO



 Artículo de José Hervás Garcés en “La Estrella Digital” del 20.02.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

La respuesta de Mariano Rajoy al mensaje enviado por el presidente del Gobierno a través de Pérez Rubalcaba sobre los puntos a negociar en un próximo encuentro y en el que debatir cómo acabar con la violencia ha sido inmediata: le exige una rectificación en materia antiterrorista y en política autonómica, al considerar que se trata de la única decisión patriótica que cabe en estos momentos. Para Rajoy, que recoge el sentir de lo que manifiesta la práctica totalidad de las encuestas publicadas tanto en el ámbito catalán como en el nacional, se trata de la exigencia moral de una mayoría de ciudadanos españoles. Rajoy ha querido así responder a las profundas diferencias que se están produciendo en su partido tanto por la reacción del PP ante la reforma del Estatuto catalán como por la negociación con ETA.

Rajoy ha pretendido con su rápida respuesta, y siendo él quien compareciera, que en esta ocasión no le criticaran incluso dentro de las filas populares quienes lo han hecho porque no hubiera salido a dar la cara rápidamente en los momentos más difíciles o cuando se debaten las cuestiones más importantes de la actual legislatura, algunas de ellas de tanto alcance como la posiblidad del fin de la violencia de ETA. Así había ocurrido en las semanas precedentes, cuando permaneció mudo frente a las declaraciones del general Mena, o cuando tras los acuerdos Zapatero-Mas para la reforma del proyecto de Estatuto de Cataluña y el cambio consiguiente que el presidente del Gobierno hizo de socio político, el PP no supo reaccionar o lo hizo tarde.

Tampoco la respuesta a la crisis que han generado en el interior de su partido las declaraciones de Josep Piqué y de algunos de sus más estrechos colaboradores había sido lo rápida que esperaban muchos de los afiliados y un grupo cada día más numeroso de diputados populares, que consideran que ciertas respuestas ofrecidas por Acebes o Zaplana les dejan muy al margen de esa parte de electores de centro que pueden decidir la victoria en unas elecciones y que quieren ver ampliada la oferta ideológica del partido sin que eso suponga la ruptura.

En este sentido, la rápida respuesta de Rajoy deja una puerta a la esperanza del grupo de diputados —aseguran que cada vez más numeroso— que proponen entrar al debate de la reforma del Estatuto siempre que se respeten cinco principios o puntos básicos: la exclusión de la palabra nación, la negociación plural del nuevo sistema de financiación, el rechazo del blindaje de las competencias catalanas frente a las del Estado, la obligatoriedad del conocimiento del catalán y el intervencionismo público que rezuma el proyecto acordado entre Rodríguez Zapatero y Artur Mas. En este sentido Rajoy fue fundamentalmente prudente.

Tras asegurar que el presidente del Gobierno “lo único que ha conseguido hasta el momento en dos años y medio de discusiones y de pérdida de tiempo ha sido descuidar lo fundamental”, las palabras de Rajoy fueron en línea con lo que defiende el grupo de parlamentarios populares más aperturista. Criticó el intervencionismo atroz del nuevo modelo, pero abrió la puerta a que su grupo se incorpore al debate siempre que “el primer punto de la reforma sea fijar las competencias que el Estado en ningún caso puede delegar y garantizar la igualdad en derechos y deberes de todos los ciudadanos, la cohesión social y la solidaridad”. Esto está muy lejos del rechazo frontal que han venido exponiendo Ángel Acebes y Eduardo Zaplana.

En cuanto al debate sobre el País Vasco, la respuesta de Rajoy ha tenido una de cal y otra de arena. Sin dejar de atender a quienes defienden un no rotundo, señaló los puntos a partir de los cuales se puede producir un entendimiento: “Hablar poco, ser prudente, pactar con la oposición, tener una política clara basada en la aplicación de la ley, no cambiarla hasta que los terroristas dejen de ser terroristas, honrar a la víctimas y no pagar un precio político a los terroristas”.

Rubalcaba les transmitió la pasada semana que en la negociación no se incluiría la cuestión Navarra y que el modelo para reformar el Estatuto del País Vasco será el acordado finalmente con Cataluña, donde con las salvedades expuestas antes son cada día más los que piensan en el interior del partido que se puede responder a la llamada de Zapatero. Su apoyo a la reforma dependerá de lo que realmente le proponga el presidente. Pero ya tiene una respuesta preparada. Tras conocerse que la filtración del plan de paz del Gobierno cuando se produzca el posible anuncio de una tregua por parte de ETA no se debe al Gobierno sino al encuentro que mantuvo el abogado Íñigo Iruin con cuatro periodistas de los diarios El País, La Vanguardia, El Correo y El Periódico, la disposición a dialogar con Zapatero parece otra.