UNA DECISIÓN DE ALTO RIESGO

 

 Artículo de Francisco Marhuenda en “La Razón” del 28.12.05

 

 Por su interés y relevancia he seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.

 

 

Un líder político nunca tiene que seguir los consejos de sus rivales. Es algo parecido a las lágrimas de cocodrilo cuando se comenta la derrota del

adversario o se apela a la necesidad de tener una oposición. Son tonterías. El objetivo es ganar y siempre por la máxima distancia posible. No hay nada mejor para un gobernante que tener a la oposición sumida en una crisis de liderazgo.

Los medios afines al PSOE no cesan de pedir a Rajoy que se libere de la larga mano de Aznar, que por cierto no sólo no existe sino que administra muy bien sus escasas declaraciones. Le insisten en que busque acuerdos con Zapatero y así el PP quede instalado en la oposición durante una década.

No debe olvidar que no puede confiar en el presidente del Gobierno y sus adláteres. Le ha intentado engañar en varias ocasiones y lo seguirá haciendo hasta el final de la legislatura. La decisión de presentar enmiendas al proyecto de reforma del Estatuto de Cataluña y participar en la comisión parlamentaria es muy arriesgada.  Es cierto que también lo sería inhibirse. No obstante, hay que recordar la incoherencia socialista

al aceptar ahora lo que negó para el Plan Ibarretxe. La inconstitucionalidad de ambos textos es evidente, ya que en el caso catalán se opta por un modelo confederal de facto mientras que en el vasco se imponía un estado libre asociado.

Rajoy cuenta con los diez millones de votos del 14-M, pero sobre todo con aquellos millones de españoles que rechazan que los nacionalistas catalanes impongan un modelo insolidario que rompe la cohesión social y territorial. Es una gran mayoría que no quiere que se reinvente

frívolamente España para llevarla a su progresiva desaparición. Hace unas semanas, el PP convocaba un acto en defensa de la Constitución.

Por ello, tiene que ser coherente y rechazar sin complejos esta ofensiva soberanista.

Es fácil que los populares se conviertan en el catalizador para que el PSOE y sus socios alcancen un acuerdo y lo dejen solo. La potencia mediática que apoya a Zapatero lo venderá como un triunfo. No hay que caer en el error de pensar que no habrá acuerdo, ya que se alcanzó en Cataluña, aunque fuera forzado. Si esto sucede necesitará un plan alternativo. La Transición fue un gran éxito colectivo. La paradoja sería que triunfaran ERC y las minorías que la rechazaron.