DIRIGENTES SOCIALISTAS QUIEREN CAMBIAR A ZP TRAS LAS
CATALANAS
No se trata ya de saber
si será él o no el candidato en 2012, ahora, algunas federaciones, comienzan a
analizar si quizá "muerto el perro, se acabó la rabia".
Artículo de
Antonio Martín Beaumont en “El
Semanal Digital” del 10 de octubre de 2010
Por su interés y relevancia he
seleccionado el artículo que sigue para incluirlo en este sitio web.
El
"¡Váyase, señor Zapatero!", dicho por el presidente socialista de
Castilla-La Mancha, José María Barreda, luego dulcificado "por consejo de
sus asesores", ha agitado los cimientos de La Moncloa. Que todo un barón
del PSOE, justo en la misma semana del "tomasazo" de Madrid, cuando
los estrategas del partido habían animado a todo quisque a salir en defensa del
"jefe", salte a la palestra y diga: "O cambia de rumbo el
Gobierno o esto acaba en catástrofe electoral", "creo que estamos
fallando estrepitosamente" o "soy partidario de la limitación de
mandatos" es, como bien decía en su artículo en La Gaceta del sábado el
periodista José Luis Roig, "un grito de guerra estilo aznariano".
Además, dicho por un preboste con mando en plaza, tiene muy complicada digestión
para un PSOE al que ya le duele todo el cuerpo.
Los candidatos del PSOE que se la juegan en mayo de 2011 le ven las orejas al
lobo. Ahora mismo, a quien le aprieta el cinturón no es sólo a Zapatero,
también a ellos. Y "con las cosas de comer no se juega", deben
pensar. La "catástrofe electoral" que se avecina puede dejarles sin
trabajo y, con ellos, a la mayoría de los que les apoyan en comunidades y
ayuntamientos de España. Así que el pánico, hasta ahora bien aprisionado entre
los paneles de Ferraz, se propaga.
Barreda, por ello, pide medidas contundentes. En apariencia puede creerse que
lo único que intenta el inquilino del Palacio de Fuensalida es separarse algo
de Zapatero para que los castellano-manchegos no le den una sonora patada en su
culo al presidente del Gobierno. ¿Cómo no van a hacerlo así los electores,
cuando hasta los militantes socialistas de Madrid dieron la espalda el pasado 3
de octubre a Trini Jiménez por ir de la mano de ZP? Sin embargo, las
meditaciones radiofónicas del presidente de Castilla-La Mancha trascienden lo
que sería una mera tirita para tapar toda una hemorragia. Irían más allá. En
realidad, hace tiempo que al menos una parte del PSOE, como si fuera el PP de Rajoy,
lamenta en privado su verdadero problema: Zapatero.
Así las cosas, ¿cómo de contundentes deben ser las medidas que pide Barreda?
El zapaterismo considera que con un cambio profundo de Gobierno y el anuncio
por parte del presidente de que se volverá a presentar bastaría para seguir
adelante. Por el contrario, otros dirigentes socialistas críticos con ZP y el
zapaterismo consideran que si el problema es Zapatero... ya se sabe,
"muerto el perro, se acabó la rabia". Y el runrún amenaza con ir a
mucho más tras las autonómicas catalanas, que pueden convertirse en otro gran
descalabro socialista.
Por eso en las cancillerías madrileñas de las federaciones del PSOE comienzan a
preguntarse algunos si sus males no tendrían remedio sustituyendo a Zapatero
por otro presidente –socialista-- que presidiera un Gobierno de "notables"
hasta marzo de 2012. Sí, han entendido bien: en el PSOE hay quienes hablan de
cambiar de caballo a mitad de carrera. Es decir, podría decirse que "las
piernas les tiemblan" tanto a algunos que ya no quieren sólo tener un
candidato presentable con capacidad de ganar en año y medio, sino que la cara
de Zapatero no acompañe a los barones socialistas en los carteles electorales
dentro de nueve meses.