EL MERCADO NO SE FÍA DE ZAPATERO
Roubini
alerta: España está "al borde del precipicio" en el impago de deuda
Informe
de D. Soriano
en “Libertad
Digital” del 02 de junio de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el informe que sigue para incluirlo en este sitio web.
A pesar del fondo de rescate
de 750.000
millones de la UE; a pesar del tijeretazo;
incluso a pesar del apoyo
del BCE, el mercado no confía en la deuda española. El diferencial con la
alemana alcanzó los 170
puntos básicos el martes y Nouriel Roubini alerta: España está “cerca del precipicio”.
Aunque en los últimos meses han sido habituales las noticias
sobre el encarecimiento de la deuda española, esta tendencia parecía haberse remitido tras el
paquete de rescate de 750.000
millones aprobado por la UE. De acuerdo con este pacto, el conjunto de la
zona euro rescataría a las economías en apuros. Esto es tanto como decir que
Alemania se compromete a pagar la deuda española en caso de impago.
Pues bien, ni aún así el mercado se acaba de fiar de
los bonos del Tesoro. Por eso el diferencial con la deuda alemana se ha
disparado en los
últimos días hasta los
170 puntos básicos. En el caso de que tanto España como Alemania logren
cumplir con sus obligaciones -y las consecuencias de que no lo hicieran serían
terribles para la economía mundial- los tenedores de bonos hispanos recibirán
más interés que los de los germanos.
Por eso, en teoría, ambos países deberían pagar el
mismo interés, ya que comparten moneda: la diferencia entre ambos sólo se explica por la
tremenda desconfianza de los
mercados hacia la situación de las cuentas públicas españolas. Una
incertidumbre que la política económica del Gobierno no ha logrado reducir.
Roubini: “cerca del precipicio”
Nouriel Roubini, uno de los
economistas de moda, lo ha resumido quizás mejor que nadie en una columna en Financial Times. En el artículo, el profesor
alerta de que la “crisis de la deuda soberana” podría provocar “la
desintegración de la moneda única y una nueva recesión”. Por eso, avisa de que aunque Grecia ha sido “la
primera en caer por el precipicio [del impago de la deuda], Irlanda, Portugal y España están muy cerca de
seguirla”, informa Europa
Press.
Además, Roubini puede alegar que esta opinión no se
basa en meras suposiciones sino que sigue los pasos del mercado. En las dos
últimas subastas, el Tesoro no ha logrado colocar toda la deuda emitida, pese a
ofrecer un interés mucho más elevado que en ocasiones anteriores.
Así, el 18
de mayo sólo adjudicó 6.436 millones (cuando el mínimo esperado era de
6.500) a pesar de que ofreció un interés que doblaba al de un mes antes. Y de
nuevo el 25
de mayo, para colocar las letras a seis meses debió ofrecer una
rentabilidad del 1,320% frente al 0,76% de la subasta precedente.
Incluso El País
desconfía
Incluso el diario El País ha
alertado en los últimos días sobre la insostenible degradación de la deuda
pública española. Así, el pasado lunes publicaba un artículo titulado El mercado es más duro que
las agencias con la deuda española. En este reportaje se destacaba que, a pesar de las críticas del Gobierno
a las agencias de calificación como S&P
y Fitch por las rebajas en la nota de la deuda española, ésta es aún superior a la
que se merecería si se mirase sólo su precio en el mercado.
En este momento, S&P califica a España con ‘AA’ y Fitch
con ‘AA+’. Sin embargo, la rentabilidad en el mercado de los bonos a 10 años es
de 4,32%, superior a la que se pide por la deuda de países como la República
Checa o Eslovaquia que, sin embargo, reciben peor nota de las agencias.
Lo peor
está por llegar
Pero el mayor problema para el Gobierno es que lo peor
esté, quizás, por llegar. En julio, apenas
dentro de cuatro semanas, el Tesoro tendrá que colocar en el mercado cerca de 25.000 millones de euros. Por eso hace ya tiempo que este mes está marcado en
rojo en las agendas de los inversores internacionales como el “Día
D” de la economía española, el momento en el que su solvencia y su
capacidad de generar confianza se enfrentarán a su más dura prueba.
Para numerosos analistas, el Gobierno no podrá superar este obstáculo sólo
con el tijeretazo. Los
quince mil millones de recorte que implica este plan de ajuste no son
suficientes y se esperan nuevas reformas, especialmente en el mercado laboral,
que permitan una recuperación de la economía española y de los ingresos
públicos.
Pero, si en estas semanas José Luis Rodríguez Zapatero
no consigue algo de confianza por parte de los inversores internacionales, el fantasma del impago (default)
de la deuda, sin duda
el drama más grave que puede afectar a una economía, podría sobrevolar España.
Primavera “horribilis”
La deuda española está sufriendo una primavera “horribilis” debido a la desconfianza de los mercados en que el Gobierno
pueda cumplir con todos sus compromisos. Desde que el 26
de abril el diferencial de la deuda española con la alemana superara los
100 puntos, su precio no paró de subir hasta que el día 6
de mayo cotizó a 163 puntos básicos. Esto quiere decir que ese día si el
Tesoro español quería financiarse tenía que pagar un interés 1,63% mayor del
que tendría que pagar el alemán.
Es evidente que en un contexto de un déficit disparado
como el actual, que provoca que el nivel de deuda crezca cada día, un precio al alza de la
financiación puede llevar a un colapso del Gobierno y al correspondiente default.
Precisamente, para evitar
ese riesgo es por lo que la UE acordó la creación del Fondo de Rescate de
750.000 millones que se forjó en Bruselas la noche del día 9. Y al principio parece que esa
noticia logró su objetivo: el precio de la deuda española cayó a la mitad en una única sesión. Los mercados interpretaron que
los Veintisiete (y especialmente Alemania) respaldaban la deuda española. Es
decir, que el bono español pasaba a ser un pasivo germano con todo lo bueno y lo malo que eso implica.
Lo bueno, se suponía, era
que el coste de la financiación pública bajaría notablemente. Lo malo para el Gobierno (aunque quizás no para la
economía nacional) era que España se convertía de facto en un protectorado
alemán -disfrazado tras la UE- y tendría que aplicar las medidas de ajuste que Angela Merkel dispusiera. Fruto de este acuerdo, llegó el tijeretazo que todos
los mercados interpretaron como una imposición exterior a Rodríguez Zapatero.
Sin embargo, aquel respiro sólo ha durado unas semanas y desde hace unos días
el coste de la deuda española ha vuelto a dispararse hasta llegar a los 170 puntos de diferencial de este martes.