ZAPATERO PIERDE EL CONTROL: EL CONGRESO DECIDE CUÁNDO SE MARCHA

Informe de  A. López en “El Imparcial” del 03 de junio de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

El Gobierno carece de socios en el momento más delicado de su mandato. Partidos, empresarios, sindicatos, comunidades, ayuntamientos y, a tenor de recientes sondeos, la ciudadanía, desaprueban el rumbo de las políticas de Rodríguez Zapatero. Las cosas han cambiado en el Parlamento de un tiempo a esta parte y sólo el PSOE se niega a admitir que la legislatura se ha agotado de forma prematura. La presión desde alguno de estos frentes puede precipitar acontecimientos no deseados para el Ejecutivo.

 

Dimisión o elecciones anticipadas. La temperatura política ha alcanzado cotas elevadas y el Gobierno es consciente de ello. En esta ocasión, no sólo peligran las medidas que emprenda de ahora en adelante en el Congreso de los Diputados. Sus acciones más inmediatas pueden conducirle al abismo. Meses atrás, el grueso de grupos parlamentarios desechaba la opción de una moción de censura para no ser altavoz del discurso del PP. Sin embargo, estos mismos partidos no valoran ya el asunto como una iniciativa del principal opositor al Ejecutivo sino como una cuestión de Estado.

Según las últimas declaraciones de miembros del Gobierno, del propio presidente, Zapatero no piensa dimitir. Con la aprobación del 'tijeretazo' ha ganado tiempo. El próximo examen se producirá después del verano, cuando comiencen las negociaciones para aprobar los Presupuestos. De momento, si CiU mantiene su postura, sólo el PNV puede ayudar al Ejecutivo a sacar adelante las cuentas del Estado. Sin necesidad de disolver las Cámaras, comprar elecciones. Para lograr ese apoyo, debe dar algo a cambio. Ese algo es poder.

El PNV desea recuperar el Gobierno vasco y la principal condición a su respaldo pasa por romper el Ejecutivo de Patxi López. Según fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, el presidente del Gobierno estaría dispuesto a conceder a los nacionalistas lo que demandan. El PSOE pierde el País Vasco pero salva la legislatura con la aprobación de los Presupuestos.

La tarea de José Antonio Alonso, lastrada por la incomprensión y rechazo a las medidas de su líder, es la más compleja que se le recuerda a un portavoz parlamentario socialista en los últimos seis años. Reconstruir puentes de entendimiento con el resto de formaciones es la única vía para retrasar una demanda innegociable para ellas en este momento: que la legislatura ha terminado.

169-168
Los analistas no concedieron a la del jueves la categoría de votación aislada. El debate sobre los recortes para paliar el déficit se planteó como una cuestión de confianza o moción de censura sin candidato alternativo. Cualquiera de las dos fórmulas se habría saldado con similares apreturas. Sólo un voto salvador hizo más llevadero un mal día para el presidente, como Salvador es el apellido del diputado de UPN a quien Rodríguez Zapatero le debe la luz verde del Congreso al ’tijeretazo’. Sin embargo, no es extrapolable esta victoria al desenlace en una hipotética votación en una cuestión de confianza o moción. “Su etapa como presidente del Gobierno se ha acabado”, dijo Duran i Lleida al jefe del Ejecutivo durante su intervención. CiU, principal sostén el jueves, sería un verdugo más si de poner fin a la era Zapatero se tratara.

Artur Mas, líder de los convergentes, admitía horas más tarde que el apoyo puntual de CiU en la sonada sesión se debió a la necesidad de evitar una intervención de la economía española tal y como ocurrió con la griega. Ante las críticas de haber sido el colchón de Rodríguez Zapatero, Mas respondió: "No hemos salvado al Gobierno, hemos salvado una economía que estaba a punto de ahogarse y que necesitaba respiración artificial. Y lo hemos hecho con un Gobierno en el que no creemos. No tenemos ningún tipo de confianza ni en el Gobierno español ni en su presidente, pero necesitamos que la economía pueda mantenerse y que en los próximos días se paguen los salarios y las pensiones".

