NECESARIO Y SUFICIENTE

 

 Artículo de Federico Jimenez Losantos en “El Mundo” del 03.10.07

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web. 

 

Para quienes creemos que de la terrorífica deriva zapaterina hacia la liquidación de España son responsables todas las instituciones, por acción o por omisión, la posible victoria del PP en las elecciones de marzo es condición absolutamente necesaria si se quiere rectificar el rumbo que nos lleva al abismo.

Rumbo de lo más rumboso, por cierto, que este Gobierno no se anda con chiquitas a la hora de favorecer a los que le votan y de castigar a quienes no le votan, lo cual hace por segundo año consecutivo y, además, insultando a los que se quejan -Solbes y Blanco a Esperanza Aguirre en la última semana-, lo cual prueba que no estamos ante un error sino ante una prevaricación que haría soñar a ese zahorí de malas intenciones llamado Bacigalupo. Pero, esta vez, con pruebas: ahí están los números de la inversión del Estado en Cataluña y en Madrid desde que Zapatero llegó al Poder. Si eso no es favorecer desvergonzadamente a quienes votan al PSOE y perjudicar descaradamente o castigar por viles motivos partidistas a quienes votan al PP, que baje, es decir, que suba Judas Iscariote y lo vea.

Necesario es, pues, que aunque sólo fuera para restablecer las reglas de equidad más elementales entre los ciudadanos de las distintas comunidades autónomas, todas ellas presuntamente españolas, gane las elecciones el PP. Pero la victoria, incluso por mayoría absoluta -que ya es mucho soñar- no sería suficiente para cambiar y no sólo frenar esa marcha suicida del PSOE y compañía hacia el abismo de la desintegración nacional.

No es que frenar sea malo, pero si se hace cuando llevas una velocidad tremenda, el freno no sirve para evitar el abismo, porque la aceleración hace al coche inmune contra la prudencia, que suele ir instalada en el pedal del freno. A lo mejor el automóvil hace un trompo, da varias vueltas de campana o sufre cualquier otro tipo de accidente, pero la caída por el precipicio no se la quita nadie.

A mi juicio, lo esencial es la rectificación en serio del Estado de las Autonomías si es que realmente se quiere emprender la reconquista de la nación y del régimen constitucional que de ella emana. La tentación será la misma que en tiempos de UCD y de Clavero Arévalo: «Café para todos». Pero ojo: una generalización de los enormes privilegios que se ha otorgado a sí mismo el Estatuto de Cataluña no equilibraría nada. Al revés: multiplicaría por 17 el «federalismo asimétrico» pergeñado por Maragall. Y eso no es ni federal, ni confederal ni nada: es la consagración de la desigualdad de los españoles ante la Ley.

¿Está dispuesto el PP a jugarse el poder territorial para recuperar la ciudadanía nacional? Pues si no lo está, su necesario triunfo será del todo insuficiente.