MARÍA SAN GIL DICE QUE ADEMÁS DEL PLAN IBARRETXE HAY QUE RECHAZAR "EL PLAN MARAGALL Y EL PLAN LÓPEZ"

 

 Noticia en  “Libertad Digital” del 11/02/2005

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado la noticia que sigue para incluirla en este sitio web. (L. B.-B.)

 

La presidenta del PP vasco, María San Gil, ha llamado a un "cambio político" en el País Vasco y a una movilización social que responda a la ofensiva nacionalista. Reconoció que, a diferencia de los anteriores comicios, el PP se presenta solo a las elecciones al País Vasco, ya que el Partido Socialista sólo aspira a "un inútil empeño de satisfacción del nacionalismo". La candidata a Lehendakari llamó, por el contrario, a "sustituir" el nacionalismo y defender el Estatuto y la Constitución.

 

(Libertad Digital) En una conferencia pronunciada este jueves en el Club Siglo XXI de Madrid, bajo el título "Euskadi: la necesidad de un cambio", María San Gil, acompañada del presidente del PP, Mariano Rajoy, y de varios líderes destacados de su partido, aseguró que su partido nunca jugará "el rol del servilismo o el acomodo pragmático" y defendió la convivencia constitucional y estatutaria frente a "quienes ceden a las exigencias nacionalistas". Mariano Rajoy habló de San Gil "con afecto y admiración" porque "sabe de primera mano lo que es trabajar por la libertad desde 1981".

Además, apostó por rechazar no sólo el Plan Ibarretxe, sino también el "Plan Maragall, el Plan López y a Carod Rovira" porque "hay que saber decir no a las ofensivas nacionalistas que tratan de romper con la Constitución Española". María San Gil inició su discurso señalando el décimo aniversario del asesinato de Gregorio Ordóñez para recordar a todas las víctimas y asegurar que todos los efectos provocados por la violencia, asesinatos, heridos, extorsionados y amenazados, "no pueden quedar como parte del paisaje". San Gil recordó que el ejemplo Ordóñez les enseñó a mantener "el compromiso de quienes defendemos la democracia y la libertad" y incidió en que "no podemos quedarnos en el diagnóstico", ya que "la resignación no es una alternativa política".

Tras considerar que "falta voluntad para llevar a cabo lo que dicta la razón", recordó que "Batasuna no es ilegal porque no condene a ETA. Batasuna es ilegal porque es ETA". María San Gil recordó que ETA lideró la ruptura de España durante los primeros veinte años de democracia, hasta que surgió la movilización contra la banda terrorista. Hoy, según el análisis de María San Gil, ETA está en retaguardia y es el nacionalismo con el PNV a la cabeza quien está a la vanguardia del proyecto rupturista. En ese momento se preguntó "si habrá que esperar otros veinte años para movilizarse" contra el nacionalismo.

 

"Nada se debe a los que dejan de matar"

 

En relación con la lucha contra el terrorismo incidió en la necesidad de derrotar "operativa y políticamente" a ETA. Del mismo modo incidió en que "nada se debe a los que matan y nada se debe a los que dejan de matar". Y que se debe luchar contra el terrorismo "sin contrapartidas, sin condiciones, sin premios". Contrastó su postura con la de los nacionalistas, que a su juicio están haciendo "lo imposible" para conseguir que no se derrote a ETA.

 

Por todo ello, abogó por la necesidad del cambio en Euskadi y manifestó que el objetivo central del nacionalismo es destruir el Estatuto y la Constitución, lo que supone "expropiar a cientos de miles de vascos de su condición de ciudadanos" y denunció que los nacionalistas vienen haciendo "todo lo posible para impedir la derrota del terrorismo". "El cambio que proponemos es necesario porque el País Vasco, con el nacionalismo, corre el riesgo de entrar en un callejón sin salida de empobrecimiento e inestabilidad desde el que no podrá afrontar los retos económicos y sociales que tenemos ante nosotros", dijo.

 

San Gil consideró que el nacionalismo no cambiará mientras pueda "seguir consolidando su régimen al abrigo del poder" y añadió que sigue instalado "en la deslealtad a los marcos de convivencia básicos, declarado en rebeldía frente a las instituciones democráticas, insolidario, cuando menos, en la lucha contra el terrorismo, y que cuando se refiere a sí mismo no tiene otro discurso que el de la autocomplacencia o el victimismo".