El tercer partido que no se opuso al ’tijeretazo’ fue Coalición Canaria. Ana Oramas y Paulino Rivero debatieron hasta el último minuto con los suyos qué era lo más apropiado. La izquierda ha perdido la estima por el Gobierno y éste ni siquiera barajó su apoyo. El discurso del bloque ERC-IU-ICV hace irreconciliables las posturas, más aún desde que los recortes impuestos desde Europa atacan al déficit restando prestaciones al ciudadano. Fue Gaspar Llamazares quien proclamó una de las frases que a buen seguro quedó grabada en gran parte del aforo: "Las victorias pírricas son las derrotas más amargas".

La suerte se puso del lado del Gobierno en el escrutinio, pero fue una jornada triste. "Estamos solos, pero no débiles”, señalaron fuentes del Ejecutivo al término de la sesión. Sólo en la votación de investidura de abril de 2008, el presidente había vivido qué es contar con el único respaldo de los 169 compañeros socialistas. José Antonio Alonso necesita ayuda y de ello son conscientes en Moncloa, como han dado a entender fuentes de Presidencia. Es hora de reconstruir un apoyo que “ahora no tiene” o, como ha solicitado Duran i Lleida, el Congreso dará fin al mandato de Rodríguez Zapatero en 2011.

Atacado desde todos los frentes

Fuera del hemiciclo, la situación no es muy diferente. El empresariado acusa a Rodríguez Zapatero y a su ministra de Economía de no haber apostado por el empleador; los sindicatos, de no favorecer al empleado. CCOO y UGT lamentaron este jueves el “aislamiento creciente” de un socialismo al que no reconocen. Además, la reforma laboral no se concreta. En caso de intervención del Ejecutivo en esta cuestión, huelga general.

Esta pasada semana se han sumado los ayuntamientos, ahogados y que en pocos meses se verán obligados a no acrecentar su deuda con la petición de créditos. La medida se conoció apenas 24 horas después de que 2.000 alcaldes y concejales socialistas asistieran a un mitin del presidente en Elche. No desde una administración local sino autonómica vino una de las demostraciones más evidentes de que no todos los dirigentes del PSOE creen que su líder está haciendo lo correcto. Hace unos meses, José María Barreda tuvo que escuchar de Madrid que mejor se metiera en sus asuntos, después de que el presidente de Castilla- La Mancha sugiriera que la eliminación de ministerios ahorraría altos costes al Estado. Meses más tarde, dispone de la mitad de consejerías en la región.

José Blanco también dio un paso importante en materia de ahorro, suspendiendo obras previstas en los próximos años, hasta el extremo de que, incondicionales de este Gobierno, como el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, han expresado su decepción. Por no hablar de representantes del Partido Popular. Rita Barberá invitó a Rodríguez Zapatero a dimitir por "mentiroso, miserable, ignorante e inmoral".

En Cataluña, los ánimos se han calmado. El PSOE ha hecho suyas las reivindicaciones de los partidos catalanes en relación a la necesidad de renovar el Tribunal Constitucional antes de que dé solución al Estatuto autonómico, lo que retrasaría la sentencia y evitaría una mayor pérdida de votos de José Montilla en los comicios de otoño. Esto ha apaciguado al PSC y parece ser que a CiU, acusado por Mariano Rajoy de haber prolongado la “agonía” del Gobierno.

A patronal, sindicatos, ciertos sectores del PSOE y corporaciones autonómicas y locales se suman los ciudadanos para cerrar este nutrido grupo de consensos perdidos. Horas después del anuncio de los recortes, el PSOE vio crecer su desventaja con el PP hasta los 9,1 puntos, según El País. La última encuesta, publicada por El Mundo, habla de más de 10 puntos. Sin embargo, aquello de que Rodríguez Zapatero es un “optimista patológico” salió a relucir de nuevo cuando, en medio de una bronca terrible en el Senado, se dirigió a los escaños del PP en estos términos: “Perdieron en 2004, perdieron en 2008 y volverán a hacerlo en las próximas elecciones”.

Ya no hay margen de error, el Gobierno está solo. Este pasado viernes, descartaba adelantar las elecciones. El problema es que tanto este extremo como el de la dimisión del presidente ya no dependen de él sino de la intensidad de la presión que ejerzan agentes sociales y una amplia mayoría parlamentaria convencida de que es necesario un borrón y cuenta nueva, pero con distintos protagonistas. Ha perdido el mando y la iniciativa y Europa tampoco es ajena a ello. A diferencia de periodos anteriores, el paseo por la cuerda floja es ahora más arriesgado. No hay red debajo.