UN "NO" A LA TREGUA DEL ESTADO DE DERECHO

 

 Editorial de  “Libertad Digital” del 15/02/2005

 

Por su interés y relevancia, he seleccionado el editorial que sigue para incluirlo en este sitio web. (L. B.-B.)

 

Como recordarán los lectores, la decisión del gobierno de ZP de escoger entre las filas socialistas a Gregorio Peces Barba como Alto Comisionado paras las Víctimas del Terrorismo, no fue previamente sometida a consenso con el PP. No por ello fue Peces Barba mal recibido por parte del ninguneado socio del Pacto por las Libertades, ni por parte de la Asociación Víctimas del Terrorismo. La cosa lógicamente cambió, cuando el supuesto representante de las víctimas anunció su negativa a acudir con ellas a una manifestación en la que se iba a reivindicar “memoria, justicia y dignidad” para los caídos por el terror. Tras los abucheos que una exigua e incontrolada minoría dedicó al ministro Bono, Peces Barba no hizo más que seguir fielmente las directrices del gobierno para tratar, no ya de neutralizar a la víctimas, sino de denigrarlas incluso, al relacionarlas con unas agresiones a Bono, que luego resultaron ser, además, falsas.

 

La Asociación de Víctimas del Terrorismo no se ha dejado intimidar por lo que considera una “interesada y sesgada campaña de manipulación” entorno a aquella manifestación. En lugar de ello, ha ofrecido a los ciudadanos un manifiesto que, con el lema “Memoria, dignidad y justicia”, pretende ser precisamente “una extensión y reafirmación del espíritu de aquella manifestación”y que, básicamente, reclama ”la defensa del Estado de Derecho a través de la plena aplicación de la actual legislación vigente”. En esa línea, la AVT señala también que “La libertad y la dignidad humana son innegociables. A las bandas terroristas se les combate y se termina con ellas mediante la aplicación de dicha ley”.

 

Por otra parte, el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, ha arrojado luz sobre otra indignidad perpetrada por Peces Barba como fue la de mentir a los medios de comunicación sobre lo tratado en la reunión mantenida tras el “escándalo Bono”. Alcaraz ha confirmado que el gobierno está buscando fórmulas para negociar con ETA, cosa que había sido tajantemente desmentida ante la prensa por el Alto Comisionado.

 

“A las bandas terroristas se les combate y se termina con ellas mediante la aplicación de la ley”. Debía haber sido siempre un guía inamovible de nuestra democracia pero, con treguas de por medio –o incluso por venir- se convierte en máximas que sólo recuerdan victimas ninguneadas. No hay que extrañarse que España siga padeciendo la lacra etarra. Lo malo de un error no es haberlo cometido, sino no reconocerlo como tal y estar dispuesto a convertirlo en fatal al no poder aprender de él.

 

Más aún cuando el presidente del gobierno que ahora quiere insistir –con el agravante de la “nocturnidad”-, lejos de venir amparado por una impecable trayectoria de firmeza, viene catapultado por una elección celebrada el 14-M y con unos socios que, como ERC en Cataluña y pronto el PNV en el País Vasco, son los mismos que escogió ETA como aliados en Estella y Perpiñan.