EL ABANDONO DE SAN GIL PONE A
RAJOY CONTRA LAS CUERDAS
Artículo en “IMPRESIONES” de “El Mundo” del 12 de mayo de 2008
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
La decisión de María San Gil de abandonar el equipo
encargado de redactar la ponencia política para el congreso del PP es, sin
lugar a dudas, lo más grave que le ha sucedido a Mariano Rajoy desde su derrota
electoral del 9-M. La presidenta del PP vasco era una de los tres dirigentes a
los que Rajoy encargó la redacción de la ponencia que debe establecer las
líneas estratégicas del PP para esta legislatura. La salida de San Gil se produce
por «diferencias de criterio fundamentales» sobre el contenido de la ponencia.
No hace falta saber mucho más para concluir que la decisión de la líder del PP
vasco se debe a que Mariano Rajoy pretende dar un giro estratégico a lo que ha
venido siendo su política en relación con los partidos nacionalistas. La
renuncia de San Gil supone un antes y un después en la crisis interna a la que
se enfrenta Rajoy y sus consecuencias son imprevisibles. Ya no estamos hablando
de dirigentes importantes que se van para facilitar una supuesta renovación ni
del descontento por los nombramientos de tal o cual persona de confianza.
Ahora, el PP está afrontando el verdadero ser o no ser de su acción política.
Durante la pasada legislatura, Rajoy apostó por una idea muy clara de España y
si San Gil ha decidido abandonar es porque el PP está a punto de renunciar a
defender unos valores y unos principios por los que le han votado más de 10
millones de españoles. Además, María San Gil no es una dirigente cualquiera. Es
un símbolo de la lucha por la libertad y contra el terrorismo. Lo sucedido en
la ponencia política puede suponer una ruptura en toda regla en el seno del PP.
Tal parece que Mariano Rajoy trata de resolver sus problemas personales de
liderazgo disfrazándolos de viraje ideológico para agradar a los barones
regionales que, a cambio de apoyarle, verían satisfechas sus aspiraciones de
que el PP acabe siendo un partido federal.