¿SERÍA CAPAZ EL PSOE DE GOBERNAR SIN GANAR LAS ELECCIONES?

Apunte en “El Confidencial” de “El Imparcial” del 24 de abril de 2011

Por su interés y relevancia he seleccionado el apunte que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

En un artículo de Zarzalejos de ayer en “El Confidencial.com” se señalaba esta posibilidad. Ya conocemos por experiencia que el PSOE actual es capaz de cualquier cosa, así que ya saben: hay que votar al PP para darle mayoría absoluta en las generales…. Si se decide a concretar medidas de Regeneración Democrática auténticas: si va a hacer lo mismo que el PSOE, el último que apague la luz. Que los vote su padre  (Luis Bouza-Brey, 24-4-11).

Hasta ahora, desde la instauración de la democracia, siempre ha gobernado el partido ganador de las elecciones. Por más o menos escaños, los Gobiernos siempre los ha formado el partido vencedor. Es una norma tácita que siempre se ha respetado.

No ha sido así en los Ayuntamientos, ni en las Comunidades autónomas. Ahí, el PSOE ha llegado a pactar con cualquiera con tal de arrebatar el poder al PP, a pesar de haber perdido de largo frente al partido de Rajoy. Ha formado tripartitos y cuatripartitos, a veces, cuando el PP había rozado la mayoría absoluta. Pero el PSOE es experto en poner a todos los partidos a su favor y en contra del PP. Y todos esos partidos, además, saben que con el PSOE sacarán más tajadas. Los nacionalistas son el mejor ejemplo de ello.

Ahora que, como quien dice, estamos en período preelectoral, donde las encuestas mantienen al PP como claro vencedor, algunos socialistas están urdiendo una operación para que, en el caso de que el PP no lograra una mayoría clara, ponerse de acuerdo con otros partidos. Podían contar con el apoyo de PNV, CiU, ERC, IU y hasta con Rosa Díez y ya sabemos que los canarios siempre se alían con el que gobierna. Si el PP no saca mayoría absoluta puede quedarse sin gobernar. Eso lo sabe bien, por ejemplo, Esperanza Aguirre.

Desde luego, en Ferraz hay muchos pesos pesados que están dispuestos a romper esa norma tácita de dejar formar gobierno al partido ganador con tal de seguir en el poder. Y, según ha podido saber El Imparcial, más de uno está dispuesto a “pactar hasta con el diablo” con tal de no perder la poltrona.