 

A su entender, el nacionalimo quiere poner fin al Estatuto para conservar el Gobierno "y no para sustentar la convivencia", mientras que su partido apuesta por "poner fin al gobierno nacionalista en Euskadi para mantener el Estatuto". Asimismo, dijo que las actitudes del PNV no son "simples movimientos tácticos" sino "una estrategia absolutamente deliberada de ruptura de la Constitución y del consenso estatutario".

 

"Error grave" de la postura de Zapatero

 

Respecto al Plan Ibarretxe, la representante de los populares vascos consideró preocupante que "ya sea por puro interés partidista o por falta de perspectiva histórica", el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "proclame" que la propuesta del lehendakari es "algo del pasado".

A su entender, esta afirmación no es cierta y supone, además, un "grave error de apreciación" y agregó que "los que creen que el problema del País Vasco es un problema de crispación del clima político, confunden lamentablemente los síntomas con la enfermedad".

 

"No quiero hacer juicios de intención, pero sí digo que los que piensan así no sólo incurren en el error de exonerar al nacionalismo de sus responsabilidad, sino que dan aire de normalidad a lo que constituye un ataque frontal a la convivencia entre los vascos y entre estos y el resto de los españoles", indicó.

 

Para San Gil, el Plan Ibarretxe sólo está encaminado a mantenerse en el poder y no a cimentar la convivencia y agregó que hoy hay "menos nacionalistas que nunca aunque estén más radicalizados". Según San Gil cuentan, además, con "ingentes fondos" públicos que se dedican a la promoción de la visión nacionalista. Además, agregó que la "pluralidad resistente de la sociedad vasca se ha hecho cada vez más insoportable para un partido, para un movimiento que ha pretendido siempre la apropiación de lo vasco".

 

Sobre la situación actual de ETA, la representante del PP dijo que la organización terrorista está "más débil que nunca", aunque "esta larga pesadilla no ha concluido" y manifestó la necesidad de mantener "sin fisuras una política de Estado que ha demostrado su eficacia dentro del marco estricto de la ley y el Estado de Derecho".

 

Para San Gil, el nacionalismo "ha estado ausente" en el esfuerzo de acabar con la violencia y agregó que el terrorismo ha sido "la coartada del nacionalismo para demostrar que existía un conflicto político y viceversa, que el conflicto político explicaba la violencia terrorista".

 

"Es ETA –añadió– la que permite al nacionalismo disfrazar como propuesta de paz lo que no es más que su programa de máximos. Es ETA la que permite al nacionalismo presentar como paz lo que no es más que su pretensión de construcción nacional".

 

Tras citar los numerosos problemas que sufre Euskadi, destacó la "estéril" gestión nacionalista de un "gobierno anquilosado que deja de lado la política real, la defensa de los intereses reales de los vascos para dedicarse a imponer proyectos políticos que nos alejan, hasta aislarnos, de nuestro ámbito de integración que es España y que es Europa".

 

La candidata a lehendakari indicó que el futuro de Euskadi "pasa por España y el futuro de España también pasa por Euskadi" y agregó que en las próximas elecciones autonómicas "no basta con decir no al Plan Ibarretxe", sino que "hay que saber, también, decir no al Plan Maragall y a Carod Rovira, hay que saber decir que no a las ofensivas nacionalistas, que tratan de romper con la Constitución Española".

 

No al plan Ibarretxe, no al plan Maragall

 

Por ello, consideró que un "excelente resultado" del PP es "lo único que puede inquietar, dificultar y, ojalá, paralizar a quienes, de un modo u otro, con un Plan u otro, llámese Plan Ibarretxe, Plan Maragall o Plan López, se preparan para abordar una reforma constitucional, abriendo una nueva etapa de incertidumbre e inestabilidad, que sólo responde a las exigencias nacionalistas".

 

También criticó la "falta de claridad, de proyecto y de una idea de España" por parte del Gobierno y del Partido Socialista y agregó que su "obsesión por aislar al PP sólo les conduce a ponerse al servicio de los nacionalistas".

 

"Es por ello por lo que, en lugar de compartir nuestra oferta de dar estabilidad al actual marco político, presentan, los socialistas vascos, una ridícula propuesta de reforma del Estatuto que empieza por querer convertir a la Comunidad Autónoma en una comunidad nacional, en un inútil empeño de satisfacción del nacionalismo", dijo.

 

Según enfatizó, esto es "como pretender satisfacer a un león hambriento con un paquete de cacahuetes, que los nacionalistas tomarán como aperitivo para después intentar devorarnos a todos", por lo que agregó que los populares nunca "jugarán este rol de servilismo, porque a lo que nosotros aspiramos es a sustituir a los nacionalistas en el gobierno y no a ponernos a su servicio".