CIUTADANS: UNA ALTERNATIVA QUE PRIMERO TIENE QUE REPOSAR RESULTADOS

 

 Artículo de Santi Lucas en “El Semanal Digital” del 04.11.06

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Los votos cosechados por el partido de Albert Ribera son bien merecidos. Pero alternativas como Ciutadans beben del desgaste de las grandes opciones. Y he ahí, también, sus limitaciones.

4 de noviembre de 2006.  Ni un solo mérito le resto al demócrata que tenga salero, se presente a unas elecciones y obtenga la confianza, mucha o poca, de los ciudadanos para representarles en cualquier parte. Pero, tampoco creo en la aplicación febril e impulsiva de una hermenéutica prodigiosa sobre algunos resultados electorales que pudieran ser inopinados o inadvertidos para los analistas. Me refiero ahora a Cataluña, claro. La opinión sobre el fenómeno electoral de Ciutadans de Cataluña está plagada tanto de pundonor como de exageraciones. Dicho eso, los datos deben reposar en el tiempo, ni sublimados ni preteridos.

El honroso tres por ciento contabilizado por Ciutadans, que sus representantes aprovecharon al pelo para recordarnos aquel idéntico y mafioso porcentaje, se ha convertido en un símbolo y en una recompensa política ante la presión y los excesos del catalanismo. Todo el programa de esta formación de noveles ha consistido en una original campaña de gestos singulares y de lemas sencillos para evidenciar la resistencia y el desafío ante los nacionalistas. Nada más que en eso, aunque esta vez el guión haya servido para nada menos que para obtener tres escaños en el Parlament.

No es cierto que Ciutadans de Cataluña no hayan recibido una atención mediática significativa y elocuente en la campaña electoral catalana. Algunos medios de comunicación de gran influencia social han mostrado reiteradamente su simpatía por esta opción (la de los "audaces" según editorial del periódico El Mundo el pasado día 31 de octubre). La frescura y ligereza de su bagaje les ha deparado precisamente una valiosa curiosidad social.

El mayor incentivo popular de Ciutadans ha sido el de mostrar frente al abuso del poder una rebeldía original e indómita, desusada en la cuna del seny, oportuna ante el desbordamiento de la paciencia y el hartazgo de muchos ciudadanos, "desnudos" ante compromisos y propuestas que no tuvieran que ver con los problemas de exclusión de los no nacionalistas en el territorio de Cataluña.

No olvidemos que el éxito relativo de estos proyectos como el de Ciutadans de Catalunya tiene mucho que ver con el desgaste y la decepción que las grandes opciones provocan entre los ciudadanos. De ahí a anunciar el fin de los partidos clásicos hay un abismo. Su tiempo coincide siempre con crisis institucionales, fracasos y desvaríos ideológicos colectivos y mucho menos con la efervescencia de los problemas reales de la gente.

Creo que es un grave error exportar el producto a Madrid o a Andalucía, como se ha anunciado, Comunidades donde toda la razón de ser de Ciutadans en Cataluña se pierde desde el principio.