A ZP LO VAN A LLEVAR EN AMBULANCIA

Artículo de Marcello  en “Republica.es” del 22 de septiembre de 2010

Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

Daría un ojo de Rubalcaba, o los dos de Pepiño Blanco (ahora que le han quitado las gafas para estar más guapo a ver si sucede a Zapatero en el cartel del PSOE), por haber asistido a la reunión del presidente con los tiburones de Wall Street a los que les ha asegurado que España ya está creciendo –otra vez los “brotes verdes” de Salgado- como si los magnates –había que ver la cara de mosqueo de Soros- no conocieran el último informe de la Comisión Europea que dice que España permanece en recesión, y está en el vagón de cola del tren del crecimiento de la UE que conduce Ángela Merkel como la maquinista de “la general”.

La verdad es que Zapatero empieza a ser no solo un problema político para España y para el PSOE sino como un caso digno de un urgente estudio psiquiátrico, a la vista de sus extrañas declaraciones de las últimas semanas sobre lo que ocurre a su alrededor. Sus palabras ante Mohamed VI diciendo que “lo importante es la foto” -en la que le colaron la bandera marroquí-, o sus reflexiones en Oslo donde afirmó que los parados que están en la formación profesional no son parados porque trabajan para España, son dos destellos de desvarío político y personal que revelan que el presidente no está bien y que merece tratamiento psicológico o psiquiátrico.

Si añadimos sus divagaciones en la ONU sobre los pobres del mundo y del milenio, o su apoyo a la expulsión de los gitanos por Sarkozy en medio de un galimatías inaceptable, o sus palabras en Cataluña diciendo que Corbacho tiene “el ochenta por ciento de la democracia”, o algo así, que nadie entendió, veremos que el presidente no está en sus cabales, y entendemos el por qué Rubalcaba ha tomando el mando del Gobierno y don Pepiño el del PSOE porque ven que todo esto se le va de las manos a Zapatero y temen que haga cualquier locura si los sindicatos ganan la huelga general, o si Gómez acaba por derrotar a Jiménez en Madrid, donde ambos libran una apretada pelea, en la que la figura de Zapatero está en entredicho.

Además una cosa es que Zapatero se haga fotos con el muñeco Miguelín en Shangai, o que visite al emperador de Japón, para distraerse un poco –imaginamos, por consejo de su médico de cabecera- y otra bien distinta es que en estos viajes programados para alejarlo de la política nacional pueda meter la pata como lo ha hecho frente a Mohamed VI, se deje manipular por Sarkozy –ante el espanto del PSOE- y se atreva a debatir con los tiburones de las finanzas americanas que por muy corteses que sean no se chupan un dedo y saben de España tanto o más que Zapatero. Y si han detectado su desvarío personal en vez de invertir en nuestro país puede que se lleven lo que aún les queda en estos lares, de ahí la temeridad de ciertos aspectos del viaje a Nueva York de nuestro presidente.

En fin, hay que estar atento porque pronto Zapatero dirá alguna nueva machada –ya lo verán- y el día menos pensado se presenta una ambulancia en las puertas de Moncloa para llevarse al presidente a descansar a los montes de Heidi o a algún sitio similar. Sus frasecitas de “hare lo que tenga que hacer me cueste lo que me cueste”, o aquellos de “lo importantes no es mi futuro político y personal”, o lo de “a estas alturas a mi ya no me afecta nada”, confirman el deterioro personal del presidente del gobierno y dan fe del riesgo que corre el PSOE ante las graves citas políticas del otoño si Zapatero sigue empeñado en filosofar.

Desde luego en Moncloa, Ferraz, el Congreso y numerosos ministerios y autonomías ya está corriendo el rumor de que Zapatero no está bien. Pero unos creen que todo esto es pasajero y está motivado por la huelga general que le hacen los sindicatos a él que es de izquierdas y que una vez pasada la cita del 29-S el presidente se recuperará y regresará a la cordura, aunque otros dudan que su extraño desvarío pueda tener una pronta marcha atrás. De momento hay que estar muy vigilantes porque en cualquier momento es capaz de irse otra vez de la lengua y armar la mari morena nacional.