EL CAPITÁN CENTELLA

Artículo de Marcello en “La Estrella Digital” del 09 de noviembre de 2009

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web

 

Se han cumplido 20 años de la caída del Muro de Berlín y todavía los hay, en España también, quienes, como Francisco Frutos, añoran la URSS, las dos Alemanias y el Pacto de Varsovia, que es lo que se desprende de las asombrosas declaraciones del secretario general saliente del PCE sobre la caída del telón de acero, o del Muro de Berlín, negándose a colaborar en esa fiesta de la democracia y sobre todo de la libertad. Semejante error y ceguera es la causa, entre otras cosas, de que Izquierda Unida, coalición en la que el PCE constituye su núcleo político y electoral, hoy día sólo tenga un diputado en las Cortes españolas (y un asociado de verdes catalanes).

Ahora Frutos ha abandonado el timón del PCE y ha dado entrada a otro dirigente comunista, andaluz y cordobés como Julio Anguita, el nuevo secretario general del PCE, José Luis Centella, comunista de convicción y de devoción como Cayo Lara, el coordinador de IU. Y al parecer empeñado en seguir por la senda de un modelo ideológico y político que ha fracasado, y del que apenas quedan restos en nuestro entorno europeo, y desde luego modelos muy confusos y contradictorios -como el de China- en las grandes naciones del comunismo tradicional.

Como a muchas religiones -y el comunismo parece una de ellas-, el siglo XXI de la sociedad comunicada y de la libertad y la cultura sin fronteras pondrá punto final a los restos del comunismo, porque la gente joven no está por la labor de seguir a ciegas doctrinas fracasadas y sin horizonte, al menos en nuestra Unión Europea y desde luego no en España. Y no cabe decir o echar la culpa de la postración política del PCE o de IU al sistema electoral -que sin duda es injusto para ellos y para otros-, porque el PCE de Carrillo o de Anguita (con IU) obtuvo una veintena de diputados con esta misma ley electoral, pero los tiempos fueron cambiando y los políticos no.

En los grandes países europeos de nuestro entorno existe un debate abierto, franco y decidido sobre la nueva izquierda. Así ocurre en Alemania, Italia, Gran Bretaña y Francia, y así debería ocurrir en España, donde el PSOE se niega a ese debate porque disfruta del poder, y porque Zapatero con su populismo progresista pretende sustituir la ideología con gestos, y donde el PCE sigue anclado en la nostalgia de su heroica lucha contra el franquismo y no acaba de encontrar su propio camino. Y menos aún cuando Zapatero les cierra el paso por la izquierda con un claro oportunismo electoralista, pero dándose la mano, por debajo de la mesa, con el nacionalismo burgués, la gran banca, las constructoras y hasta con la patronal. Además, IU y PCE se han equivocado en España en algo fundamental: en el seguidismo con la Batasuna de ETA y su entorno, y en el modelo confederal que alientan las burguesías nacionalistas, y donde la izquierda suele ir a remolque.

La crisis económica y financiera que sufrimos tiene su origen, sin duda, en los abusos del capitalismo salvaje y neocón, pero los ciudadanos castigan, de manera políticamente injusta, a los gobiernos de la izquierda porque no confían en ellos como gestores de la crisis y además están convencidos de que en el mundo capitalista en el que vivimos la salida a la crisis pasa por una solución liberal y no de pleno intervencionismo -nacionalizar la banca, dice por ejemplo Centella- por parte del Estado, porque eso conduce, sin la menor duda, al colapso total, al viejo fracaso de la URSS enterrada bajo los cascotes del Muro de Berlín.

Difícil tarea le espera al nuevo capitán Centella del PCE, y ésa no es otra que la de modernizar IU en vez de llevarla hacia atrás. Alguna oportunidad van a tener, como lo señalan las encuestas que hablan de cierta mejora en las expectativas electorales de IU, porque la verborrea de Zapatero se da de bruces con la cruda realidad de la crisis, su impacto social y el horizonte de no salida del túnel, a pesar de que se nos anuncia todos los días la llegada de la luz. Ahora bien, si el discurso de IU ante la crisis es una marcha atrás, entonces no habrá recuperación electoral.

Es verdad que Carrillo fue todo un mito y un histórico luchador contra el franquismo, y que Anguita denunció los GAL y la corrupción del felipismo, pero ahora el enemigo no es otro que el paro. Y en el mundo capitalista en el que vivimos, les guste o no, eso sólo se arregla creando empleo y no por decreto, con subsidios y con más intervención pública. Además, las nuevas generaciones están, sobre todo y ante todo, comprometidas con la libertad, y no van a admitir ni justificar declaraciones como las del capitán Centella en las que se justifican las dictaduras y abusos de poder, porque todo eso ya está enterrado bajo el Muro de Berlín y le impedirá a IU y al PCE aumentar su presencia política, incluso aunque se cambie la ley electoral.