ZP Y/O EL CAOS

 

 Artículo de FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS en “El Mundo” del 03/11/2005

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web

 

Aunque su política sea criminal, aunque traiga la liquidación de España, aunque signifique el fin de la legalidad, aunque a partir del golpe contra la Constitución y la Nación que supone el Estatuto catalán está claro que todo queda en manos de la propaganda y de una clase política sin clase y sin más política que la de eliminar los límites en el uso y abuso del poder, el presidente del Gobierno no está loco. Los locos de verdad suelen hacerse daño a sí mismos, no a los demás, y ZP no tiene ninguna intención de hacerse pupa. En realidad, Zapatero tiene un plan: que el PP no pueda volver nunca a gobernar España, es decir, que en España no haya alternativa democrática o si la hay de Gobierno no sea posible gobernar; y, por supuesto, que nadie como Bono pueda ocupar su sitio en el PSOE. Malo, malísimo es ZP. De tonto, ni un pelo. Derogada de facto la Constitución, liquidada la soberanía nacional, ayuno de derechos el pueblo español, ZP proclamó ayer una especie de golpe de Estado permanente, una dictadura perfecta al modo del PRI o de la II República, donde la alternativa no pueda existir o, si se produjera por alguna convulsión en la opinión pública, acarree de inmediato un golpe de Estado contra el Gobierno legítimo, como el del PSOE y ERC en 1934 contra el Gobierno de Lerroux y Gil Robles. Y contra la República, claro, que ahí pereció.

El sistema de alianzas de ZP con todo partido que signifique radicalismo y separatismo garantiza la continuidad de la exclusión del PP de la política española, la extensión del infame Pacto del Tinell a todos los ámbitos de la política nacional. Y si por su acreditada incompetencia técnica para gobernar, sólo superada por su redomada traición a la Nación y la Constitución, ZP perdiese las elecciones y el PP ganase por mayoría absoluta, los nacionalistas catalanes, empezando por el PSC, nos amenazarán con adelantar la proclamación de la independencia de Cataluña. No mucho: lo suficiente para echar la culpa de su crimen a otros. Ya se encargará Polanco de decir que votar al PP es apostar por la contienda civil que él y ZP han resucitado para abusar del poder. Y ojo: si Polanco muriese o se arruinase, ZP le sobreviviría, porque ese mecanismo contra la alternativa de Gobierno funciona también contra cualquier alternativa dentro del PSOE. Si su partido sufriera un ataque de dignidad; si sus conmilitones comprobasen que esta secesión a escondidas de Cataluña no puede esconderse más, si Bono u otro apareciesen para reencauzar la vida pública por la vía del pacto constitucional y el acuerdo con el PP, Zapatero amenazará incluso a PRISA con lo mismo: la rebelión de Maragall y Montilla, y la ruptura de la Ser. ZP puede decir desde ayer: yo o el caos. Con más motivo podría asegurar: yo y el caos. Y en última instancia debería proclamar: el caos soy yo. Lo es.