IDIOMAS, NACIONALISMOS E INSTITUCIONES

Luis Bouza-Brey, 8-3-05, 21:30

La ventaja que tienen los tarugos es que  siempre se les pondrá por delante un botarate, hoy o dentro de un tiempo, dispuesto al buen rollito, la paz perpetua y el amor universal ---beneficiándose cínica o ingenuamente del buen rollito para mantenerse en el poder, por supuesto---. Es decir, que los tarugos van ganando más o menos rápidamente porque no cambian sus posiciones, pase el tiempo que pase. Esperan al siguiente botarate, sacan tajada, y hasta la próxima.

Y a algunos empieza a irritarnos la creciente frecuencia de aparición de botarates cínicos o ingenuos, con la consiguiente desvertebración y desmantelamiento de nuestra identidad común, llámesele como se le llame: Nación, Patria, Comunidad de pueblos o lo que sea.

Por eso, las descalificaciones brotan cada vez con mayor frecuencia de nuestros dedos, porque somos capaces de diagnosticar lo que pasa y de prever lo que pasará, y no encontramos más que incoherencias, inanidad y debilidad, por parte de los que tendrían que defender a España.

Porque, vamos a ver, ¿Cómo se les puede ocurrir a estos tarugos comparar la defensa de la pluralidad de lenguas a nivel de la UE con el uso ilimitado de las lenguas españolas periféricas, específicas o particulares en las Cortes Generales? ¿No ven o no quieren ver que a nivel europeo no existe un idioma común, como en España? ¿O es que no quieren aceptar el castellano como idioma común, como idioma español? ¿Resulta admisible que con la mandanga del "idioma propio" esté mal visto hablar castellano en el Parlamento y la Administración catalanas, y que no sean capaces de aceptarlo ni siquiera como idioma común en el Parlamento español? ¿Es que vamos a tener que seguir aguantando estas mandangas por los siglos de los siglos?

 Así será hasta que no queden más que cenizas de nuestra historia e identidad común si no se elabora de una vez una teoría coherente y una actitud firme de la españolidad, si no se asienta de una vez una conciencia de España que sea capaz de frenar en seco las patologías anacrónicas y reaccionarias de los nacionalismos. Si esto no se desarrolla  iremos derrumbándonos paulatinamente hasta el hundimiento final.

Eso es lo que creo y así lo digo: los que nos sentimos españoles tenemos que empezar a ser duros y desagradables con los tarugos, si queremos evitar que nos destrocen el país. Y pedirles que dejen de rebuznar de una vez, que desarrollen sus sinapsis al nivel de los tiempos y despierten.

Pero con los botarates es preciso ser igual de duros y desagradables, pues su "talante" es pura hipocresía o estupidez.

Así lo siento y así lo digo... Aquí tienen este artículo, lleno de una letanía de adjetivos descalificadores. Y no es producto de un acaloramiento incontrolado, sino de una frialdad asentada en la experiencia negativa de los últimos años. O los frenamos o nos hunden a todos...ellos incluidos.