A ESTRASBURGO

 

 Artículo de Federico Jimenez Losantos en “El Mundo” del 11.01.08

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Ahora que el propio ministro del Interior ha confirmado que los dos etarras detenidos no habían dejado de cultivar las variantes más comunes del terrorismo desde el año 2002, produce una mezcla de escalofrío y acaloramiento recordar las palabras del propio Rubalcaba, de la vicepresidenta, del presidente del Gobierno, de los ministros de Justicia, de las togas enfangables y enfangadas con el polvo del camino judicial, de los sicarios mediáticos del despotismo zapaterino, que han dedicado los últimos años a insultar deliberada, sistemática, cruel y sañudamente a las víctimas del terrorismo, en especial a la AVT y a su presidente Francisco José Alcaraz.

Todo poder tiende al abuso, porque está en la naturaleza del poder y también en la naturaleza humana, sobre todo de cierta gentuza. Y poca gentuza más inhumana, más infame, más miserable y más cruel que esa jauría que desde el Gobierno y desde los infinitos medios que jalean y corean sus regurgitaciones políticas ha linchado a la AVT y a todos cuantos la hemos apoyado en su resistencia a comulgar con la rueda de molino del llamado proceso de paz. Nunca ha sido de paz, como confiesa ahora el Gobierno tras haberlo dicho ETA con tinta y con sangre, que es como mejor se expresa. Pero sí ha sido de persecución a las víctimas de ETA y de linchamiento a los que siempre preferiremos estar con Alcaraz u Ortega Lara que con Zapatero, Rubalcaba y sus hombres de paz: Otegi, De Juana y demás.

No sólo ha sido una inmensa mentira a la nación y un atropello a las víctimas del terrorismo. El Gobierno y todos los partidos políticos, excepto el PP, han envilecido el Parlamento, y aún mantienen en el fango la soberanía nacional que juraron defender, porque se niegan a retirar su respaldo a la negociación del Gobierno con ETA. Y no lo hacen sólo dentro de nuestro país, sino fuera. El PSOE y su harka se presentaron con bandera y banda de música (sólo faltó el recaudador de la SGAE) en el Parlamento Europeo para que la más alta institución de la UE respaldara ese proceso de paz que, como ahora confiesa Rubalcaba, nunca existió en la intención ni en los hechos de la banda.

¿Irá Zapatero ahora a Estrasburgo para pedir disculpas públicamente y confesar a sus euroseñorías que el Partido Popular -el español y el europeo- tenían razón al no respaldar una cobardía que, además no tenía ninguna posibilidad de éxito? ¿Dirá Borrell a los eurodiputados que los etarras de su proceso de paz jamás abandonaron la sucia costumbre de matar, que nunca entregaron las pistolas, sino que las robaron por cientos, pero que el PSOE, con tal de seguir en el poder, no ha dudado en patear a las víctimas mientras lustraba las botas a sus verdugos? Cuando lo vea, creeré que Zapatero y los suyos han cambiado, que están contra ETA y con las víctimas. Mientras tanto, no.