ROSA SE ASOMA AL BALCÓN DEL MÁS DE LO MISMO
Artículo
de Xavier Horcajo en “La Gaceta” del 14 de marzo
de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web
Rosa Díez,
la divina diosa como la llaman los críticos, anda buscando desesperadamente que
José María Fidalgo, ex secretario general de CC OO, se afilie a UPyD para
frenar la sangría de bajas en su partido con un golpe de imagen.
UPyD pierde más de 260 militantes cada mes.
Rosa Díez, la divina diosa como la llaman los críticos, anda buscando
desesperadamente que José María Fidalgo, ex secretario general de CC OO, se afilie a UPyD para
frenar la sangría de bajas en su partido con un golpe de imagen.
Al
llegar al I Congreso de noviembre de 2009, Unión, Progreso y Democracia había perdido unos 1.100
militantes y cuadros. Desde entonces otras 600 bajas se han producido después del Congreso porque
la debacle ha continuado. En diciembre, fueron 268. El número de afiliados, que
ronda los 6.200, se desinfla mes a mes. Ahora no tanto por las denunciadas
purgas, sino por un sentimiento de decepción hacia el proyecto y por el
personalismo de la misma divina diosa.
El
término “gallego”
Fue la
líder del partido regeneracionista, con su particular despectivo sentido
del término “gallego”, durante
una entrevista televisada, la que ha producido una oleada de recientes bajas en
Galicia. No saber si la lideresa está a favor o en contra de la Ley del Aborto
les ha costado afiliados por ambos lados de esa afilada cuchilla. Además, el
tono búlgaro de la dirección del partido ha hecho mella en la estructura local y comarcal de UPyD.
Como ejemplo, la comarca de Tierra de Barros. O que la formación tenga un
único militante en Soria, que es Álvaro de Marichalar.
El
primer proceso de purgas se extendió como ondas en el mar por los escenarios
autonómicos. Las diferencias con Mikel Buesa y el encontronazo con Valia
Merino. Afectos como
Pablo Hernández López cayeron en desgracia al abandonar la línea oficial.
Los
expedientes norcoreanos que afectaron a un buen número de responsables
regionales pioneros, como Juan Perán, Sandalio del Río, Juan Espino, José
Manuel Opazo Gerardo Hernández Les o Miguel Baños son algunos ejemplos. Otros
se sintieron engañados por la dirección, como Pilar Heredia. El I Congreso fue también escenario de
impugnaciones y mamporrazos con quienes las promovían, como David Soria,
Enrique Romero Arnaud, Eloy Barba y José Raimundo Ruiz Carrasco, entre otros).
El
sistema electoral por voto digital, que impuso Álvaro Ballesteros y que contaba con tecnología
Indra no aportó luces al proceso, sino más bien alguna sombra. Por eso el
acontecimiento en lugar de restañar heridas abrió otras nuevas. La actuación de
los hombres al frente del partido, del que Rosa Díez es estandarte, no ha sido
precisamente un bálsamo. Carlos Martínez Gorriarán, Ramón Marcos y Paco
Pimentel Igea (“los de Cedaceros”, por la calle donde está la sede del partido)
no han sido unos prudentes gestores del patrimonio de UPyD, que son los 451.866
votos que obtuvieron en las pasadas elecciones generales.
Su
capacidad de diálogo con las sensibilidades críticas pasa por una expresión:
“¡A ése, expediente!”. Y ellos son los responsables de que muchos se hayan dado
de baja por empatía y solidaridad con los represaliados. Mientras, otros,
sencillamente, se han limitado a devolver el recibo de 20 euros que cuesta ser
militante al mes.
También
hay afiliados que abandonan decepcionados una formación que no responde
a la sencillez anunciada de “ser un partido de Internet, sin apenas nóminas,
transparente, no financiado por los bancos” que se decía en las reuniones que alumbraron a UPyD.
Pronto se empezó a favorecer a los amigos con pagos de la Fundación
Progreso y Democracia. En ese sentido, el partido de Rosa Díez se comprometió a
auditarse para diferenciarse del resto de partidos, pero no lo ha hecho, se
queda en lo que vale para los otros la auditoría legal del Tribunal de Cuentas.
Las
prebendas incluyen facturas que no corresponden estrictamente a trabajos
encargados, sino a compensaciones, más o menos graciosas, encubiertas. Esas
facturas que llevan engolados títulos como Análisis de resultados de las
Elecciones Europeas 2009 o Análisis de la situación electoral española en
noviembre de 2009 son de Jaime Miquel Adrada.
Trimedia
Un
proveedor importante es Trimedia E-Consulting SL, una especie de bazar renacentista que aporta de todo
al partido. Desde diseños de logotipos, banners y publicidad a material
de imagen y sonido, material electrónico, ordenadores y telefonía,
material de oficina y que se encarga también el hosting y
mantenimiento de las plataformas en Internet de UPyD.
La firma factura 21.000 euros más IVA cada mes por prestar ese
servicio, un precio bastante
alto, por cierto. También mantenía el portal de la plataforma Basta ya.
Trimedia E-Consulting SL pertenece a Fernando Cózar Fernández, amigo de Rosa
Díez y hermano de Lorena Cózar, una de las personas que administra el partido.
Ha facturado a UPyD más de un millón de euros.
Entre
los modestos militantes no sentó nada bien que se “planificara” un viaje
premio a Bruselas del que se beneficiaron los “cuadros” del partido y amigos, con la complicidad activa
del eurodiputado de UPyD, Francisco Sosa Wagner. Los expulsados se quejan
además de que compraron “bonos” del partido, sin rentabilidad, que no los han
sido comprados en el momento de su baja.
Similar
ilusión produjo entre la militancia el plan llamado Acelera de la divina diosa
para la implantación de esta fuerza política por todo el territorio nacional,
que incluye cierta clase de elementos como sedes, informática, comunicaciones y
personal y que tiene un valor de más de cuatro millones de euros. La mitad de
ellos está destinada a implantaciones provinciales, 1,3 millones de
euros se verán dirigidos a las sedes autonómicas y más de 600.000 euros
servirán para llegar a reforzar la estructura central. “Este no es un partido para pobres”, asegura triste uno
de los críticos con Rosa Díez.