¿Y DESPUÉS DE ZAPATERO?

 

Rumores sobre el futuro del PSOE

 

Informe de  M. Rodríguez / P. Montesinos en “Libertad Digital” del 26 de mayo de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

Pese al espejismo del CIS, la tendencia es clara: el PSOE continúa en caída libre en las encuestas. A ello se suma una semana negra para el presidente desde que anunció un plan de ajuste contrario a su discurso y que levantó ampollas en su propio partido. Las quinielas sobre su sucesión cobran aún más fuerza.

 

Quedan dos años para las elecciones pero en los últimos meses los rumores sobre la continuidad de Zapatero han sido constantes. El presidente sigue sin aclarar si será candidato o no en 2012 y aunque en el PSOE lo nieguen, y muchos hayan dado por hecho que sí lo hará, sí se ha hablado de la inquietud que reina en las filas socialistas ante la indecisión de su líder.

Un hecho, sin embargo, podría terminar de acelerar los acontecimientos. El drástico giro de Zapatero a su política económica, con un ajuste impuesto desde fuera que deja en evidencia todo su discurso anterior, ha alentado la posibilidad de que el presidente no aguante hasta el término de la legislatura y que la sucesión se precipite. Se ha hablado de hipotéticos gobiernos de concentración y de mociones de censura. También, de los nombres que más suenan para la era poszapatero.

Desde el PP comienzan a imaginarse a quién podrían tener que enfrentarse en la próxima gran cita electoral. Tras la desbandada ministerial después del anuncio de los ajustes, una figura destacó sobre el resto y así lo destacaron varios analistas políticos: José Blanco. Esa fue también la apreciación de los populares, pese a que teóricamente era sobre Manuel Chaves, vicepresidente tercero, sobre quien caía la responsabilidad de encabezar las respuestas en la sesión de control.

Tras controlar férreamente durante años los engranajes del PSOE, Blanco saltó al Gobierno con la cartera de Fomento en la última remodelación ministerial. Su influencia en el PSOE, no obstante, sigue siendo prácticamente idéntica, como demuestra el reciente conflicto con el PSM y Tomás Gómez. Un episodio que, para algunos, reflejaba la ambición de poder del ministro. También se ha comentado el destacado papel que ha adoptado en la difícil explicación de los recortes a los votantes socialistas. Por ejemplo, fue él quien trató de justificar el plan de ajuste en La Noria, con escaso éxito.

También se habla otro miembro del Gobierno como posible rival de una hipotética lucha por la candidatura socialista: Alfredo Pérez Rubalcaba. Habitual, como Blanco, de las quinielas, y a pesar de que su nombre también suena para la Comunidad de Madrid, hay quien apunta, desde el PP, que dicha lucha en la carrera por el poder en el PSOE ya estaría en marcha. Lo demostraría su frecuente presencia mediática esta semana después de que Blanco "brillara como futurible" en la sesión de control. Así, ese mismo miércoles participó en un acto sobre violencia doméstica y el jueves fue él quien dio la rueda de prensa sobre la detención de una nueva cúpula de ETA.

Mientras Zapatero sigue deshojando la margarita de su continuidad, diarios como El Economista dan por hecho que Rubalcaba y Blanco están en posición de salida y apuntan que el PSOE se decantaría por uno u otro en función del rival que tengan enfrente. Citando al círculo más cercano a Zapatero dicen que Rubalcaba se perfilaría como hipotético rival de Rajoy y que Blanco podría ser el rival de su sucesor en el PP si fuera alguien de otra generación.

Y detrás de estos dos nombres, quedaría el de Carme Chacón, de quien se habló hace meses como delfín de Zapatero pero cuya imagen quedó seriamente mermada con episodios como la salida de Kosovo o el Alakrana. Ella es, con Corbacho, la cuota del PSC en el Gobierno y continúa al frente de uno de los Ministerios clave. Mientras, José Bono se aleja de las quinielas ante la creciente información sobre su abultado patrimonio. En cualquier caso, hay otras voces que insisten en pensar que Zapatero no se irá arguyendo que se interpretaría como una huida. Él aplazó su decisión a 2011. Pero quizás la cita llegue antes.