EL PERRO VIEJO Y EL PARTIDO NUEVO

 

Artículo de Luis Bouza-Brey,  miembro de UPyD del 30 de mayo del 2008

 

Hace días Lázaro Covadlo analizaba lo que sucede en UPyD de Cataluña, y recomendaba más democracia a fin de que el partido no se colapse.

Angel Hernández, Coordinador de UPyD en Cataluña, le contestó el día 29 con un artículo titulado “El Perro y el cocodrilo”, en el que afirma que el descontento claramente perceptible en el partido no es debido a “los magros resultados electorales” en Cataluña, sino a supuestos enemigos internos o “grupos y opciones políticas que no son precisamente el éxito del proyecto de UPyD lo que persiguen”, disconformes con las normas y “decisiones de los órganos políticos de UPyD adoptadas por cierto por consenso mayoritario y por tanto sin posiciones radicalmente contrarias, en las que han estado presentes algunos de esos militantes”.

Pues sí, parece que el perro viejo conoce a la perfección la técnica de escurrir el bulto y no asumir las responsabilidades. Porque  el hecho constatable es el de la inexistencia de UPyD como partido organizado y presente en la opinión pública catalana. Y la responsabilidad de ello no cabe atribuirla a “enemigos internos” omnipotentes que no han dicho hasta ahora ni esta boca es mía, sino a la incapacidad de los actuales dirigentes de UPyD en Cataluña para aunar voluntades y actuar eficazmente en la creación de un partido nuevo:

Porque con artimañas de perro viejo huraño y receloso no se crea un partido nuevo, que exige acción, transparencia, participación y consistencia estructural.

Porque no se puede negar que existe la necesidad perentoria de concretar el proyecto de UPyD en Cataluña, si se desea poner en práctica el objetivo de regenerar la democracia en el conjunto de España. Y para ello es necesario y urgente formular la alternativa al nacionalismo catalán y a la autodenominada izquierda. Pues ésta, con su  filonacionalismo, está colaborando con el primero a la limitación de la libertad e igualdad de los ciudadanos, y a la destrucción de la democracia. Y esa concreción del proyecto no se está realizando.

Y cuando por pasividad, ineficacia, solipsismo y autoritarismo se bloquea el proyecto, se está dejando un vacío político muy peligroso. Y el hecho constatable es que el proyecto está bloqueado: los afiliados de UPyD no se han reunido desde noviembre del 2007, el trabajo de creación de la estructura partidaria no se percibe, la comunicación horizontal y vertical entre afiliados y dirigentes es inexistente, y los objetivos de UPyD en Cataluña se desconocen. Por no saber, los afiliados ignoran incluso si se han producido cambios en los órganos de dirección local y quiénes forman parte de la Coordinadora, aparte del núcleo de los tres responsables directos e inmediatos de esta desastrosa situación desde el momento fundacional.

Pero, además de que el fracaso del proyecto en Cataluña es dañino para el país, también es letal en el medio plazo para el partido: se corre el riesgo de que el liderazgo de Rosa Díez resulte erosionado, si se observa contradicción entre los objetivos declarados de Regeneración Democrática de UPyD y la inoperancia oligárquica y autoritaria en Cataluña y otras agrupaciones locales. Las recomendaciones de paciencia a la espera del Congreso de octubre del 2009, lo que constituyen realmente son recetas de suicidio colectivo.

 

UPyD Y CIUDADANOS

Comentario en la web de “Regeneración Democrática” de Anónimo  del 1-6-08:

Este tema no puede analizarse objetivamente si no se pone sobre la mesa sin tapujos el asunto Ciudadanos.

La contradicción entre Ciudadanos y UPyD fue letal para los de Rivera en el conjunto de España, pero en Catalunya va a resultar un desastre para ambos partidos. UPyD de Catalunya está esclerotizada, pero su recuperación no dejaría de suponer un desgaste para el ya de por sí maltrecho Partido de la Ciudadanía. Hasta que no se resuelva la dicotomía, estará lloviendo sobre mojado y se acabará pudriendo lo poco que tenemos.

Tendría que convertirse en nuestro primer objetivo a partir de ahora mismo que los tres diputados de C´s en el Parlamento catalán no se malogren en las próximas elecciones autonómicas. Sería una grave irresponsabilidad por nuestra parte permitir la debacle, y cada uno que asuma la parte que le toca en estos momentos en los que aún estamos a tiempo de impedirlo.

Ciudadanos, UPyD o el proyecto que esté en marcha en el citado momento no puede perder esa batalla. Costó mucho tomar esa posición para echarla a perder por culpa de estar pendientes de nimiedades.

Tenemos que actuar al unísono pero sin cargarnos nada de lo que ya hay. Tirar por tierra lo construido es suicida. Y lo más grave es que desde la dirección (en Madrid) se tiene un completo desconocimiento de lo que es la realidad sociológica catalana. Se ha triunfado en Madrid, se han conseguido resultados medianos en el País Vasco y se ha fracasado en Catalunya por entrar en liza con Ciudadanos. Pero me parece que hay demasiada gente que todavía no se ha percatado de que triunfar en Madrid pero fracasar en las comunidades dominadas por el nacionalismo es una dinámica muy peligrosa a corto plazo, y muy peligrosa para toda España.

Al nacionalismo se le combate con sus propias armas y en su propio terreno. Como no tenemos los medios tenemos que tomar la calle y asaltar los barrios; hacer política cercana al ciudadano, recoger sus inquietudes y llevarlas a las instituciones, hacer estallar nuestro malestar; y librar la batalla ideológica con el nacionalismo mediante el descrédito sistemático de sus falacias, principalmente acallando a los voceros demagogos que apelan al bolsillo de los catalanes con sofismas nacionalistas (léase la reciente campaña de ERC en estas pasadas elecciones o los berridos constantes de gente como Xavier Sala i Martín).

Pero todo esto lo tenemos que hacer juntos, amigos y enemigos dentro de la misma causa, colocados y rebotados, justos e injustos.