'ZP' SIGUE CON ETA

 

 Artículo de Federico Jiménez Losantos en “El Mundo” del 11.06.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Mientras Zapatero y su atronadora trompetería mediática se nieguen incluso a considerar la ilegalización de todas las plataformas dizque parlamentarias de ETA, no hay nada serio que hablar con el Gobierno. Mientras los beneficiarios y manipuladores del 11-M no retornen a la Ley de Partidos o camuflen su negativa a volver a lo que la hizo posible -el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo- en una vaga ampliación a quienes siempre la combatieron, está claro que la negociación con ETA continúa. Esto es, que sigue siendo la prioridad máxima de un Gobierno que se marcó como objetivo la liquidación del régimen constitucional y la balcanización nacional, doble traición a España plenamente conseguida por el Estatuto de Autonomía catalán, al que ya sólo falta el lacado retroprogre del Tribunal Constitucional para hacer imposible ningún Estado español que incluya a Cataluña y ninguna Cataluña que incluya al Estado español, esa cosa «residual», que dijo Maragall. Mientras Zapatero no retome el pacto con el PP en materia antiterrorista, al que no se unirán nunca unos nacionalistas moderados, que no existen, estará claro que el pacto con la ETA sigue siendo su objetivo más profundo, y que el único horizonte real de su mandato es el cambio de régimen y la trituración del PP. Si Zapatero quisiera rectificar, se aseguraría de que la progresía puñetil del TC juzgara, es decir, anulara lo esencialmente separatista del Estatuto de Cataluña, que es casi todo; y tampoco dejaría en pie ni una sola pantalla legal, económica o institucional de ETA. Como no quiere, es obvio que el proceso de liquidación de España continúa.

Hay quien dice, y es parcialmente cierto, que sólo la ETA ha impedido en los últimos años la balcanización de España en taifas autonómicas y estados paralegales pero bien reales. Esta corrompida y estúpida clase política que en tantas comunidades gobierna contra la nación carece de legitimidad ante sí misma y ante su electorado, tan apesebrado y clientelar en los seculares graneros de votos del PSOE que podría cambiar de política con respecto al nacionalismo y lo votaría igual o más que ahora. Pero, con pocas excepciones, mientras sea negocio político desmantelar España, seguirán en ello. Lo único que les ha frenado es la alternativa descaradamente totalitaria del terrorismo vasco y sus cómplices, nacionalistas todos, izquierdistas casi todos, empezando por ZP. La única posibilidad, por tanto, de ruptura del Gobierno con ETA, no de forma sino de fondo, es asumir su condición de partido español, negada radicalmente en toda esta legislatura, y actuar en consecuencia. Pero creo que este Gobierno tan falaz, tan traidor a la nación que supuestamente da sentido a su propia existencia, sólo lo hará si ETA tiene un éxito terrible y sangriento en sus crímenes inmediatos. Y a lo peor, ni aún así.