AZNAR HABLA EN SERIO

Artículo de Marcello en “La Estrella Digital” del 27 de enero de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

El presidente de FAES, José María Aznar, ha hecho al diario La Razón unas importantes y serias declaraciones políticas de las que se desprende la idea de un posible regreso del ex presidente del Gobierno a la primera línea de la vida política, especialmente en lo que al liderazgo del PP se refiere, a la vista de la grave crisis interna que vive este partido, como se aprecia en los últimos escándalos de espionajes ocurridos en Madrid.

Ello a pesar de que Aznar no ha querido referirse a esta crisis de manera concreta, por más que sí hiciera algunas alusiones críticas a los distintos posicionamientos habidos en el seno del PP sobre la reforma de Estatutos de Autonomía y del nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas gobernadas por el PP. Al tiempo que Aznar señalaba que, en este en momento de crisis económica, España necesita estadistas en vez de "tacticistas" y justificaba su decisión de entrar en el debate político español aunque callara a propósito de la crisis del PP.

El silencio de Aznar sobre la crisis galopante del PP es, en sí mismo, muy sonoro y podría significar su indignación o justificada preocupación por la deriva autodestructora de un partido. El que él refundó, cohesionó y llevó a la victoria electoral. Aunque sabidos han sido sus errores políticos tanto en su despedida como en la elección a dedo de su sucesor y otras decisiones políticas -guerra de Iraq y conspiración del 11-M-, que sin duda desempeñaron un papel en las dos derrotas electorales de Rajoy, en el 2004 y el 2008.

Ahora Aznar ha rectificado en sus declaraciones sus críticas al presidente Obama y, con un tono sosegado y bastante realista, ha hecho un análisis de conjunto y estructurado de la crisis económica que atraviesa España, y que el ex presidente del Gobierno relaciona de manera inequívoca y acertada con problemas de cohesión nacional, la diáspora autonómica, la pérdida de peso del Estado, la ausencia de sentimiento nacional y la falta de credibilidad de los actuales gobernantes. Añadiendo la necesidad de tomar decisiones de orden político y estructural a corto y largo plazo, para construir un nuevo modelo económico de crecimiento.

Las palabras de Aznar, esta vez sin estridencias, deberían ser leídas en el seno del PP con mucha atención por todos los dirigentes del partido, y no sólo por lo que dice sino también por lo que calla. Y quien no quiera verlo así se va a equivocar. Sobre todo si el PP continúa su ciega carrera por el borde del precipicio y, en las próximas citas electorales, los populares se llevan sonoras derrotas en Galicia y País Vasco, lo que los dirigentes del PP en ambas comunidades autónomas imputarán a la crisis del PP en la Comunidad de Madrid, dejando expedito el terreno hacia la derrota en las elecciones europeas, que se convertirían en el punto final de la crisis.

Y puede que en el principio del fin de la actual dirección del PP, en pos de un congreso extraordinario del partido. Y en ese caso, y puede que incluso antes de que lo haga algún dirigente del PP, José María Aznar anuncie un paso al frente, su regreso a la política activa, y hable por fin de la crisis de su partido con la contundencia que a él le gusta practicar.